Por Eduardo Tucci.- Polémica en el VAR

Edición Impresa

Eduardo Tucci

deportes@eldia.com

La culpa no fue del VAR sino de quien interpretó lo que las imágenes transmitieron. Esta sencilla deducción no debería hacerse pero viene a cuento de las repercusiones tras la expulsión de Dedé, el defensor brasileño de Cruzeiro, durante el partido con Boca por la Copa Libertadores.

El sistema de videoasistencia arbitral no es infalible, esto está claro. Pero muy útil bien aplicado. Lo que no erradicará definitivamente es el error arbitral, precisamente lo que provocó el descalabro de hace pocas horas en la Bombonera.

El juez paraguayo Eber Aquino, después de revisar la maniobra de Dedé en el violento choque con Esteban Andrada, expulsó al defensor. Injusta decisión. Fue un encontronazo terrible pero no hubo mala intención de parte del jugador visitante que procuró conectar de cabeza un envío aéreo que cayó sobre el área boquense.

El árbitro, luego de la revisión de la maniobra en el monitor ubicado sobre uno de los laterales del campo de juego, se dirigió al círculo central y le exhibió la tarjeta roja al incrédulo jugador del equipo de Belo Horizonte quien atinó a mostrar su frente inflamada para tratar de explicar algo que estaba absolutamente en claro.

Vale recordar que de las siete causales que el reglamento contiene para una expulsión directa, las únicas que podrían aproximarse a lo que pasó en la maniobra son el juego brusco y la conducta violenta. Nada de ello ocurrió en este caso, fue un choque muy fuerte que no merecía la roja.

El arquero terminó muy golpeado, con una fractura de mandíbula y una larga ausencia de las canchas, pero todo ocurrió en el marco de una de las tantas acciones que se reproducen en un partido.

Ahora la polémica quedó abierta. Cruzeiro estalló de furia con un comunicado en el que no sólo anuncia una presentación ante la Conmebol para que anule el fallo sino que, incluso, amenaza con ir a la justicia por estar frente a “Una de las decisiones más equivocadas de la historia del fútbol”. Más allá de las exageraciones, el tema promete extenderse y las repercusiones han puesto sobre la mesa la discusión sobre la eficacia o no del VAR.

La tecnología en el fútbol es bienvenida. No son justas las descalificaciones porque en este caso la falla es de interpretación y no del sistema. El equipo de video puesto al servicio del encuentro puede informar al árbitro de un error de apreciación o bien de alguna acción que haya visto. Luego será la máxima autoridad del partido el que tomará la decisión según su propio criterio.

Que el VAR no erradicará definitivamente los errores de los árbitros es claro y contundente. El sistema de videoasistncia no es infalible. Pero en lo ocurrido en Boca-Cruzeiro nada tuvo que ver el nuevo sistema.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE