Tras la “película de terror”, una colecta y hasta rifas para reponer los equipos

En el Parque Pereyra, en una tarde de sol a pleno, con centenares de familias alrededor, el grupo conformado por seis chicas estudiantes de cine, una actriz y un actor, solo tenía que correrse un poco del ruido para darle la última puntada al rodaje de la historia de una relación entre dos mujeres con la que planeaban aprobar una materia troncal de su carrera.

“¿Van a filmar una película de terror?”, preguntó un joven que pasaba con un grupo y a algunas de la chicas no les gustó la actitud. No se equivocaron. En minutos, volvieron armados con un revólver, un palo y un vidrio cortado y la historia ya era de miedo. Entre gritos y amenazas, los ladrones despojaron al grupo de equipos electrónicos para la grabación de imágenes y video que tienen un valor estimado de unos 400 mil pesos.

De ese total, un lote de elementos que suman 300 mil pesos eran prestados o alquilados y las estudiantes se prometieron afrontar con su propio esfuerzo el daño del despojo. Ya abrieron una cuenta en un portal de comercio electrónico y lanzaron una colecta dedicada a reunir el dinero para cubrir los costos de las pérdidas.

En pocas horas apareció la respuesta. “Una familiar de una compañera de la carrera donó dinero y apareció un montón de gente ofreciendo cosas para hacer rifas. También nos propusieron hacer eventos para juntar dinero”, contó María Bonadeo, una de las integrantes del equipo de filmación.

Las estudiantes ya piensan en esos sorteos y en la organización de proyección de películas y ferias de variedades.

La historia comenzó con la necesidad de encontrar un escenario natural, alejado del movimiento y el paisaje urbano. Esa fue la consigna que planteó la cátedra de Realización III de la Facultad de Artes de la UNLP. Entonces, se escogió el Parque como una opción cercana. Una amiga de una de las chicas les prestó una cámara y el resto de los equipos los alquilaron en un comercio platense especializado.

el seguro

Todo estaba bajo control de la organización del set. Incluso, al llegar dieron aviso a los policías de guardia en el lugar.

Sin embargo, se escapó un detalle: “el alquiler incluía un seguro pero la póliza cubría dentro de La Plata. Como el Parque está en Berazategui, no lo paga la compañía”, apuntó Naomy Gauna, otra alumna de la carrera.

La alumna contó que el atraco ocurrió alrededor de las 16.30 del domingo. “Éramos seis alumnas de la carrera de Cine y dos actores. Teníamos que rodar unos doce cortometrajes que iban a ser utilizados para una película que tiene previsto hacer nuestra cátedra. Eso iba a servir para el trabajo final de la cátedra y la historia giraba sobre un amor entre dos chicas”, detalló.

La jornada de trabajo arrancó a las seis de la mañana. El equipo se situó en la entrada al Parque, que da al Camino Centenario.

“Como el rodaje era en dos días, el primero de los cuales había sido el sábado, alquilamos todos los equipos en una casa de audiovisuales por 7.000 pesos por ambas jornadas, mientras que una de las cámaras era de una compañera nuestra”, indicó Gauna.

Todo venía desarrollándose normalmente mientras avanzaba la jornada y el predio se iba llenando de familias y grupos de amigos en busca de aire puro y naturaleza.

En búsqueda del mejor plano, el grupo se internó unos 200 metros en el parque y se acercó hacia un arroyo. Ya estaban en un lugar más retirado con respecto a los pic nic cuando grababan las últimas tomas. “Se nos aparecieron 5 pibes de entre 18 y 27 años, armados hasta con palos y a los que un rato antes los vimos pasar y nos preguntaron qué estábamos grabando. Cuando se lo hicimos saber, nos hicieron un chiste: `¿van a filmar una película de terror?`. Cuando volvieron, al vernos cerca del arroyo del Parque, directamente nos dijeron `les informamos que están todos robados` y nos sacaron los equipos. Escaparon corriendo por un caminito que seguramente conocían como el mejor lugar para hacerlo, porque deben ser de la zona”, recordó la joven.

Se llevaron grabadoras de sonido, cámaras, micrófonos, un objetivo y un estabilizador, entre otros aparatos.

La actriz y el actor no se salvaron de que les quiten sus mochilas y celulares. Según Gauna, al joven le apoyaron un vidrio en un brazo para intimidarlo. Mientras ocurría eso, las mujeres comenzaron a correr, intentando huir de la violencia, pero a algunas las pararon los ladrones y las despojaron de lo que tenían en las manos.

“Estamos difundiendo el episodio y precisando el número de serie de los equipos que nos sacaron por si alguien detecta la venta a través de las redes sociales”, se ilusionó Naomy.

“Cuando volvieron, directamente nos dijeron ´les informamos que están todos robados´

Naomy Gauna, estudiante de Cine

“Una familiar de una compañera donó dinero y apareció un montón de gente ofreciendo cosas para hacer rifas”

María Bonadeo, estudiante de Cine