

El injusto reparto de fondos que condena a todos los bonaerenses
Juzgarán en ausencia a los acusados por el atentado contra la AMIA
Adhesión dispar a la huelga: en las facultades y colegios de la UNLP
Llegará a 28% la suba del boleto del micro en lo que va del año
A los “Bezos” en Venecia: la millonaria boda del dueño de Amazon
Adiós a Lalo Schifrin: un maestro total que consquistó Hollywood con su irresistible música
Oportunidad para vender su auto usado publicando GRATIS sábado y domingo
Injustificados ataques a docentes y un paro que debió evitarse
Megaoperativo policial y múltiples cortes por la visita presidencial
El PJ bonaerense, con un principio de acuerdo de cara a septiembre
Paro en escuelas de La Plata por la violencia contra los docentes
Con el frío, puchero: ya hay más demanda y escasea el osobuco
Turnos gratuitos para acceder a testeos por casos de dermatitis
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Firmó ayer por un año. Será su quinto ciclo en el Pincha. Destacó su charla con Verón y Alayes. Dijo que lo ilusiona jugar en 57 y 1. Un largo camino que lleva una década en la que corrió mucha agua bajo el puente
Gastón Fernández y Estudiantes cumplieron más de 10 años de relación, una relación que tuvo los mejores besos y viajes. También algunas peleas resonantes. Ahora, que el jugador renovó contrato por un año, es un buen momento para recorrer un largo camino, que tendrá parada en el nuevo estadio en 57 y 1.
Llegó por primera vez al Club en 2008, cuando el técnico del equipo era Roberto Sensini. Se estaba formando el plantel subcampeón de la Copa Sudamericana y el campeón de la Copa Libertadores 2009. Su arribo fue a préstamo por una temporada por 350 mil dólares y una opción de compra. “Elegí Estudiantes por su grandeza y porque hace tiempo que viene compitiendo de igual a igual con Boca y River. Y eso para cualquier jugador es importante”, dijo.
Años de buenos resultados y exigencia, que devoraron a Sensini y a Leo Astrada. Hasta que llegó Alejandro Sabella, el técnico que sacó de la Gata lo mejor, pero con el que tuvo sus diferencias, al punto de mandarlo a jugar un partido a la Reserva. Se consagró contra Cruzeiro.
Luego del triunfo en el Mineirao, y tras marcar uno de los goles, tuvo que regresar a México. Años más tarde contaría que al día de hoy se reprocha de no haber podido jugar la final del Mundial de Clubes ante Barcelona.
A comienzo de 2010 dejó Monterrey. Adujo problemas personales y regresó a City Bell, lugar del que nunca debió haberse ido. De inmediato se empezó a entrenar con el plantel de Alejandro Sabella, pero no pudo jugar hasta la 9na fecha, cuando el TAS lo autorizó hasta tanto se resolviese su situación. Fueron varias semanas de incertidumbre y tensión.
Después de ese episodio se hizo fuerte en el equipo de Pachorra, casi imprescindible. Fue importante en el Clausura de ese año y determinante en el Apertura que ganara el Pincha, con él de único delantero.
LE PUEDE INTERESAR
River tuvo un ensayo a puro gol y Carrascal la rompió
LE PUEDE INTERESAR
Stuani en los planes por si Benedetto decide irse
Los años siguientes fueron tormentosos. El jugador se vio afectado por la inminente sanción en su contra. Bajó su nivel, en sintonía con el declive de todo el equipo. En noviembre de 2011 recibió un apercibimiento y un año después la sanción definitiva: cuatro meses de inactividad y 800 mil dólares de multa para Estudiantes, al encontrarlo “partícipe solidario”.
La Gata se perdió una parte de 2013. Regresó recién para las últimas fechas. Al equipo lo dirigía Mauricio Pellegrino y estaba sumando puntos para levantar de los últimos puestos. No fue su mejor momento en el Club. Tal vez el peor.
En diciembre de ese año avisó que se iba a Portland, para jugar la MLS. La noticia no cayó bien y la dirigencia de ese momento se tomó unos días antes de aceptar su pedido. Se vivió una semana de tire y afloje de un lado y otro. La Gata pidió irse, resignó mucho dinero (cuentan sus allegados que pagó con sus dólares buena parte de la multa, o toda). Y a fin de año se despidió, luego de fumar la pipa de la paz con Enrique Lombardi. Todavía le quedaban dos años más de contrato.
Durante un año y medio jugó en Estados Unidos. El 4 de agosto de 2015 anunció su regreso. Juan Sebastián Verón ya estaba como presidente y Gabriel Milito había asumido como entrenador. Llegó para ocupar el lugar vacante, tras las salidas de Guido Carrillo y Diego Vera.
