La Sputnik V tiene cuestionamientos en Rusia, el país de origen

El presidente Alberto Fernández afirmó hoy que en una "charla telefónica extensa" con su par de la Federación Rusa, Vladimir Putin, se lograron "dar pasos importantes" para concretar un acuerdo tranquilizador entre ambos Estados y dotar a la Argentina con 20 millones de dosis de la vacuna Sputnik V contra el coronavirus.

Durante el anuncio sobre las medidas que se adoptan desde hoy en todo el territorio nacional para mitigar la difusión de la Covid-19, el primer mandatario dedicó un extenso comentario sobre la conversación que mantuvo esta mañana con Putin.

"Fue un charla telefónica extensa, de todo lo que le puede interesar a un presidente de Rusia y a un presidente de Argentina a la hora de ver cómo vinculamos mejor a nuestros países, pero le dedicamos un rato muy largo a la vacuna y la verdad es que allí logramos avanzar y dar pasos importantes", señaló Fernández.

En ese sentido explicó que se está trabajando para llevar adelante un acuerdo "de Estado a Estado, para la provisión" de "20 millones de dosis" que permitirán vacunar a "10 millones de personas, a partir de finales de diciembre".

"Para nosotros la posibilidad de lograr este acuerdo con la Federación Rusa nos da una gran tranquilidad", completó

LAS CRITICAS EN RUSIA A LA VACUNA

Como se especificó, esta vacuna, como el resto de las más avanzadas, aún no superó la fase 3 de prueba y no tiene aprobación de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y tampoco de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA). Además, debería ser aprobada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (ANMAT) antes de su utilización en la Argentina.

El 11 de agosto pasado, el presidente ruso Vladimir Putin anunció la aprobación de la vacuna. A nivel mundial surgieron cuestionamientos sobre la puesta en práctica de una vacuna aún en estado de prueba. Esa decisión generó polémica también en Rusia, donde su aplicación genera la oposición de parte de la población.

Así lo demostró esta semana el Centro Levada, la encuestadora más independiente que se conoce en Rusia, al publicar un sondeo que señala que el 59% de la población rusa rechaza ser inoculado con la Sputnik V. La razón principal: la vacuna aún se encuentra en período de ensayo y eso no la hace confiable. El rechazo tuvo manifestaciones públicas de varios sectores, como los maestros y los médicos, que están entre los primeros grupos señalados como indicados para vacunarse.

"Antes del final de los ensayos no pueden hacer que sea obligatorio", señaló a la televisión rusa Yuri Varlamov, docente en Moscú y miembro del sindicato de maestros. Por su parte, Marina Balouyeva, copresidenta del sindicato de docentes rusos, no dudó en señalar en el mismo informe publicado por la cadena CNN que desconfía de la vacuna Sputnik V. "En primer lugar, se sabe en general que la calidad de las vacunas nacionales es peor que la de las extranjeras. Y, en segundo lugar, la vacuna se creó a la velocidad del ferrocarril, lo que ya genera preocupaciones. Se creó apresuradamente", afirmó.

También, días atrás, La Vanguardia de España publicó un sondeo realizado a 3040 doctores y especialistas de salud rusos que arrojó que un 52% de los profesionales sanitarios no está dispuesto a ser vacunado, mientras que el 24,5% indicó que estaría de acuerdo en recibir la vacuna. Solo una quinta parte de los encuestados dijo que recomendaría la vacuna a sus pacientes, colegas o amigos. Los que la rechazan argumentaron que la vacuna tuvo una aprobación acelerada y no hay datos suficientes para considerarla confiable.

Algunos científicos fueron más allá y señalaron su temor ante la posibilidad de que se esté colocando el prestigio nacional por delante de la seguridad. En tanto, el ministro de Sanidad, Mikhail Murashko, rechazó las preocupaciones de algunos expertos por "carecer de fundamento".

 

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