Por EDUARDO TUCCI.- Manu, en el cuadro de honor con los grandes
Edición Impresa | 30 de Agosto de 2018 | 02:22

Por EDUARDO TUCCI
La mesa chica del deporte argentino le tenía reservado un lugar que ya merecía mientras estaba en actividad pero que ha quedado absolutamente fijo al decidir el adiós en medio de una repercusión notable, de elogios que dieron la vuelta al mundo y la admiración que sólo despiertan los monstruos. Manu Ginóbili ya está compartiendo ese círculo reservado a los elegidos, junto a Juan Manuel Fangio, Diego Maradona, Roberto de Vicenzo, Guillermo Vilas y Carlos Monzón y que además tiene la presencia activa de otro genio: Lionel Messi.
Sin arriesgar quien de todos debería ocupar la cabecera, sí se puede afirmar sin temor a errarle que el 20 de los Spurs sobresalió en un escenario casi imposible de imaginar para un deportista argentino compitiendo durante 16 temporadas en el mejor lugar imaginable contra los más afamados representantes de su disciplina. Para ser uno de los grandes hay que confrontar y ganarle a los mejores y Manu, como el resto de los mencionados, lo ha logrado con creces.
Cada uno de ellos ha derramado sabiduría en lo suyo enfrentando con la mayor habilidad y temple de acero infinidad de defensas, duelos, momentos límites e intervenciones decisivas. Por eso toda la admiración y la algarabía que sacudió en estos últimos días la escenografía colmada de malas noticias que suele poblar el horizonte informativo nacional.
Aquellos cinco títulos mundiales de fórmula 1 del Chueco Fangio, las 14 defensas de la corona mundial de peso mediano de la Asociación y el Consejo Mundial de Boxeo de Monzón, los 4 Grand Slam de Guillermo Vilas, los 8 títulos logrados por De Vicenzo, la Copa del Mundo´86 y los 7 títulos en Europa de Diego Maradona como los 33 campeonatos con el Barcelona de Lio Messi sirven para tomar conciencia de la dimensión de quienes integran este podio de notables que acaba de hacerle un lugar al bahiense.
En silencio, saltó a la consideración de todos en un medio tan difícil como la NBA que lo consagró a punto tal que no son pocos los que han pedido públicamente un lugar para Manu en el hall de la Fama y figuras del nivel de Gregg Popovich, Larry Bird o Magic Johnson.
Y más allá de todos los elogios, de los cuatro anillos de la NBA, igual cantidad de títulos en Europa y las medallas de oro y de bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 y Pekín 2008, la humildad del brillante deportista: “No puedo creer que en mi país me comparen con Maradona o Vilas, verdaderos hitos del deporte nacional... No me considero en ese nivel pero les agradezco a todos los que me ponen en el mismo pedestal de esos grandes campeones”, ha dicho alguna vez Ginóbili.
La mejor despedida para un grande de verdad que ya forma parte de las leyendas más notables del deporte argentino, comparte la mesa de los más notables y ha alcanzado en lo suyo la cumbre de la perfección.
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