En las escuelas públicas los alumnos con bajas notas duplican a los de las privadas

La cantidad de alumnos con bajos niveles de conocimientos en las escuelas públicas duplica a la de las escuelas privadas, y, según advierten especialistas, esta diferencia en los aprendizajes estaría muy vinculada, entre otros factores, a la desigualdad socioeconómica de las familias de los estudiantes.

Así lo refleja un informe del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano, basado en los resultados obtenidos por escolares de 6º grado del nivel primario en Matemática, durante las pruebas Aprender 2018. En primer lugar, allí se verifica que el sector de gestión estatal presenta mayor porcentaje de alumnos con nivel de conocimiento “básico” o “por debajo del básico” que el de gestión privada, lo que -de alguna forma- vuelve a poner en primer plano las dificultades que hace tiempo atraviesa la golpeada educación pública.

Para el caso de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, se observa que, en las escuelas públicas, los estudiantes con menor rendimiento representaron el 54,2% del total de los chicos evaluados, mientras que en las privadas esta cifra corresponde al 25,6%. En el promedio nacional, la brecha muestra que un 49,4% de los alumnos que asisten a escuelas estatales se encuentran en el nivel más bajo del conocimiento, mientras que en las privadas la cifra desciende al 24,3%.

El investigador del CEA y autor del estudio, Francisco Boero, lo dice con todas las letras: “En las escuelas públicas, el porcentaje de alumnos cuyo nivel de conocimiento se encuentra por debajo del nivel satisfactorio duplica al de las escuelas privadas”, y alerta que “la diferencia se manifiesta en todas las provincias, en mayor o menor medida”. En este sentido, Chubut pica en punta como el distrito con mayor desigualdad de conocimiento entre los sectores de gestión: los alumnos con nivel de conocimiento “básico” o “por debajo del básico” del sector estatal alcanzan el 44,3%, contra el 17,2% de los estudiantes que hacen sus estudios primarios en colegios privados. En el otro extremo, Formosa se destaca como la provincia con menor brecha en el nivel de conocimiento según sector de gestión: el 47% de los estudiantes que van a primarias estatales se hallan en el escalafón más bajo de aprendizaje, contra el 33% de los que van a privadas.

Pero además, advierte Boero, “las cifras ponen de manifiesto las grandes diferencias en términos absolutos de los porcentajes de alumnos cuyo nivel de conocimientos se encuentra por debajo del nivel satisfactorio”. Lo refuerza el hecho de que los alumnos que destacan en los primeros lugares por su mejor rendimiento en Matemáticas asistan a sistemas de gestión privada. Pues, dentro de las jurisdicciones con menor porcentaje de estudiantes cuyo nivel de conocimiento está por debajo del satisfactorio se destaca la Ciudad de Buenos Aires de gestión privada, con el 14,9%, mientras que, también en el ámbito privado, la Provincia se ubica en el puesto 15, con el 25,6%. En tanto que al reparar en el extremo que más preocupa -el de los alumnos que más desaprueban-, Buenos Aires en gestión estatal tiene, como se dijo, un 54,2% de estudiantes con nivel de conocimiento “básico” o “por debajo del básico”, apenas superada por Tucumán, San Juan, Chaco y Catamarca, donde el sector estatal registra cifras de entre el 54,7% y el 62%.

Como se dijo, el informe del CEA, solo hace hincapié en las pruebas matemáticas, aunque los datos bonaerenses de Aprender sobre Lengua muestran una tendencia similar: el 33,2% de los alumnos de 6º que concurren a primarias estatales mostraron los peores desempeños, contra el 9,7% de los que asisten a colegios privados.

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Cabe destacar que en la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires no cuentan con datos por distrito, por lo que no se tienen cifras para estas variables de La Plata y la Región.

