Una vecina hizo estallar a un ciber ladrón que terminó insultándola

Furioso porque la víctima lo hizo hablar hasta por los codos para finalmente decirle que era un sirvergüenza, un ciber estafador terminó insultando a una vecina. Es otro capítula en la larga lista de las ciber estafas que se cometen por vía telefónica y en la que una vez más el delincuente trató de que su víctima fuese a un cajero automático y realizara una operación que luego le permitiría acceder a su cuenta bancaria, vaciarla y tomar créditos en su nombre.

La protagonista de esta historia es Mercedes Spinetta, una licenciada en Gerontología nacida en General Arenales y que dedica su vida al cuidado y atención de los adultos mayores en La Plata.

Mercedes recibió un llamado de un supuesto operador de una tarjeta de crédito que le dio la "buena noticia" de que había ganado un premio de 35 mil pesos y un teléfono celular de alta gama.

El ladrón cibernético tenía dados de Mercedes para ubicarla en La Plata y así avanzó con su "verso" pero en medio de su extenso discurso de casette, la mujer le dijo que en realidad ella vivía en Neuquén, lo que obligó al delincuente a cambiar el vector de la estafa, para luego volver con el intento.

Después de un extenso monólogo apenas interrumpido por algunas preguntas de Mercedes que no hacían más que obligar al ladrón a esforzarse más y más con sus explicaciones, llegó el momento en que, como era obvio., le pidió que fuera a un cajero automático para "validarse" y cobrar su supuesto premio.

"Vivo en el medio del campo, no estoy cerca de un cajero", lo anotició Mercedes.

Al borde de la desesperación el ciber ladrón quiso saber si en todo caso "mañana puede ir". Y ahí Mercedes le dijo lisa y llanamente que era un sinvergüenza.

El sinvergüenza pidió entonces que le hablara "con más respeto" a lo que Mercedes le indicó que "respeto era no estafar gente". 

Seguidamente el ladrón la insultó de arriba abajo y Mercedes le informó que lo estaba grabando y tenía su teléfono identificado.

Y en una muestra de sentirse impune, el ladrón le dijo: "ay, que miedo tengo, inspectora". Y volvió a insultarla.