Los platenses comen 22 kilos de cerdo al año y son los “campeones nacionales”

Por persona, en La Plata se consumen, en promedio, 4 kilos más al año de carne de cerdo que en el resto del país. Y es la ciudad con más carnicerías especializadas. Cambio de hábitos pero también de costos, entre las causas

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Desde siempre los argentinos expresan una marcada predilección por la carne vacuna, pero en los últimos años, desde que aumentó su precio, para muchos surgió la necesidad de dejar de lado ese “enamoramiento gastronómico” para reemplazarla por otras carnes como la del cerdo. En La Plata se registra la particularidad de que sus habitantes consumen 22 kilos de carne porcina por año, unos 4 kilos más que lo que come el resto de los argentinos y, como consecuencia, hay un mayor número de carnicerías exclusivas de ese producto.

De acuerdo a un relevamiento realizado por EL DIA, la razón del cambio de hábito está vinculada al factor económico, pero también a que cayeron muchos mitos que asociaban al cerdo a las comidas no saludables (ver recuadro). Sin embargo, desde la Asociación Argentina Productores de Porcinos - AAPP - se advirtió que se venden al público como frescos cortes que se están importando congelados y eso puede tener consecuencias para la salud.

Los números son reveladores: mientras en 2002 se consumían 4 kilos de cerdo por habitante al año, hoy se comen 18 kilos y medio (a nivel nacional); de ellos 3 kilos a través de chacinados.

Buenos Aires es el principal productor, le siguen Córdoba y Santa Fe, entre todos concentran el 75 por ciento de la producción del país. En esta provincia se faena el 65 por ciento de todos los cerdos del país, según datos de la AAPP.

“La Plata tiene mas carnicerías exclusivas de cerdo, cada habitante come en promedio 22 kilos al año”, señaló Juan Uccelli, gerente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos. Los cortes con mayor salida son el carré con hueso (costillar), la bondiola, las chuletas, matambrito y la panceta.

una advertencia

El empresario aseguró que aunque la gran mayoría de comercios vende productos frescos, hay supermercados que importan cerdo, lo descongelan, lo fraccionan en bandejas con escaso margen de vencimiento y lo venden como producto fresco. A su juicio, esa es una manera encubierta de engañar al consumidor porque el origen de procedencia siempre aparece en letra chica.

“Antes se importaba para chacinados y como el cerdo no dura tanto como la vaca o el pollo, llegaba súper congelado, pero empezó a entrar carne porcina de Brasil y de Estados Unidos que se vende como producto fresco, generalmente la gente desconoce que está comprando algo que lleva un año de faenado o que si lo vuelve a congelar pone en riesgo su salud; además si lo tiene mas de dos días en la parte de abajo de la heladera, enseguida nota un cambio de color y un olor fuerte”, aclaró el dirigente.

en crecimiento

Por ahora el consumo de carne de cerdo sigue detrás de la vaca y el pollo, pero de a poco se acerca. Si bien varía cada año, a nivel nacional se estima que por habitante se consumen al año entre 57 y 60 kilos de carne de vaca, 48 kilos de pollo y, como se dijo, entre 18 y 22 kg de cerdo.

Entre otras razones, hay un cambio cultural alimenticio y de la calidad de la mercadería. Carniceros consultados explicaron que el gusto de la carne de cerdo ha cambiado si se compara la mercadería actual con la de hace unos años atrás. Según comentaron, los animales ahora consumen alimento balanceado y eso mejora el sabor de su carne, tienen menos grasa y algunos cortes son más sabrosos, sostienen.

Los costos de los principales cortes, como es evidente, varían según el comercio minorista. Pero algunos algunos precios de referencia de diferentes cortes de cerdo en locales de la Ciudad, para tener en cuenta, son los siguientes: el kilo de costillar $160; de bondiola $180; panceta con pechito $160; jamón $130.

“NO HAY CERDO COMO EL DE ACÁ”

Américo Lópes, miembro de la Federación de Productores Intensivos, también fue categórico en la defensa de la producción nacional por sobre la que se está importando: “No hay cerdo como el de acá, pero entra el de Estados Unidos al que le dan un aditivo que los productores nuestros no pueden usar - ver aparte -, además entra congelado y se vende como producto fresco con el riesgo que implica para la salud descongelar y volver a congelar”.

Cabe destacarse que por estos días en Mendoza se analiza esa problemática en un encuentro de la Comisión Nacional de Alimentos, allí se aborda la competencia desleal que representan las importaciones de cerdo.

En ese contexto, se indicó que la Ley 18.284 del Código Alimentario Argentino en su Artículo 162 dice: “el transporte de estos productos se efectuará en vehículos provistos con equipos necesarios para mantener la temperatura de -18º C, condición que también deberán cumplir las conservadoras o neveras de venta al público”. O sea el producto debe seguir congelado hasta el momento de la venta.

Además, se aclaró que la etiqueta debe decir en letra clara y visible, la fecha de elaboración y el país de origen. Obviamente eso no se cumple poniendo en riesgo la salud de los consumidores y engañándolos al vender un producto congelado como fresco.

Kilos
Mientras una cerda produce 3000 kilos de cerdo por año, una vaca tiene en promedio un ternero por año que da solo unos 300 kilos de carne.
Polémica
Un producto de engorde, la Ractopamina, es un fármaco que en algunos países es usado como aditivo alimenticio para promover el crecimiento de los cerdos. En Argentina está permitido para los cortes que se importan, pero se impide que los productores porcinos lo utilicen. Por eso, productores piden que si no pueden emplearlo que tampoco se permita importar alimentos que la contengan.

 

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