Anticipó su muerte en un video, su cuerpo sigue incorrupto y ahora será beatificado por el Papa Francisco tras un "milagro"
| 4 de Octubre de 2020 | 17:00

Carlos Acutis, nacido el 3 de mayo de 1991 en Londres y de padres italianos, se dedicó a ayudar a los necesitados y a llevar la Palabra de Dios a través de internet. En 2006 falleció a causa de una leucemia, pero tres meses antes anticipó el momento exacto de su fallecimiento a través de un video. El 10 de octubre de este año será beatificado, por un milagro atribuído a su intercesión, tras haberse comprobado la sanación de un niño brasileño gravemente enfermo.
Vestido con jeans, zapatillas y campera deportiva, los restos incorruptos del llamado “ciberapóstol de la Eucaristía" se exhiben en Asís y pueden verse en vivo en la web para poder rezarle.
Según relatan, su familia era católica pero no practicante. Su madre contó que sólo había ido tres veces a la iglesia: para su comunión, su confirmación y su boda. No obstante, una niñera polaca llamada Beata, devota de Juan Pablo II, le hizo "descubrir la fe".
Acutis pertenecía a una familia de muy buen nivel económico y, desde su infancia, se preocupó permanentemente por ayudar a las personas más desfavorecidas. Por ejemplo, tras volver de la escuela salía a repartir comida entre las personas que vivían en la calle. Fue voluntario en varios comedores sociales y guardaba parte de la comida de su plato para dársela a quienes la necesitaban.
Se dedicó al catecismo de manera presencial, pero también de modo virtual, a la vez que desarrollaba su pasión por el mundo de la informática. Lanzó un exitoso proyecto virtual relacionado con los milagros eucarísticos, dando testimonio de la fe a través de la generación de distintos sitios web y buscando la difusión masiva de los contenidos religiosos. Por eso lo bautizaron "ciberapóstol de la Eucaristía".
En 2005, con apenas 14 años, realizó una exposición sobre los milagros eucarísticos en el mundo, con una recopilación de 136 hechos. De ese modo buscaba llevar la palabra de Dios a través de la tecnología, un hecho que luego de su beatificación podría convertir a este joven evangelizador del siglo XXI en “Patrono de Internet”.
A principios de octubre de 2006, comenzó a sentirse muy mal y fue hospitalizado de urgencia. Apenas entró al centro médico, miró a su madre y le dijo: “De aquí, no salgo más”. Luego fue diagnosticado de leucemia mieloide aguda, en su grado más agresivo. Antes de dar el último suspiro, había pedido que sus restos descansaran en Asís, ciudad que hizo suya a pesar de que vivía en Milán, pero que lo conectaba profundamente con su fe.
Su madre aseguró que el día de su funeral asistieron cientos de desconocidos y que luego se enteró que eran personas a quienes su hijo había ayudado. Tambièn contò que unos días después del fallecimientoe despertó con una voz: corrió al cuarto de su hijo esperando alguna señal, encendió la computadora y encontró un video que Carlo había grabado en Asís, tres meses antes de que le diagnosticaran leucemia.
“Cuando pese 70 kilos, estoy destinado a morir”, decía frente a la cámara, algo que se cumplió, ya que ese era su peso en el momento que falleció. Fue tomado como un anticipo de su nueva muerte y un hecho más que agigantó su figura entre los creyentes.
Pero no fue lo único que anticipó: En 2010, Antonia -que en ese entonces tenía 43 años- dio a luz a los mellizos Francesca y Michele. La noticia no fue una sorpresa para ella, ya que Carlo se lo había vaticinado tres años antes de morir.
EL MILAGRO POR EL QUE SERÁ BEATIFICADO
El 12 de octubre de 2013, justo el día en que se cumplía el séptimo aniversario de su muerte, un niño brasileño que padecía de páncreas anular, una enfermedad irreversible y mortal, asistió junto a su abuelo a una misa en la capilla de Nuestra Señora Aparecida, ubicada en Campo Grande de Mato Grosso del Sur.
Su estado de gravedad era tal que no podía dejar de vomitar y se limpiaba permanentemente con una toalla, apenas podía mantenerse en pie. Durante la ceremonia, se exhibió una reliquia de Carlo -un pequeño trozo de tela de su ropa- y el pequeño le preguntó a su abuelo qué debía hacer. El hombre le respondió que pidiera “dejar de vomitar” y su nieto repitió esas palabras.
Desde entonces, nunca más volvió a hacerlo y los médicos aseguran que se curó por completo. Sus estudios clínicos muestran que se sanó totalmente y su páncreas se convirtió en un órgano normal, a pesar de que el cuadro severo que padecía lo llevaría a una muerte pronta y segura.
Ese mismo año en que ocurrió la sanación del niño, se inició el proceso de canonización en la Arquidiócesis de Milán. El 5 de julio de 2018, el Papa Francisco declaró a Carlo Acutis como Venerable Siervo de Dios. El 21 de febrero de 2020, el Sumo Pontífice aprobó el milagro que se le atribuye por el chico de Brasil y por el cual será beatificado la próxima semana.
En el video que se difundió a través de las redes sociales y en el que se muestra el momento de la apertura de la bóveda en el Santuario de la Expoliación de Asís, se observa que el adolescente yace vestido con jeans, zapatillas y una campera deportiva, además de llevar un rosario en sus manos. La tumba fue abierta después de la misa que presidió en su memoria el Obispo de Asís, Monseñor Domenico Sorrentino.
El rector del Santuario del Despojo en Asís, Padre Carlos Acácio Gonçalves Ferreira, reveló en declaraciones a la Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa) que el cuerpo “se encuentra en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro. Conserva todos los órganos”. Y agregó. “Se hicieron trabajos sobre el rostro, y es bonito que por primera vez en la historia se pueda ver a un santo vestido con pantalones jeans, zapatillas de deporte y sudadera. Eso es un gran mensaje. Podemos sentir su santidad no como una cosa lejana, sino como algo al alcance de todos, porque el Señor es Señor de todos”.
Por su parte, el Obispo Domenico Sorrentino afirmó que el cuerpo fue tratado con técnicas de conservación y de integración, que son usualmente practicadas para exponer con dignidad a los beatos y santos.
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