Golpes y tensión por el secuestro judicial de un vehículo en Gonnet

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“Hace 10 años que soy oficial de Justicia y 27 que trabajo en Tribunales”, dijo Paula Digiano antes de relatar lo que le pasó el último lunes en Gonnet, cuando fue a secuestrar un vehículo por orden judicial y terminó agredida, junto con un abogado y otro empleado, frente a policías “que hicieron poco”, aclaró.

“Ya hice la denuncia”, refirió, reclamando que se les asigne “más protección” en un trabajo que “no dejamos de realizar ni siquiera en pandemia, con un frasco de alcohol como todo resguardo”.

Según explicó, el incidente ocurrió a las 18 del lunes en la zona de 495 y 19, cuando Digiano se presentó en un comercio para cumplir con una orden librada por el Tribunal de Trabajo 5 de La Plata y secuestrar un vehículo utilitario en el marco de una causa por despido.

“Habíamos pedido apoyo policial” al Comando de Patrullas, explicó, por lo que estaban presentes dos efectivos; un hombre y una mujer. Eso no impidió, según la denuncia radicada ante la UFI 6, que la dueña del vehículo “atacara al empleado que había sido asignado para retirarlo. Se le abalanzó y le arrebató la llave”, recordó la mujer, mientras “otros dos hombres que estaban en el local salían en apoyo de la demandada”.

“Tiraron patadas, piedrazos y le dieron una trompada al abogado que nos acompañaba”, dijo Digiano, molesta con los policías que estaban presentes en el operativo “porque prácticamente no intervinieron ni identificaron a los agresores”, aseguró. Más allá de la violencia del incidente nadie resultó con heridas graves y se pudo concretar el secuestro del vehículo una vez que la demandada accedió a entregar la llave, aunque a los empleados judiciales les quedó el sabor amargo de saber que este caso no fue el primero, ni será el último.

Estos episodios “son cada vez más frecuentes, sobre todo en los últimos tiempos”, reconoció la oficial de Justicia, apuntando que por situaciones similares atraviesan a diario los notificadores. “Encima, si nos equivocamos tenemos que responder con nuestro patrimonio y la gente cree que no trabajamos”, cuestionó.

De hecho, agregó, “en el momento de llevarnos la camioneta los vecinos nos increparon diciendo que estábamos molestando a la gente que trabaja, como si nosotros no lo hiciéramos”.

“Ya realicé la denuncia a través de la página web y tomó intervención la UFI 6, pero queremos que se sepa que necesitamos más protección”, insistió Digiano.

antecedente

Hace poco más de tres años esta mujer sufrió un ataque similar en la misma zona, que terminó con su marido infartado.

“Me apedrearon el auto y él se descompensó”, remató.

 

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