Desigualdad

Hay otros datos que agravan -y explicarían- la compleja ecuación. Son los que aporta la subdirectora del CEA, Gisela Lima, quien se concentra en los conocimientos de los alumnos de 6º grado del primario de acuerdo con el nivel socioeconómico de sus familias. Sobre este punto, los números de Aprender dan cuenta de una gran desigualdad: según la media nacional, sólo el 15% de los alumnos de nivel socioeconómico alto que concurre a escuelas de gestión privada obtuvo en Matemática un desempeño “básico” o “por debajo del básico”. Del otro lado, el 57% de los alumnos pertenecientes a familias de nivel socioeconómico bajo que estudia en escuelas de gestión estatal manifestó flojos rendimientos. Son cifras que corresponden al promedio de las 24 jurisdicciones, pero hay distritos, como la provincia de Buenos Aires, donde la desigualdad se ensancha.

En territorio bonaerense, un alarmante 65% de alumnos de primarias estatales provenientes de hogares con bajos recursos obtuvo los peores resultados en Matemática, mientras que ese porcentaje descendió al 16,3% en los estudiantes con posición socioeconómica alta que asisten a colegios privadas. La desigualdad, por encima del promedio nacional, se cuadriplica entre los extremos. En el caso de Lengua, la brecha es similar: un 44,6% de los chicos de bajos recursos que van a primarias estatales tuvo notas bajas o muy bajas, mientras que entre los alumnos de nivel socioeconómico alto y que van a escuelas privadas ese rendimiento sólo se replicó en el 5,7%.

“Nuestra escuela no está quebrando el círculo negativo de reproducción intergeneracional de la pobreza”

Alieto Guadagni, Director del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA)

“La diferencia se manifiesta en todas las provincias, en mayor o menor medida”

Francisco Boero, Economista e investigador del CEA. Autor del informe

“La desigualdad socieconómica de los alumnos incide en su capacidad de aprendizaje

Gisela Lima, Economista y subdirectora del CEA. Autora del informe

Demasiada inequidad. Por eso, el director del CEA, Alieto Guadagni, advierte que “nuestra escuela no está quebrando el círculo negativo de la reproducción intergeneracional de la pobreza, ya que el nivel de conocimientos de los alumnos depende esencialmente del nivel socioeconómico de sus padres”, y postula que “abatir la pobreza y la exclusión social requiere de una educación que vuelva más equitativa la distribución del capital humano”.

¿De qué depende el ensanchamiento en la brecha? Para Lima, se debe “tanto a que son menos los alumnos de escuelas privadas de nivel socioeconómico alto que obtienen bajo rendimiento en Matemática, como a que son más los chicos de escuelas estatales de nivel socioeconómico bajo que manifiestan esos bajos niveles de conocimiento”.

Los datos iluminan una dolorosa conclusión: “La desigualdad socioeconómica de los alumnos incide en su capacidad de aprendizaje -asevera Lima-, ya que quienes provienen de familias de nivel socioeconómico bajo que concurren a escuelas de gestión privada tuvieron altos porcentajes con desempeño matemático por debajo del nivel ‘satisfactorio’, demostrando rendimientos similares a los alcanzados por alumnos del mismo nivel socioeconómico que concurren a escuelas estatales”. Por ejemplo, en la Provincia un 48,7% de alumnos de 6º, con bajos recursos y que asisten a primarias privadas cosecharon las peores notas en Matemática. En el caso de los estudiantes pertenecientes al nivel socioeconómico alto, como en todas las provincias, quienes cursaban sexto grado en escuelas de gestión privada bonaerense obtuvieron mejor performance académica que quienes lo hacían en escuelas de gestión estatal: un 83,7% contra 61,2%.

LABERINTO EDUCATIVO

Para Guadagni, este conjunto de datos revela la encrucijada que enfrenta el sistema escolar, con “bajo nivel de conocimientos de los alumnos, y grandes diferencias entre escuelas privadas y escuelas estatales, vinculadas con la desigualdad en los niveles socioeconómicos de las familias”.

En este sentido, “mientras el nivel de conocimientos de los niños y adolescentes dependa del dinero que tengan sus padres, nos alejaremos cada vez más de un país no sólo con justicia social, sino también con un crecimiento económico sostenido”. Pues, subraya el académico, “un buen sistema escolar asegura altos niveles de conocimientos a sus alumnos, pero además apunta a eliminar las desigualdades, para que no dependan del nivel socioeconómico de sus familias”.