Desde el mostrador, le apuntaron a la dueña de un almacén en 155 y 61

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Como en una coreografía bien ensayada, dos pibes se calzaron en simultáneo las capuchas de sus buzos -uno azul, otro blanco - apenas entraron en un almacén de Los Hornos. Cuidándose de mantener las cabezas gachas, las cámaras de seguridad registraron con alta precisión sus movimientos, pero parcialmente sus rostros.

No fue mucho lo que se llevaron. El miedo que dejaron en las víctimas, mezclado con impotencia y con bronca, sí. Esto pasó el miércoles en un comercio que funciona desde hace más de 10 años en 155 entre 60 bis y 61, lindero con la casa de sus dueños.

En las imágenes de la cámara se ve cómo se dividen los roles una vez que irrumpen en la escena. El de atrás, con el buzo blanco, parece llevar la batuta. A juzgar por los gestos, le indica a su amigo que controle hacia el fondo, mientras él manotea algo del mostrador. Era un cartón de cigarrillos.

Mientras tanto el otro saca el arma, cuyo caño dirige en una dirección que la cámara no registra.

Por lo que contaron después los damnificados, le estaba apuntando a la dueña del almacén, que se acercaba al local alertada por el ruido de la puerta.

La mujer quedó paralizada al ver el arma en manos de ese sujeto que no dudó en subirse al mostrador para amenazarla de cerca. La víctima comenzó a caminar hacia atrás. Y, al escuchar la voz de su marido, los delincuentes decidieron abortar el asalto para no ser sorprendidos por la Policía.

Se sabe que se llevaron un cartón de cigarrillos y dos cervezas. Nadie vio en qué huyeron, ni qué rumbo tomaron.

Los damnificados llamaron rápidamente al 911 y revisaron el material de las cámaras de seguridad, que ya aportaron a los investigadores. No es el primer robo que sufren los comerciantes, temerosos de las consecuencias de la inseguridad cotidiana.

 

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