La vida del policía es, de por sí, una vida en conflicto

Policía retirada

Las cifras conmueven porque no se ha tomado lo suficientemente en serio el tema de la política de género. Esto agravado porque se trata de personas armadas, que tienen una vida distinta a la de cualquier otro ser humano: sin horarios, con riesgo, en situaciones de estrés.

Considero que los policías están poco preparados para manejar eso y dar respuesta a la demanda de la comunidad cuando se presenta esta problemática. Hablamos de policías que hacen 8 horas de servicio y 8 de Cores, que no les alcanza la plata y no tienen una vida buena, próspera. Esto no va en dirección a justificar la violencia de género. La escuela no le dio la formación en la parte humana al policía.

Alguna vez trabajé en capacitación a efectivos en esta temática y vi que les faltaba un montón. También, que esos policías vivían poco en sus casas, junto a sus familias. Insisto en que esto no es una defensa de los violentos. Por el contrario, el Estado debe brindar asistencia psicológica para enfrentar situaciones y esos profesionales deben estar en el día a día en los lugares de trabajo donde se puede presentar un conflicto. No perdamos de vista que la vida de un policía es de por sí una vida en conflicto.