Un grupo de menores que tuvo en jaque a un colegio, ahora ataca en casas y negocios

En una zona de Villa Castells, el miedo entre sus habitantes es notorio y lo atribuyen a actividades delictivas y violentas de un grupo de menores que son vecinos del lugar.

Algunos frentistas que ayer hablaron con este diario aseguran que esos chicos viven con su familia. Y salen desde su casa a robar por la zona.

Este diario dialogó con frentistas de la zona de 7 entre 507 y 508. Todos pidieron reservar su identidad. “Viven acá nomás y nos conocemos todos. Si nos identifican es probable que después tengamos más problemas”, indicó una vecina.

Otro frentista sostuvo que “son los mismos pibes que por lo menos hasta el año pasado tuvieron a maltraer a la comunidad educativa del colegio San José Obrero” que funciona en la esquina de 505 y 10.

Como lo informó este diario en reiteradas ocasiones, ese establecimiento fue blanco de ataques delictivos y de vandalismo, tanto en momentos en que se encontraba cerrado como en jornadas de clase, con los alumnos circulando por el patio y los chicos ahora señalados arrojando piedras yo subidos al techo, por ejemplo.

“HACEN LO QUE QUIEREN”

Siempre según la versión de vecinos y comerciantes, en los últimos “cuatro ó cinco meses” la mira de esta bandita mutó hacia objetivos cercanos a su domicilio.

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“Estos pibes, que tienen entre 11 y 17 años, ahora se meten en viviendas y comercios de este barrio”, le dijeron ayer a EL DIA Mónica (43), Yanina (39), Raúl (40), Soledad (37) y Mariela (37), algunos de los frentistas del lugar que se reunieron para abordar esta situación que los preocupa y atemoriza.

“Son chicos que pertenecen a una misma familia, a los cuales la Policía ya los conoce, pero nos dice que no puede hacer nada por tratarse de menores de edad”, consignaron entremezclando bronca con impotencia.

Cuando se les pidió precisiones sobre el accionar del grupo, Mónica citó que en la noche del lunes “robaron en una casa de 4 y 496. También saltaron el paredón de una vivienda de 7 entre 507 y 508, para robar una bicicleta. También se llevaron dos de esos rodados en una casa de 8 y 508. En esa esquina ya habían robaron un auto”, indicó la mujer.

Por su parte, Yanina mencionó que “a la verdulería de 7 y 508 ya le robaron estos pibes varias veces”.

Y recordó que “hace poco se metieron en una casa de 10 bis y 507, a la que desvalijaron”.

En tanto, Mariela aludió a que el mismo grupito de adolescentes “hace dos meses rompió el paredón de la casa de una pareja en 508 entre 7 y 8 e ingresaron a robarle mientras dormía. No los despertaron, pero les pegaron a los perros”.

Mónica aportó después que “las luminarias de esta zona las rompen estos mismos chicos”.

Los vecinos coincidieron en precisar que el radio de acción por donde se mueve esta bandita, comprende desde las calles 502 a 491 desde calle 4 hasta 11”.

Asimismo, reflejaron que “no sólo se dedican a robar, también les gusta hacer maldades, por ejemplo atacando a algunas propiedades”.

“Hace 4 ó 5 meses que venimos soportando toda esta inseguridad y a nadie parece importarles mucho, porque estos pibes se manejan con muchísima impunidad”, reprocharon luego.

“Cuando llamamos a la Policía, esperamos en vano que llegue el patrullero. Te dicen en la comisaría de Gonnet que no tienen móviles. Pero sabemos que no vienen porque saben que estos pibes son los que salen a robar”.

Una fuente de la Policía reconoció la problemática y coincidió con la descripción familiar que realizan los vecinos, pero limitó el margen de acción de la fuerza “porque son menores de edad. Los hemos llevado varias veces a la comisaría y vuelven a la casa”, indicó el investigador consultado.

“Se meten en las casas para robar, tiran piedrazos, rompen vidrios de autos, agreden, insultan y amenazan a la gente. No tienen freno. Vivimos encerrados y con miedo”, se resumió en una nota que están haciendo circular los vecinos en el barrio y planean enviarla a la Municipalidad y el Ministerio de Seguridad.