Con sus rituales populares, el espíritu del Carnaval ya empieza a latir en los barrios

Jueves y domingos a la tarde, si no llueve, casi todo el barrio se tiñe de fucsia y violeta. Son los colores del Gigante del Ritmo, la comparsa de City Bell que integra un centenar y medio de personas y que en estos días de ensayo, llena de nenas, nenes y adolescentes la zona de 29 y 460, a un costado del Country de Estudiantes. La Ciudad ya empieza a palpitar el Carnaval, que tendrá su zenit el largo fin de semana del 2,3,4 y 5 de marzo y que ya moviliza a distintos grupos vecinales con murgas y coreografías típicas del tiempo del Rey Momo.

La Plata, como también le ha sucedido a otras ciudades del país, tiene una historia oscilante respecto a los festejos de Carnaval. Los adultos mayores de distintos barrios recuerdan, por caso, los corsos de las avenidas 7 y 13 o de diagonal 79, cuando promediaba el siglo pasado y no sólo desfilaban por esas vías comerciales platenses las comparsas que habían estado preparando el espectáculo todo un año sino que también se contaba con una amplia participación de la gente, con niños que asistían disfrazados a un recorrido invadido por la serpentina, la espuma, el papel picado y el agua perfumada. En la década del 70 la dictadura prohibió los festejos callejeros y la costumbre se reeditó recién, pero no ya con aquel espíritu, por los 90. Desde entonces, la tradicional fiesta popular va y viene, aunque en los últimos años se realiza en algunos barrios y en la República de los Niños.

Ahora, como parecería indicarlo la propuesta del Municipio, que organiza desde 2017 un espectáculo de Carnaval en el predio de Gonnet y que para este año ya tiene casi 40 formaciones inscriptas -ver aparte-, y la veintena de murgas que de manera independiente se preparan para salir con su arte por las calles del barrio, el festejo popular busca resurgir en cada rincón de la Ciudad. Habrá, según se observa por los preparativos a las fechas festivas, “batucada” por todos lados.

Eduardo Moncada y María Inés Nieva son dos de los organizadores del Gigante del Ritmo. Este es el segundo año que la comparsa se lanza con las presentaciones. La propuesta salió del deseo de los más chicos del barrio y ellos y otros padres no hicieron más que ponerse a trabajar para cumplirles el sueño. Lo están logrando: aunque todavía faltan dos semanas para el Carnaval el grupo ya tiene la agenda prácticamente completa de acá hasta el 5 de marzo. “Ya fuimos a Bavio, y ahora nos toca ir a Magdalena, a un club de Ruta 36 y otro de City Bell, a un centro cultural de 10 y 59, y a Ringuelet. Por suerte nos convocan de varios lugares”, remarca Nieva.

La mayoría de las agrupaciones que le ponen música y color al Carnaval surge en zonas de carencias de la periferia platense y en algunos casos se trata de iniciativas vecinales que buscan en los ensayos y las actuaciones la manera de mantener entusiasmados, y así brindarles cierta contención social, a los más chicos del barrio. Modestas casi todas, las comparsas y murgas se solventan con el rebusque y mucho ingenio. Batuke ADSL (Altos de San Lorenzo) entró en la movida carnavalesca en 2011 y desde entonces se autogestiona con la venta de empanadas caseras. “El último fin de semana alcanzamos a vender 112 docenas; a 150 pesos la docena, sacamos como para poder confeccionarnos los trajes”, explica Luis Villarroel, uno de los organizadores de la propuesta identificada con los colores rojo y azul y que presenta, según se aclara, “comparsa-batucada, no murga”. La reina en esta propuesta es “Pirucha”, una vecina de más de 80 años que baila al son de los redoblantes desde que se fundó el grupo.

De una forma parecida se las arreglan los integrantes del Gigante del Ritmo para bancarse vestuario y movilidad. “Estamos todo el año trabajando para esto; y juntamos dinero con rifas y ferias de platos y así podemos después, cuando llegan los Carnavales, armar todas las coreografías”, resalta Moncada.

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En otro punto de la Ciudad, concretamente en San Carlos, Juventud Unida trabaja tarde tras tarde para ponerse a punto de actuación. Este fin de semana, la agrupación que reúne a unos 100 jóvenes, por lo general no mayores de 20 años, se presentó con su show de percusión y baile en el acto de cumpleaños de la localidad de Los Hornos. “Somos una murga humilde -dice Antonio Coronel, referente barrial e impulsor de la creación del grupo-, pero igual nos movemos de acá para allá y vamos a cuanto corso nos convoquen”. Esta comparsa, que suma 11 años de trayectoria, cuenta con rey, reina y princesa, y son entre 25 y 30 los chicos que le ponen ritmo a la batucada.

Todos los años, desde hace 17, se presenta en época de los Carnavales la comparsa La Chispa, del barrio Las Margaritas de Melchor Romero. El esfuerzo de sus integrantes (llegan a ser unos 80) y del entorno que los acompaña para que el resultado artístico sea el mejor posible es enorme. Ahí también tratan de recaudar algo de plata para que a las familias de menores recursos no les cueste tanto vestir con plumas y lentejuelas a sus jóvenes hijas. Pero el secreto, entre esos vecinos, se encuentra en el trabajo mancomunado: casi todos colaboran en el armado de los trajes; algunas chicas, las más grandes, en los propios, y en el caso de la nenas y los nenes son las mamás las que se ponen a confeccionar el vestuario, que bajo los colores rojo y blanco o blanco y turquesa se modifica, en el diseño, cada temporada. Una de las coordinadoras de la formación, Hilda López, cuenta, orgullosa, que todas las noches, desde ahora y hasta que culminen los Carnavales, tienen compromisos artísticos. “Nos van a ver en el Club Atlético Abastense, en Gorina, Brandsen y apostamos a que nos llamen para actuar en la República de los Niños, donde ya nos inscribimos”, señala la mujer que impulsa esta murga del oeste platense desde hace casi dos décadas.

“Por suerte nos convocan de varios lugares. Ya fuimos a Bavio y ahora nos toca Magdalena, City Bell y Ringuelet”

María Inés Nieva, Gigante del Ritmo

“El último fin de semana vendimos 112 docenas de empanadas; a $150 la docena, sacamos para confeccionar los trajes”

Luis Villarroel, Batuke ADSL