“Me llevo lo mejor”

Pablo Lugüercio hizo oficial ayer su retiro del fútbol profesional luego de más de 30 años vinculado. Lo anunció en una emotiva conferencia de prensa en la cual recorrió su carrera pero haciendo foco en Estudiantes de La Plata, el Club que lo formó, educó y lo hizo un jugador competitivo.

“No sé si será fácil el martes cuando no venga a entrenarme porque es algo que hago desde los 4 años, pero es el momento que los más chicos tengan su lugar y disfruten como lo hice yo”, agregó el platense que semanas atrás cumplió 37 años, en familia.

Más adelante, durante su diálogo con la prensa, destacó que “es un buen momento para este punto final para mí y para el club que hoy tiene en Gabriel Milito a un gran maestro de escuela, como tuvimos nosotros en el 2006 a Diego Simeone, los chicos lo tienen que disfrutar y aprovechar”.

“Encontrarme compitiendo a esta edad es un orgullo porque me han educado y llevado en muchos aspectos, sobre todo en lo humano, que es lo que nos enseñaron desde chicos en este club junto a mi familia”, declaró con firmeza de estar seguro de la decisión que había tomado.

El Payaso, como se lo conoce en el mundo del fútbol (el apodo, cuentan, se lo puso Israel Damonte hace más de 15 años), hizo un balance de su carrera y puntualizó que “en todos lados dejé y me llevé un gran recuerdo pero salir campeón en mi club, con amigos, con los que crecimos y soñamos es algo maravilloso”.

En otro tramo de la conferencia añadió que “de Estudiantes me llevo todo lo mejor y lo sintetizo en los nombres de Cacho Malbernat y Rubén Bedogni, que me enseñaron todos los valores para ser un buen profesional y buena gente”.

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De ellos dos dijo que lo recibieron de chico en Estudiantes y se portaron como padres. Los dos fueron clave en su formación. Bedogni fue su entrenador en la Quinta campeona en 2000 y Cacho lo hizo regresar en 2004 cuando estaba en Defensa y Justicia.

Sobre su futuro aclaró que “desde hace tiempo vengo trabajando en una empresa de couching deportivo. No necesariamente ser representante, quiero aportarle a los chicos otras cosas, que lo importante no es tener el mejor auto sino valores y educación, eso es clave para llegar”.

Lugüercio tiene una mirada especial sobre el rol del jugador de fútbol. Sabe que representa una imagen muy fuerte dentro de la sociedad y busca, con su grupo de trabajo, que sea una imagen a seguir por el resto más allá de sus goles y temas futbolísticos. “La influencia que tiene un futbolista en la sociedad no es menor, entonces mostrar buenos hábitos y buenas formas a la larga nos van a hacer evolucionar y crecer”.

Dijo que hay mucho por mejorar, desde el lado de los futbolistas pero también la prensa ty los dirigentes. “Como sociedad nos tenemos que hacer responsables de lo que nos toca y tratar de mejorar en algo. Me voy capacitando para eso, voy estudiando, me recibí de coaching deportivo, pero más allá de eso me gusta el apoyo que necesita un jugador y herramientas que todavía quizás no logramos ver”, explicó, saliendo de la media del prototipo del jugador de fútbol argentino.

“Me hago cargo que en cierto modo uno va generando lo que crea. Todo lo que fui haciendo es parte de lo que voy recibiendo y hasta a veces me sorprende. Haber tenido 18 años de profesional hace que sea un agradecido. Lo disfruto bastante, más allá que en algún momento va a venir la angustia normal por levantarme todos los días y no tener que ponerme un pantalón corto y entrenar”, cerró.