La génesis del peronismo en la ciudad de La Plata

Doctor en Historia

“Quiero prodigarle mi recuerdo a la figura de Cipriano Reyes, quien, con su energía y comprensión práctica del proceso popular, tal como ocurrieron los acontecimientos que lo configuraron, hizo posible en grado fundamental no sólo la materialización del 17 de octubre de 1945, sino el propio triunfo del Peronismo en febrero del año siguiente. Mientras los teóricos, de los que Reyes difería por su accionar, perdían el tiempo en torno a esquemas y figuraciones que ya eran del pasado, Cipriano agitó, con su energía innata, la infraestructura social del gran Buenos Aires, y cuando los oradores del gremialismo suponían que con retórica pura podían revalorizar las estructuras, él se movió sin descanso en todos los terrenos del nuevo país aún en tinieblas”. Dr. René Saúl Orsi.

Cipriano Reyes se inició joven en el gremialismo anarquista, pero militaba dentro de la corriente sindicalista cuando, en 1941, llegó con su familia a Berisso, por ese entonces barrio de la ciudad de La Plata. Fundó allí el Sindicato Autónomo de la Industria de la Carne.

De su etapa libertaria conservó la creencia que el paro general era la única arma de lucha de la clase obrera. Tuvo su “día de gloria” en aquella gran huelga del 17 de octubre de 1945. Tal vez por eso, durante el gobierno de la Revolución de 1943, fue la ciudad de La Plata la que más veces visitó el coronel Perón. Lo hizo en seis oportunidades.

En la Universidad platense pronunció, el 10 de junio de 1944, quizá la disertación más importante de su vida pública: “Significado de la Defensa Nacional desde el punto de vista militar”.

La defensa nacional

Perón sostenía que la defensa nacional exigía una obra social y una industrialización importante en el país, particularmente pesada. Este convencimiento le sirvió para justificar las tres funciones que desempeñó durante el proceso revolucionario: como secretario general y luego titular del Ministerio de Guerra, a los fines de la defensa; creó bajo su cargo la Secretaría de Trabajo y Previsión para la obra social y constituyó el Consejo Nacional de la Postguerra, designándose su Presidente, con el propósito de promover la industria nacional.

LE PUEDE INTERESAR

Opinan los lectores

LE PUEDE INTERESAR

El Canal de la Magdalena: necesario, pero no suficiente

El acto público que en su homenaje se hizo, el 10 de agosto de ese año, en la Plaza San Martín de la capital bonaerense, fue el más multitudinario de los realizados en el interior del país. Perón resumió en un discurso los dos objetivos de la Revolución del 4 de junio: la unión nacional y la justicia social.

Resultó evidente que, en la década del cuarenta en Argentina, sólo el Ejército podía realizar una política de justicia retributiva. Si no lo hubiera hecho, la cuestión social hubiera demorado, en mi opinión, muchos años . Y únicamente esta arma podía evitar el fraude electoral.

Perón nombró en 1945, como interventor federal en el decisivo distrito electoral de la provincia de Buenos Aires, al Dr. Atilio Bramuglia, con el propósito de estructurar las bases electorales a su ya indisimulada candidatura presidencial. Instalado en su despacho de la calle 6, Bramuglia designó, comisionados comunales adictos a Perón. También aglutinó a importantes dirigentes radicales bonaerenses.

La Plata fue el único lugar del país, donde las tropas del Regimiento 7, al mando del general Ramón Albariños, salieron a la calle para apoyar al Ministro de Guerra, durante la crisis del 8 y 9 de octubre de 1945, producida por la guarnición militar de Campo de Mayo, que determinó su destitución y arresto en la isla Martín García.

La sirena de EL DIA

La sirena del diario EL DIA anunció la caída de Perón. Una multitud convergió en el domicilio del presidente de la Universidad, doctor Alfredo Calcagno, quien pronunció una arenga diciendo que, como ya lo había anticipado, la Revolución estaba en la Universidad. Atribuía la caída del Vicepresidente a las luchas estudiantiles de ese año. Para Cipriano Reyes, la Revolución estaba en Perón y se aprestó a preparar la agitación y movilización para la reposición del Coronel al poder, desde el Sindicato Autónomo de la Industria de la Carne de Berisso.

