Hijos contra padres: cuando el dinero, los abusos, la violencia y las drogas matan al amor

“Mi hija es una basura”. Así, sin filtro, habló Horacio Cirio de Jésica, la princesa que se casó con el galante Martín Insaurralde para culminar su cuento de hadas, pero que más que una malvada madrastra tiene un padre… moralmente cuestionable.

El caso de Jésica es uno de tantos en la farándula donde hijos se enfrentan a padres, como hoy se enfrentan Anna Chiara y Roberto Biasotti. Generalmente, hay problemas de dinero: el hijo lo gana y el padre lo quiere. Pero también puede haber historias de violencia y abuso detrás.

Y, cuando sos famoso, es difícil dejar esas historias detrás. Jésica, por ejemplo, intentó dejar durante años ese lado de su vida a un costado, pero cuando se volvió famosa, Horacio reapareció en su vida con furia, haciendo todo tipo de reclamos. La distancia nació cuando Horacio se separó de la mamá de la ex vedette y comenzaron las disputas por la casa familiar, y llegó a instancias judiciales: la rubia demandó a su papá por extorsión y hasta pidió que le restrinjan el acceso.

“No sé qué vas a lograr con esto. Andá pensando qué van a hacer porque yo no la voy a cumplir. Voy a entrar al teatro, voy a romperle la restricción, voy a romperle la cabeza al que esté en la puerta y, cuando te tenga a vos a mano, te voy a dar una trompada. ¿Por qué no le hiciste una restricción a tu mamá cuando te cagó a trompadas? A ella la seguís apañando y a mí esto. ¿Qué carajo te hice, hija de pu...? Esto va a terminar muy mal”, dispara en un video en respuesta Horacio.

Fue uno de los tantos escándalos padre-hijo que sacudieron a la farándula. Recientemente, el público vivió en vivo las idas y vueltas de Jorge Rial con su hija More: la chiquita le habría pedido una gran suma de dinero a su papá para el abogado de su suegro, el padre de Facundo Ambrosioni, que estaba preso, y para Rial esa habría sido la gota que rebasó el vaso en una larga historia de pedidos monetarios de parte de su noviecito.

More estalló, publicó historias en Instagram donde parecía acusar a Rial de violencia, se quejó de que no tenía plata para pagar las cuentas, se peleó con su hermana Rocío, luego se desdijo, contó con el apoyo de ¡Natacha Jaitt! y finalmente las aguas se fueron calmando y la situación se fue diluyendo. Pero hoy casi no se hablan y, de hecho, la cantante no irá a la boda de Jorge, a quien acusa de organizar su casamiento demasiado cerca del nacimiento de su hijo.

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Gerard Depardieu
sobre su hijo

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Desde ya, los problemas entre padres e hijos no son solo relativos a la farándula local: ¿quién no conoce el nombre de Luisito Rey, el violento y manipulador padre de Luismi que lo empujó hacia la fama de polémica manera y que podría haber matado a su madre? Ni hablar de la “compleja” relación de Woody con sus hijos. Tiene cinco, todos adoptados, tres con Mia Farrow y dos con Soon Yi Previn: una, Dylan, lo acusa de haber abusado de ella cuando era chica, otro, Ronan, es quien escribe las acusaciones en The New York Times, un tercero, Moses, lo defiende, mientras sus otros dos chicos tienen como madre a quien fuera hija adoptiva de Farrow (junto a otra de sus parejas, Andre Previn).

A veces, también, son los hijos quienes traen dolor a los padres: el hijo de Tom Hanks, Chet, es adicto a la cocaína desde los 16 años. Nunca pudo soportar la sombra larga que proyectaba su padre, como ocurrió con los hijos de Gerard Depardieu y Marlon Brando, ambos muertos, y este último envuelto incluso en dos asesinatos. “Está podrido hasta la médula, su único deseo es ser amado y tener dinero. No vamos a volver a hablar nunca”, llegó a decir Depardieu de su hijo problemático.

Pero, en general, los que arruinan el vínculo son los padres. El abuso físico o sexual y el dinero suelen ser protagonistas: Michael Jackson contó que su papá le pegaba, se burlaba y lo hacía llorar, además de ser tan severo que le provocaba nauseas el solo verlo. Angelina Jolie directamente se cambió el apellido, y no invitó a papá Jon Voight a su casamiento, en una relación con muchas idas y vueltas. Charlize Theron contó que sufre un trastorno obsesivo-compulsivo a raíz de la terrible situación que vivió en su adolescencia: su padrastro era alcohólico y solía golpear a su familia, hasta que un día apareció borracho con un arma y amenazó con matarla a ella y a su madre.

“Es una persona enferma pero después de todo lo que pasó ya tiene un límite. Yo no voy a dejar pasar más nada”

Jésica Cirio
sobre su papá

Más padres alcohólicos: el papá de Lindsay estuvo cuatro años preso por manejar borracho y, al igual que su hija, estuvo varias veces en rehabilitación, aunque lo peor es que mientras Lohan se encontraba internada recuperándose de sus adicciones, su padre vendía conversaciones privadas que había tenido con ella a la prensa.

La lista de hijos que demandan a sus padres por quedarse con el dinero que ganaron cuando eran chicos es aún más larga. La componen nombres como Mischa Barton, Gary Coleman, el caso emblemático de Macaulay Culkin, de “Mi pobre angelito”, que se terminó independizando de sus padres a los 16, y hasta Jackie Coogan, el actor de “El Chico”, de Chaplin: demandó a sus padres por quedarse con cerca de 4 millones de dólares de sus ganancias.

Postales detrás del glamour del escabroso mundo de la fama, donde hasta uno de los seis hijos de Brad Pitt, cansado de las peleas entre su papá y su mamá, de los problemas de alcohol y temperamento de él y del “desequilibrio” de ella, pidió irse a vivir con los abuelos.