Federico D’Elía: “Como Estudiantes, Mario Santos no deja nada librado al azar”

En cuarentena desde principios de marzo, el actor habló con EL DIA de la incertidumbre que viven los actores en torno al futuro, de fútbol y, claro, de “Los Simuladores”. ¿Habrá película?

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Por PEDRO GARAY

pgaray@eldia.com

Federico D’Elía empezó la cuarentena antes que el resto: uno de sus hijos volvió de Alemania el 4 de marzo, y tras quedar encerrados por precaución con su familia, se decretó la cuarentena obligatoria. A esta altura, cuenta en diálogo con EL DIA, “ya empieza a jugar un poco la cabeza”.

“Estamos dejando que pase el tiempo, tratando de reinventarnos”, cuenta el actor de varias series que marcaron la tevé, como “Clave de sol”, “Poliladron”, “Verdad consecuencia”, “Carola Casini” y, claro, “Los Simuladores”. “Yo soy bastante cuarentenero de por sí: me guardo bastante, me gusta, la paso bien, al contrario de mi mujer. En ese sentido no lo padecí”, revela, pero “ya no sabemos mucho qué hacer: boludeamos, jugamos, pero lentamente nos vamos cansando incluso de eso. Y también empieza a jugar un poco la cabeza”.

Como para todos, la cuarentena no es fácil para el intérprete platense, hijo del actor Jorge D’Elía, entre el estruendo de las noticias y la incertidumbre del futuro. “Tuvimos una sobredosis de información, y ahora la información es siempre lo misma: ahora lo que aparece es la duda de cuándo se acaba, cuando se achata la curva, cuándo viene el pico, ¿me conviene agarrarme coronavirus primero y después ya estoy bien?”, dice al respecto D’Elía. “Esas incertidumbres me van comiendo la cabeza, pero no es que estoy alterado, son pensamientos que al estar con tanto tiempo al pedo empiezan a aparecer”.

“Sé que la tele es un negocio, pero me parece que estamos en un momento que tenemos que cambiar el chip de la manera de pensar”

 

Y la preocupación principal, como para casi todos los argentinos, es el laburo. “Ya había poco, y con esto, me parece que vamos a tener un año terrible”, lanza, y afirma que “los actores estamos bastante perjudicados, es muy difícil que podamos volver rápidamente al ruedo. Y he escuchado cosas que se están diciendo, como que se van a grabar con barbijo, que son bastante ridículas, ¿cómo voy a grabar una novela con barbijo?”

Teniendo en cuenta que no se sabe cuándo, y cómo, volverán los rodajes, y que las salas de teatro serán las últimas en abrir (“el teatro es el que más va a sufrir”, dice), los actores pidieron a través de sus agrupaciones que la tevé de aire ponga viejas ficciones al aire, para cobrar, al menos, los derechos por la transmisión.

“Me gustaría que ocurra, aunque creo que no va a ocurrir”, tira el platense, y advierte que “de cualquier manera sería ínfimo. Si se hace, deberían pasarse ficciones que no se hayan pasado de diez años a esta parte, ir más para atrás: hay que tener en cuenta en la gente que no viene laburando hace rato, y a ellos sí les podés dar una mano más grande”.

“Pero sé que la tele es un negocio y no tiene por qué andar regalando nada, aunque me parece que estamos en un momento que quizás tenemos que cambiar el chip de la manera de pensar”, continúa. “Después lo volveremos a pensar si todo se acomoda, pero hoy estamos en una situación donde estos pequeños gestos son caricias, es sentir que te tienen un poco en cuenta, que no todo es lo mismo”.

El actor, parte el año pasado de la exitosa “Sugar” en calle Corrientes, pide en este sentido que las plataformas on demand se sumen a Sagai, ONG que recauda y distribuye los derechos intelectuales de los actores, aunque agrega que “soy escéptico. Y El Trece ya vendió todas sus ficciones a YouTube, Telefé también, que tampoco paga. No veo que haya un futuro alentador al respecto”.