En este ambiente crispado y confrontativo, pletórico de incidentes y contradicciones, transcurrieron los inquietantes días del 9 al 18 de octubre en la capital bonaerense. La ciudad de Dardo Rocha fue la única localidad donde se desarrollaron dos actos multitudinarios peronistas, el 17 y el de 18 de octubre de 1945, en la plaza San Martín.

En el primero hablaron María Roldán, por el Sindicato Autónomo de la Carne de Berisso, Benjamín Bambill, por la juventud radical y René Orsi, integrante de la Federación Universitaria de La Plata.

El interventor federal en la provincia de Buenos Aires general Francisco Sáenz, y su ministro, Tte. Cnel. Vicente Felipe Benito, saludaron desde el balcón de la Casa de Gobierno a la multitud peronista.

Durante la jornada del 17 de octubre la policía platense animó a los manifestantes. Por la noche, la de caballería, volvió a su destacamento en el Bosque y dio vivas al coronel Perón.

La concentración del 18 de octubre, fue presidida por Cipriano Reyes. El Tte. Cnel. Benito siguió el acto desde los balcones de la casa de gobierno y, a pedido de la multitud, dijo unas palabras.

La movilización a Plaza de Mayo, ocurrida en La Plata, en el gran Buenos Aires y Capital Federal, el 17 de octubre de 1945, a los fines de reclamar la libertad de Perón y Mercante, es reconocida como el nacimiento del Peronismo.

El diario EL DIA, con justeza, tituló la jornada: “FARRELL Y PERÓN HABLARON DESDE LOS BALCONES DE LA CASA ROSADA: no será entregado el gobierno a la Corte Suprema y se formará un gabinete adicto a la causa trabajadora”.

Si bien esta gesta popular tuvo una gran espontaneidad, la poca agitación y planificación de la movilización fue producida por la Comisión Intersindical La Plata-Berisso creada por Cipriano Reyes.

He recogido muchos testimonios de los protagonistas del “Día de la Lealtad Popular”, pero hay uno que más me conmovió. Rememora Irma Pintos, hija de Hipólito Pintos, integrante de la comisión directiva del Sindicato Autónomo de la Carne de Berisso:

“Cuando a Perón lo destituyeron y lo llevaron preso a la isla Martín García, en octubre de 1945, yo, sin conocimiento de mis padres, tomé volantes que había en casa confeccionados por el Sindicato Autónomo de Berisso, incitando al pueblo a salir a pedir a libertad de Perón y Mercante y los arrojé desde el avión Fleet motor radial, que yo era casi la única que lo volaba pues era muy antiguo, sobre La Plata, Berisso y Ensenada. Lo hice también a escondidas de la Comisión del Aero Club de La Plata, pues no me lo habrían permitido y a mi corta edad tampoco quería comprometerlos. Ese fue mi aporte a la agitación popular del 17 de octubre. Lo hice por propia iniciativa, nadie me lo pidió. Eran demasiados hombres los del Sindicato de la Carne de Berisso para utilizar a una joven de 18 años”.

Demostración multitudinaria

Esta demostración multitudinaria, sin precedentes, creó las condiciones para organizar el primer y único partido político obrero en Argentina: el Laborista, dejando aislados de la clase obrera a la mayoría de los dirigentes sindicales antiperonistas. Los dos aspectos se complementan, ambos tuvieron la impronta de Reyes y otorgan a la ciudad de La Plata el protagonismo en la génesis del Peronismo.

El artista que fotografió, por años, las viviendas, edificios y la gente de Berisso, Luis Gurunciaga, dejó escrito, no hace mucho, una síntesis tan bella como sus instantáneas: “A Berisso se la sigue recordando como la ciudad de los frigoríficos, de Cipriano Reyes y el 17 de octubre”.

Las casas de una sola planta hechas de zinc corrugado eran características del primer estilo habitacional de Berisso.

Berisso es la proletaria cuna de zinc corrugado del Peronismo.