Ya levantaron 1.500 toneladas de troncos y ramas pero la recuperación llevará tiempo

De a poco, el entorno urbano platense intenta recuperarse del terrible golpe que le asestó el embate del viento del último viernes. Castigado por las ráfagas que rondaron los 100 km/h, el patrimonio forestal platense sufrió cuantiosas pérdidas y las “esquirlas” del desastre todavía se diseminan por parques, plazas y veredas.

Todo ello a pesar de que más de doscientas cuadrillas comunales trabajan desde la mañana del sábado en los operativos de recolección y limpieza para levantar troncos, ramas y hojas en los barrios afectados.

Hay un dato que da una idea de la magnitud del desastre que causó la tormenta: ya se recogieron más de 1.500 toneladas de ramas del espacio público y todavía queda mucho por levantar.

Ante ese desolador panorama, el Municipio informó que en las últimas horas llevó adelante “un relevamiento puerta a puerta, con el objetivo de supervisar los daños causados en el arbolado y las luminarias de la vía pública”.

“El viento ha ocasionado la caída de más de 500 árboles, afectando principalmente el Casco Urbano fundacional, en Barrio Norte y La Loma; junto a sectores de Tolosa, Ringuelet, San Carlos y Melchor Romero”, explicó al respecto el Secretario de Espacios Públicos de la Comuna, Marcelo Leguizamón.

En cuanto a las parques y plazas, precisó que “las más afectadas fueron Plaza Olazábal, Azcuénaga, 19 de Noviembre, Parque Alberti, Malvinas y la Circunvalación, en donde montamos operativos de recuperación; no obstante les pedimos a los vecinos que tengan especial cuidado si asisten ya que se está trabajando en la remoción de árboles y ramas”.

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Cualquier visitante podrá observar que el patrimonio verde de cada uno de esos espacios públicos quedó maltrecho después del reciente temporal y no hay sector en el que no hayan quedado rastros de eso.

Con cada tormenta caen árboles

Lo que pasó el viernes no es ajeno a una situación que, de un tiempo a esta parte, parece haberse convertido en endémica de la Ciudad: cada tormenta es sinónimo de la caída de uno o más árboles. Triste fenómeno que, según han denunciado en reiteradas ocasiones especialistas en la materia forestal, es fruto de “la ausencia de una política estructural de preservación” y de la “falta de controles eficaces a fin de evitar despuntes y podas mal realizados”.

Con el desplome de tantos ejemplares, los espacios verdes parecían cementerios de árboles y las veredas quedaron tapizadas de ramas y hojas.

Ante ese panorama, desde el Municipio se aseguró que se avanza con la recolección de troncos, ramas y hojas, al igual que con tareas de despeje del cableado aéreo: “Desde el viernes a la noche llevamos adelante un intenso operativo con el objetivo de poder atender inicialmente la emergencia y desde ayer estamos cumpliendo con tareas de limpieza y recolección en los barrios afectados”.

A su vez, Leguizamón destacó que “están trabajando más de 200 cuadrillas de las diversas áreas de gobierno, como Espacios Públicos, Centros Comunales, Defensa Civil, Control Ciudadano y Seguridad”, y valoró que “agradecemos a los vecinos por la paciencia y el aporte que realizan limpiando cada uno el frente de sus hogares para colaborar con la recuperación del espacio público”.

En relación a los daños en propiedad privada ocasionados por el viento, “personal de la Secretaría de Desarrollo Social se encuentra llevando adelante un censo para asistir a quienes lo necesiten con la entrega de kit de limpieza y diversos insumos”, se aseguró.

Cómo sigue el clima

Después de un fin de semana sin respiro, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informó que para hoy se aguarda cielo parcialmente nublado con probabilidad de chaparrones por la mañana, vientos moderados, temperatura mínima de 14º y máxima de 23º.

Mientras que mañana transcurrirá con cielo parcialmente nublado, vientos leves y temperaturas de 13º a 24º.

Un fenómeno poco habitual

Como contó este diario en su anterior edición, el viernes la Región estuvo a merced de una supercelda, una tormenta tan sorpresiva como destructiva. Se trata de temporales poco habituales, de corta duración y muy difícil predicción.

Se formó a 70 kilómetros al sudoeste de La Plata. Se conformó, se desarrolló e impactó sobre la Ciudad en menos de una hora.