Una mujer de 92 años se acostó a dormir y al despertar descubrió que le habían robado

A los delincuentes que entraron a robar a la casa de una jubilada de 92 años todo les salió mejor de lo que esperaban.

Luego de trepar hasta el balcón de la planta alta de esa vivienda, situada en 22 entre 64 y 65, forzaron la puerta de la habitación de la mujer y a poco de recorrer los ambientes hallaron dinero y otros objetos de valor en una mesa y una silla del comedor. Todo ocurrió durante la madrugada de ayer.

Así lo contó a este diario Marcela Raquel Molla (54), hija de la dueña de casa. “Ni siquiera tuvieron que perder tiempo en revolver muebles y cajones de la casa”, puntualizó.

Aclaró que los ladrones “robaron lo que había dejado mi hija de 32 años en la casa de su abuela: la campera con 9.000 pesos que estaba colgada en una silla y un celular que cuesta 20.000 pesos. Yo se lo regalé en mayo pasado a mi nieta de 9 años. Fue un regalo de cumpleaños que todavía estoy pagando”.

Marcela rescató que “por suerte” no despertaron a su madre, porque quizás “hubiese gritado” y eso probablemente “podía desencadenar una desgracia”.

“Capaz que la lastimaban o la hubiese escuchado mi hijo”, un joven de 30 años, “porque vivimos a metros de la casa de mamá. Seguro iba a levantarse a ver qué le había pasado a su abuela y se encontraba con los delincuentes”, calculó.

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La mujer estimó que el robo pudo haberse consumado entre las 3 y las 3.30 de la mañana.

“A las 4 se despertó mamá por el frío que entraba, debido a que dejaron abierta la puerta balcón”. Sin advertir lo que había ocurrido, volvió a conciliar el sueño, comentó Marcela en diálogo con este diario.

La hija de la víctima se mostró sorprendida de que nadie haya advertido el robo.

En el caso de su madre, lo adjudica a que estaba durmiendo y “tiene poca capacidad auditiva”, pero no deja de llamarle la atención que ellos tampoco hayan escuchado nada. Sobre todo porque a las dos viviendas solamente las separa un patio. En la suya hay perros y “nadie oyó nada”. Los vecinos tampoco. Incluso, señaló, “la puerta balcón hace bastante ruido cada vez que se la abre”.

Lamentó que los 9.000 pesos que se llevaron “los juntamos con dinero de mi mamá, mío y del padre de mi nieta de 9 años, porque como mi hija hace un año y medio que está sin trabajo, la ayudamos económicamente para que pueda afrontar sus gastos”.

Las pertenencias sustraídas se encontraban en la vivienda de la mujer de 92 años porque la nieta “vive en el barrio y acostumbra visitar a su abuela. Al otro día iba a buscar esas cosas”, apuntó Marcela.

Luego reparó en que “tranquilamente estos delincuentes podrían haberse pasado a mi casa por el patio de mi madre. Pero se ve que se conformaron con lo que encontraron y decidieron irse sin arriesgar más tiempo”.

“YA ROBARON A CASI TODOS”

En el barrio hay preocupación por la reiteración de delitos, según la vecina. “Ya nos robaron a casi todos”, dijo y mencionó: “desde que mudaron la comisaría quinta (de diagonal 74 entre 64 y 65 a 28 entre 62 y 63), no vemos pasar ni un patrullero”.

En la zona, sospechan de “un grupo de pibes que se juntan de noche en la esquina. Toman, se drogan y miran nuestros movimientos”, aseveró la mujer.