León Felipe, el gran poeta español en el exilio, conmovió a la Ciudad

Su verdadero nombre era Felipe Camino Galicia de la Rosa (1884-1968), pero había adoptado desde su juventud el seudónimo de Felipe León con el que ganó una sólida fama como poeta.

Con el advenimiento del régimen franquista en 1939 después de imponerse en la guerra civil española desatada en 1936, el poeta se exilió en México donde vivió hasta su muerte, pero durante muchos años recorrió nuestro continente alzando su voz contra el fascismo.

A nuestra ciudad, cuya presencia era esperada desde hacía varios años, llegó en junio de 1947 y representó un hito más político que literario, pero, en cualquier caso, el hombre fue uno de los visitantes ilustres que La Plata tuvo durante el pasado siglo.

Aunque su estilo literario fue realmente personalísimo y difícil de encasillar, y pese a que por su fecha de nacimiento perteneció a un entorno cronológico anterior, muchas veces se lo ha adscripto a la nómina de los grandes poetas de la afamada “Generación del 27”.

La visita de León Felipe a La Plata representó un hito más político que literario

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El sábado 7 de junio de 1947 Felipe León llegó a La Plata para participar de un acto en su homenaje que se llevó a cabo en los salones de la Universidad Popular Alejandro Korn (UPAK), la que se encontraba atestada desde horas antes de su llegada por un enfervorizado público que lo esperaba impaciente.

El hombre llegó acompañado por su esposa, Berta Gamboa y por los escritores Lola Quiroga, Herminia Brumana, Manuel Martín Fernández, Diego Abad de Santillán y Enrique Corona Martínez.

Fue recibido por las autoridades de la UPAK y representantes de distintas entidades y nucleamientos entre los que figuraban la Asociación Editora de la Revista Americana de educación, la Unión Socialista Libertaria, el Ateneo de Estudiantes de Humanidades, y el Centro de Alumnos de Ingeniería, entre otros.

El acto se abrió con palabras del profesor José María Lunazzi, tras lo cual disertó en representación de la institución anfitriona, el Dr. Arnaldo Orfilia Reynal, quien ponderó laudatoriamente la obra del poeta visitante, realizando un breve análisis de su obra a la que calificó como “inigualable”.

Luego habló el titular del Centro de Graduados de la UPAK, Dr. Ricardo Sangiácomo, destacando la trascendencia e influencia intelectual de León Felipe entre la juventud de los países americanos de habla hispana. También lo hizo José Guardia, quien en nombre de la Unión Socialista Libertaria aludió la dimensión de la “poesía cósmica y profundamente universal” del huésped. Por el Ateneo Alberto Ghiraldo, Raúl Amaral expresó el apoyo de esa agrupación a la labor que el visitante venía desarrollando en distintos países americanos, calificándolo de “heroico español del éxodo y el llanto”.

Por último y en medio de encendidos aplausos y vítores, León Felipe leyó cuatro emotivos y fervorosos poemas de su autoría, en los que se refería sin eufemismos a los padecimientos del pueblo español bajo el régimen franquista, aludiendo al mismo tiempo a su lucha republicana desde la “trinchera” literaria y sus penalidades por vivir en el exilio, aunque reconfortado por la solidaridad de la que era objeto en cada uno de los países que visitaba.

Al día siguiente, domingo 8 de junio, el literato fue homenajeado durante un acto realizado a partir de las 18 en la Casa Radical de la calle 48 entre 5 y 6.

En la sede principal del radicalismo platense, el visitante español brindó una conferencia titulada “¿Quién soy yo? El poeta y el hombre”.

Los asistentes colmaron la capacidad del amplio salón, por lo que muchos debieron ubicarse en los pasillos aledaños; entre el público se encontraban numerosos estudiantes universitarios y también varios ciudadanos españoles residentes en nuestra ciudad y que debieron exiliarse durante o a la finalización de la sangrienta y encarnizada guerra civil de aquella nación europea.

En esa oportunidad la presentación del conferencista estuvo a cargo del escritor platense Horacio Ponce de León, quien exaltó las virtudes literarias de la obra del escritor extranjero realizando un análisis del contenido de varios de sus más conocidos poemas, al tiempo que destacó su infatigable lucha contra el fascismo y lo mucho que ello le había costado.

A la hora de hablar, León Felipe debió esperar varios minutos que cesaran los aplausos y los cánticos con los que los presentes los saludaban entusiastamente.

De pie, comenzó diciendo que el conjunto de su obra era “una vieja y monótona canción que luego se lleva el viento”. Y tras exaltar el destino de libertad que debe signar a todos los hombres del mundo, pronunció uno de los pasajes más vivados de su conferencia: “Franco, ¡cómo vas a recoger el trigo y alimentar el fuego si yo me llevo la canción!”.