Como muchos, D’Elía se halla por momentos paralizado en estos días de cuarentena: “Hoy me cuesta mucho ponerme a pensar para proyectar algo a futuro”, afirma, y no ayuda demasiado la situación de encierro, no poder juntarse con amigos, con colegas, a pensar cosas juntos o al menos a salir de esos laberintos mentales.

“Y extraño encontrarme con amigos”, agrega. “¡Salir a boludear! Estas cosas que tenemos tan incorporadas, lo cotidiano, comprar unas facturas para los mates, juntarme a cenar”. ¿E ir a ver a Estudiantes, que justo había estrenado cancha? “Lo extraño, sí, extraño el fútbol en general, pero no me pasa como en otras épocas, que me volvía loco y puteaba. Ahora creo que pongo cada cosa en su lugar: extraño más ir a visitar a mi vieja a La Plata, que está sola y está grande, que ir a la cancha”.

EL CLUB DE SUS AMORES

Y acepta que, de paso, el parate puede servirle al club de sus amores para barajar y dar de nuevo, “recargar pilas” tras el cambio de DT. Pero, rápido, el intérprete pincharrata opina que “de todos modos Estudiantes venía como vienen tantos equipos del fútbol argentino: creo que exigimos mucho los pinchas, porque pensamos que compramos mucho. Estudiantes trajo, y trajo bien, pero que está lejos de tener un plantel competitivo como River, Boca, Racing. Hay varios equipos más armados que Estudiantes: ahora que está la cancha, no sé cuánto tardará el proceso para rearmarse y encontrar una base sólida.

Hay que ir paso a paso, diría Mostaza”.

D’Elía se entusiasma con el giro futbolero de la charla, y tira que “yo escuchaba estos años quejas de que no entramos en las copas, y menos mal, a veces es mejor no entrar en la copa, no descuidar el campeonato local, no irse a la B, que entrar a una copa que sabés que no la vas a ganar ni en pedo”. Defiende a Milito, aunque acepta que “yo también puteaba porque los resultados no se daban y me amargaba porque no entendía los cambios”, y lo defiende porque “lo conocí, es un apasionado, un laburante, y los jugadores que conozco me decían que era el mejor DT que tuvieron. Me dio mucha bronca que un plantel forma ese vínculo con un técnico, como en su momento ocurrió con Sabella, que no traspase al resultado”. Pero, de todas formas, aceptó como lógica su salida, aunque los resultados “no fueron pésimos”. “No le terminó de encontrar la vuelta, y por eso se fue”, dice. Ahora, espera que al Chavo Desábato, nuevo DT y gloria del club, le vaya bien, “que no lo enterremos, que tengamos paciencia y dejemos laburar: a veces estos pasos apurados a veces salen mal”

MARADONA

Curiosamente, como notó el futbolero actor, a D’Elía le propusieron el año pasado ser parte de “Sueño bendito”, la serie sobre la vida de Maradona este año Amazon (iban a grabar la segunda temporada este año, “pero ahora está todo paradísimo”), justo cuando Diego llegaba a La Plata… para dirigir a Gimnasia. Y encima para encarnar al Profe Signorini, “que está bastante en contra de la escuela pincharrata. Pero es un tipo piola, un bicho raro del fútbol con una mirada de lo social muy fuerte, que es algo que Estudiantes también tiene… Creo que si se sientan un menottista y un bilardista, que ya me parece una pelotudez hablar de esto, una cosa muy vieja, y hablan sin fanatismos, van a encontrar muchísimos puntos de contacto. Si uno se sentara a tomar algo, encontraría puntos de encuentro entre estas ideas supuestamente opuestas: pero es mucho más fácil encontrar las diferencias, y los argentinos somos especialistas en encontrar diferencias para sentar posturas”.

Con esa filosofía conciliadora, D’Elía dice que como “disfruté muchísimo a Diego, me emocionó como jugador”, ahora “quiero que le vaya bien a Maradona, incluso si no me gusta como técnico, por lo que vi en la Selección y en Gimnasia. Lo que no significa que sea mal técnico, es un tipo que debe saber una bocha”.

