Con cámaras de la zona buscan aclarar el incidente del cuchillo en 11 y 49

Eran las 12.15 y frente a la casa del médico jubilado, en 11 casi 49, parecía que nada había cambiado. Un hombre, esperaba, sentado al volante de un Toyota Civic gris. El espacio de la cochera volvía a estar ocupado como ocurrió 25 horas antes, pero esta vez no hubo ni pedido de correr el auto, ni solicitud de “un minuto y me voy”, ni las patadas a la puerta, ni un cuchillo apoyado en la garganta, como denunció el conductor que el martes hizo una maniobra parecida y se encontró con ese repertorio de ira y violencia por el que se abrió una investigación policial que espera sumar con imágenes de cámaras de la zona.

Los policías de la comisaría primera que acudieron al pedido de auxilio efectuado por Facundo Ábalo, el martes, escucharon los alcances de su relato y el del denunciado, que negó amenazar al dueño del Peugeot Allure con un machete y una cuchilla de carnicero. En esa misma línea se manifestó un comerciante vecino de la casa del denunciado. Ante el cuadro, la comisaría inició actuaciones por “averiguación de ilícito”.

Frente a las versiones cruzadas, los investigadores decidieron profundizar en el esclarecimiento de los acontecimientos que generaron un enorme revuelo en la zona. “Ya le solicitamos a la Municipalidad de La Plata las imágenes de un domo que apunta hacia la casa donde pasó todo. Esperamos ese material porque creemos que puede ser una prueba importante”, le dijo a este diario uno de los investigadores del caso y aclaró que “también vamos a utilizar todo tipo de imágenes que pudieran estar circulando y hayan sido tomadas por cámaras privadas o celulares”.

Carátula

El caso quedó a cargo de la fiscal Ana Medina, titular de la fiscalía penal en turno (UFI Nº 1).

En función de las medidas que se adoptaron en esta etapa inicial, la fuente policial consultada no descartó que la causa tenga un cambio de carátula, referido a un delito penal.

En ese sentido, en las horas posteriores al incidente, el conductor del Peugeot reclamó una acción de la Justicia contra lo que denunció como una amenaza montada sobre una agresión. “Entiendo que el vecino debe estar nervioso porque le dejan autos en el frente, pero creo que no se dirime una situación con un machete”, le dijo Ábalo a este diario horas después del episodio. Ayer, prefirió no hablar sobre el camino a recorrer en la Justicia.

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No obstante, se interesó por los avances. Este diario pudo saber que también designó un abogado representante.

Ábalo tiene 41 años, es platense y dirige la editorial de la Universidad Nacional de La Plata. El martes, alrededor de las 11 de la mañana, circulaba por la calle 11 en su Peugeot, le sonó el teléfono y paró a atender, utilizando un hueco que había en la entrada del garage de un domicilio particular, sobre la mano derecha, casi sobre la intersección con 49.

El dueño de casa estaba parado en la vereda, dialogando con otra persona y le habría dicho que moviera el auto, porque debía sacar el suyo del garage. Ábalo dijo que le pidió un minuto, en el que entregaría algo a alguien que lo esperaba en la vereda de enfrente.

Ahí empezó la parte de violencia que denunció luego ante la Policía y que niegan el dueño de casa y el comerciante que también habló con los policías. Resta además determinar si la investigación sumará otra agresión detallada por Ábalo, que no apareció en las actuaciones iniciales.

El universitario indicó que mientras hablaba con los policías, tras llamar al 911 y recibir a un grupo de efectivos en 11 y 49, un familiar del médico le aplicó “una patada en la panza” y lo insultó.