Gutiérrez fue reelecto como gobernador en Neuquén y le sacó 13 puntos a Rioseco

El gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino (MPN), fue reelecto ayer al superar en forma contundente por más de 13 puntos a su principal rival, el candidato de Unidad Ciudadana, Ramón Rioseco, en unos comicios que despertaron enorme expectativa a nivel nacional por ser el primer test electoral del año.

Gutiérrez obtenía anoche el 39,6% de los votos, mientras que el candidato de Cambiemos, el radical Horacio “Pechi” Quiroga, quedó en un lejano tercer lugar.

De esta forma, Gutiérrez confirmó la hegemonía del MPN en la provincia patagónica, que ha gobernado en forma ininterrumpida durante todos los mandatos democráticos desde 1962, un caso único para la política argentina.

Al cierre de este edición, con el 96% de las mesas escrutadas y una participación en la elección que alcanzó el 78,42% del padrón electoral, Gutiérrez obtenía el 39,6% de los sufragios, contra 26,0% de Ramón Rioseco, seguidos por Quiroga, quien sacaba el 15,2%.

Los resultados de la elección dieron por tierra con las especulaciones previas, que indicaban que los comicios serían reñidos y que la distancia entre el primero y el tercero rondaría los cinco puntos porcentuales. Detrás de Gutiérrez, Rioseco y Quiroga, se ubicó el ex gobernador y candidato por la Democracia Cristiana, Jorge Sobisch, que obtenía el 9,8% de los sufragios válidos emitidos.

ADMITEN LA DERROTA

El primero de los candidatos en hacer pública su derrota fue Quiroga, quien dijo haber felicitado telefónicamente a Gutiérrez y anunció que no volverá a competir por la gobernación provincial.

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Afiliados y simpatizantes el MPN salieron a festejar la victoria en la vereda del búnker partidario, ubicado sobre la avenida Olascoaga, en la capital de Neuquén, apenas fueron publicados los primeros datos de los comicios, que ya daban a Gutiérrez con una amplia ventaja sobre Rioseco.

El color azul del MPN inundó el escenario callejero con banderas y papelitos, y con militantes saltando y cantando.

“Hemos competido lealmente y nos han ganado en buena ley”, aseguró Quiroga durante una conferencia de prensa en el Hotel del Comahue, en la que dijo que la actual fue su “última presentación a la gobernación, pero no significa que vaya a dejar de ser político”.

El jefe comunal agregó que “evidentemente el pueblo de Neuquén siente contención con el gobierno de Omar Gutiérrez, pero nunca pensamos en decir cosas distintas a las cosas que sentíamos”.

Por otra parte, descartó de plano la existencia de fraude electoral ya que dijo que fue “una elección limpia” y donde su sector político no tiene “nada que reclamar”.

Por último, consultado sobre el apoyo que recibió del Presidente de la Nación, Mauricio Macri, sostuvo que cree “en la palabra del Presidente” ya que él le dijo “que quería un cambio en la provincia de Neuquén y que quería que yo fuera gobernador”.

“Si nos ponemos a buscar explicaciones para este resultado encontraremos un montón, pero el responsable del resultado de esta elección soy yo”, concluyó.

Detrás de los cuatro más votados se ubicaron el candidato del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Raúl Godoy (3,63%); Mercedes Lamarca, del Movimiento Libres del Sur (2,93%); Alejandro Vidal, de Iguales (1,20%); Priscila Otton, de Nueva Izquierda (0,78%); y por último Sergio Rodríguez, del Frente Social por la Dignidad (0,72%).

Según diversos analistas la derrota de Cambiemos no fue mal recibida en la Casa Rosada, que había limitado el apoyo en el último tramo de campaña en favor de Quiroga, dado que los números no le daban para llegar a la Gobernación por lo cual el triunfo del MPN fue considerado un mal menor.

Es más, Quiroga había retirado parte de los símbolos de Cambiemos para tratar de despegar al oficialismo del resultado fina. En cambio el resultado truncó las posibilidades de Cristina Kirchner de poder exhibir a Unidad Ciudadana como motor de triunfos electorales de importancia, no sólo capaz de doblegar a un partido hegemónico como el Movimiento Popular Neuquino, sino también de endilgarle al presidente Mauricio Macri, incluso de forma indirecta, la derrota de un aliado de su gobierno.

La derrota de Rioseco, también esmeriló, por el momento, su estrategia para posicionarse como una arquitecta eficaz de la unión del peronismo no k en el interior del país.