Actor y futbolero: los dos ejes de la charla, al momento, los lleva D’Elía en el ADN, legados por su padre. Aunque, interpone el actor, no de la forma en que muchos imaginan. “A la cancha me llevó él, de chiquito, casi que me obligó, porque estaba el riesgo de ser de Gimnasia por la familia de mi vieja. Pero después seguí yo, con mi fanatismo, y ahora lo llevo yo a él”, afirma. Y algo similar ocurrió con el trabajo: no hubo imposición. “De hecho, cuando le dije que quería ser actor, creo que en algún punto no le gustó mucho. Porque parece que todo es lindo de ser actor, pero el actor tiene más incertidumbres y sombras que luces, y que yo tuviera que empezar desde abajo a mi viejo le debe haber dado un poco de cagazo, porque él la vivió: cuando se separó de mi vieja y vino a vivir a capital, vino con una mano adelante y otra atrás, cuando en La Plata le iba bien, tenía restoranes, una casa de ropas, una calidad de vida que acá, cuando llegó, no la tenía”.

“Así que lo heredé, pero no porque me empujó o porque me llevó de la mano”, dice D’Elía. “Creo que el actor nació por haberme divertido de verlo a mi viejo en los teatros, pero no arriba del escenario, en los camarines, viendo ese mundo”.

LOS SIMULADORES

Compañeros de pasiones, Jorge era parte de la historia del club por haber interpretado a la voz del histórico presidente de Estudiantes Mariano Mangano para el video que se le mostró a los jugadores antes de la final del mundo de 2009. Y ahora, Federico también es parte de esa historia: en la reinauguración del estadio del Pincha, reunió a “Los Simuladores” para realizar un pequeño operativo. D’Elía cuenta que Verón, presidente del club, se le acercó varias veces para pedírselo, aunque nunca terminaba de animarse a dejar en claro que quería ver a los cuatro simuladores en la pantalla de Uno. Y cuando se animó, al actor “no me pareció una buena idea. Nunca habíamos hecho nada más, y me parecía que el centro tenía que ser la inauguración de la cancha. Pero me equivoqué, tenía razón él”.

Varias semanas después, D’Elía hizo algo más por el club: conversaba en Twitter con los seguidores de la emblemática serie de Telefé cuando le preguntaron por el cuadro de Mario Santos. Y D’Elía decretó que Santos es pincha. “Es un planificador, no deja nada librado al azar”, explica la herencia que Santos tomó de los valores del club. “Aunque a diferencia de Estudiantes, él sí pasa ciertos límites del reglamento para lograr el objetivo. Pero camina ahí, en el filo”, agrega entre risas.

“Tenemos ganas de hacer la película de ‘Los Simuladores’, pero no hay nada, no hay una línea escrita. Lo único que está es el deseo”

 

Tras aquel regreso en Uno, “Los Simuladores” volvieron a juntarse para realizar un video contra el coronavirus y, claro, cada reencuentro despierta grandes ilusiones entre los fanáticos sobre la postergada reunión del cuarteto. ¿Van a volver?

“La verdad es que no hay nada”, insiste D’Elía, también parte de una película emblemática del cine nacional, “Tango feroz”. “Tenemos ganas de hacer la película, pero no hay nada, no hay una línea escrita. Lo único que está es el deseo, y habernos juntado dos o tres veces a charlar de esto. Ojalá la podamos hacer, por lo que le pasa a la gente con el programa, pero porque nosotros también tenemos ganas de hacerlo: lo que pasa es que una película lleva un tiempo muy largo, particularmente a Damián Szifrón, que tiene que escribirla, preproducirla, filmarla, la pos… Y estamos grandes, entonces si esto se estira mucho más se va a hacer imposible. Si logramos ponernos de acuerdo, y tenemos un libro de acá a dos años, quizás en cuatro años haya una película hecha”.

 

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