“Aun el día que me fui, porque estaba saturado de un montón de cosas, soñé con volver. Siempre lo dije y lo importante fue ser sincero conmigo mismo, dominar la ansiedad y saber si estaba preparado para este desafío”, contó ese mediodía en el primer piso del Country, en compañía de Verón y Agustín Alayes.
Gastón Fernández fue figura de ese equipo y resultó muy importante. Bien desde lo emocional. Luego mantuvo ese nivel en el primer tramo de 2016, ya con Nelson Vivas como técnico.
Pero otro cimbronazo. Tras conseguir la clasificación a la Copa Libertadores, en Córdoba, anunció su salida a la U. de Chile, con lágrimas en sus ojos y sorpresa en los dirigentes. Se fue del otro lado de la Cordillera cuando nadie lo esperaba.
No le fue del todo bien en ese equipo junto a Sebastián Beccacece y por eso aceptó interrumpir su contrato para seguir en Gremio. En Brasil no pudo hacer pie y también se fue antes de terminar su contrato. Otra vez vino a Estudiantes, su cuarto regreso, en junio de 2017.
En La Plata lo esperó Gustavo Matosas, un plantel con varios refuerzos y un recambio generacional importante. El objetivo deportivo fue la copa Sudamericana. Le costó al principio, lo mismo que a todo el equipo.
Matosas se fue, asumió Lucas Bernardi y salvo en los primeros partidos, cuando fue titular y marcó goles, lentamente fue perdiendo lugar. En febrero de 2018 se quedó afuera de una lista de concentrados de cara al clásico con Gimnasia.
La relación se fue deteriorando. No hubo declaraciones picantes de un lado y otro, pero no hubo buena convivencia. El rosario dejó de ser el técnico luego de una derrota 2-1 como local ante Racing.
Asumió de forma interina Leandro Benítez y la Gata recuperó su lugar. Estudiantes se clasificó a los octavos de final de la Copa Libertadores pero dos históricos y amigos suyos dejaron el Club: Leandro Desábato e Israel Damonte.
El Chino se hizo cargo del equipo y Gastón Fernández empezó a quedarse afuera, por esquema, por nivel y por gustos futbolísticos. “Para poder recuperar mi nivel tengo que jugar, si entro 10 minutos por partido no puedo”, se quejó luego de un partido ganado por penales a Luján por Copa Argentina. La relación entre el jugador y el técnico no marchaba del todo bien.
La Gata habló en conferencia (esa charla que Verón y Alayes le marcaron como un error) y volvió a quejarse del poco lugar que tenía dentro del equipo. Benítez lo puso contra Newell’s y esa noche inició la jugada que terminó en gol. Luego repitió ante Banfield y una semana después le marcó un gol a River. En el último semestre que clave en el triunfo en el clásico contra Gimnasia. Volvió a su mejor versión.
Con la llegada de Gabriel Milito recuperó la titularidad, pero en los partidos finales volvió a perderla. Por eso antes del anuncio de la renovación de contrato, el técnico y el jugador se sentaron para charlar sobre el futuro. El DT le dijo que lo quiere dentro del plantel, lo considera importante pero no le garantizó un lugar dentro de los once. Pero le pidió que sume para el plantel.
“Sí, tuve una charla con Gaby (Milito), nos pusimos de acuerdo en lo futbolístico y después era una necesidad mía hablar con Agustín (Alayes) y Sebastián (Milito) para volver encontrarnos con la comunicación que en el día a día se va perdiendo. Agradezco la predisposición y mención especial para el Flaco (Alayes), porque sus palabras en un mano a mano me ayudaron mucho”, contó ayer durante su nueva presentación, en la que anunció su quinto ciclo como jugador de Estudiantes. Algunas actitudes y declaraciones suyas habían caído mal y tenían que ser resueltas.
Contó que si se hubiese ido le habría producido nostalgia porque una de sus ilusiones es que su hijo lo vea jugar en el nuevo estadio. Y, además, porque quiere tener a Gabriel Milito como entrenador. “Es uno de los técnicos más importante de mi carrera y quería disfrutarlo un poco más”.
“Para mí, para mi familia y para mi hijo es un momento especial, espero poder disfrutar esta etapa de mi carrera es lo que deseo desde joven. Y además poder darle alguna alegría a la gente, que me acompañó con su aliento para que continuara en el club”, cerró la Gata, que va por su quinto ciclo en el Club.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$650/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6100
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$500/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3950
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí