Errores que se cometen con el protector solar
Edición Impresa | 29 de Enero de 2020 | 02:26

Aunque los expertos aseguran que hay que proteger la piel de los daños solares durante todo el año, durante las vacaciones es cuando se toma más conciencia de la importancia del uso de un protector solar.
Sin embargo, el hecho de ir a comprarlo no es suficiente para proteger nuestra la piel adecuadamente de los daños solares. También hay que ser consciente de los errores más comunes que se cometen en cuestión solar par evitarlos.
Factor adecuado
Al comprar un protector solar no solo hay que fijarse en el factor, sino que también hay que cerciorarse de que proteja tanto de los rayos UVA (los culpables del fotoenvejecimiento a largo plazo), los rayos UVB (los que producen la quemadura tras la exposición solar) y los infrarrojos (multiplican los radicales libres, provocando el riesgo de agotar los antioxidantes). Se trata de protectores que protegen contra la radiación UVA, la radiación UVB y los infrarrojos. Es importante elegir siempre fotoprotectores de amplio espectro porque los tres tipos de rayos atraviesan la atmósfera e inciden sobre la piel. Por suerte, en el mercado cada vez son más los protectores solares de este tipo.
Cantidad
Los dermatólogos recomiendan que se apliquen 2 miligramos de producto por cada centímetro de piel, lo que se traduce en un gasto de 30 miligramos de producto cada vez que se lo usa (cada 1,5 o 2 horas). Para que quede claro, se deberían usar dos palmas de la mano de protector solar cada vez que se lo aplique, nunca menos cantidad. Cuando se hacen los estudios de medición del FPS se aplican 2 miligramos cada 2 centímetros. Sin embargo, la aplicación habitual suele ser de medio miligramo cada 2 centímetros. Por lo tanto, para suplir esta diferencia se recomienda usar fotoprotectores con un SPF de 30 o más y reaplicar la crema cada dos horas.
Texturas
En el mercado se ofrecen protectores en crema, emulsión y spray. Pero los dermatólogos tienen su preferido. Lo mejor son las texturas en crema que a pesar de no ser tan cómodas como el formato spray, son las que garantizan una buena cobertura, siempre y cuando se cubras adecuadamente la piel con ellas. Y también se deben evitar las texturas de toque seco, muchas incorporan ingredientes volátiles que acaban irritando los ojos.
Antioxidante
Normalmente se presta atención a las rayos UVA y UVB y no se piensa en los radicales que se forman durante la exposición solar. Añadir uno o varios antioxidantes a la rutina solar es un paso imprescindible para neutralizar los radicales libres, que son los verdaderos responsables del envejecimiento cutáneo. Habría que aplicarlo en forma de serum, antes de aplicar el solar elegido.
Caducidad
Al igual que ocurre con el resto de cosméticos, los protectores solares también caducan. Si no se lo ha abierto, hay que fijarse en la fecha que viene en el envase para saber cuándo se debe tirar; pero si ya está usado, se tiene que buscar en el envase la figura de un tarro con la tapa abierta y el número que hay en su interior. Normalmente, el fotoprotector caduca a los nueve meses de estar abierto -nunca puede guardarse de un verano a otro-; aunque no se debe utilizarlo si se ve que cambia de aspecto, de color o tiene un olor desagradable. Y vale recordar que hay que cerrar bien el envase antes de guardarlo, en un lugar seco y sin exposición al sol.
“Las texturas en crema son mejores porque a pesar de no ser tan cómodas como el formato spray, son las que garantizan una buena cobertura”
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE