Hirieron a dos hombres y le gatillaron tres veces a otro en un brutal asalto a una maderera

Apenas transcurrido el mediodía de ayer, personal que trabajaba en una maderera del barrio San Carlos se percató de que, afuera, había dos sujetos sospechosos.

Presintieron lo correcto, porque un rato más tarde comprobaron que esos mismos jóvenes, con la complicidad de otro par de acompañantes, consumaron allí un asalto cargado de violencia.

Si bien uno de los presuntos autores fue apresado en cercanías a ese comercio, “Maderera 143”, situado en 143 entre 524 y 525, los tres restantes lograron escapar y siguen prófugos.

“¿A QUÉ HORA ABREN?”

Un vecino de ese barrio, que estuvo tras el ataque en contacto con los damnificados, brindó a este diario algunos detalles sobre el pésimo momento que les hizo padecer la banda.

Al respecto, informó que “a eso de las 12.40, la gente de la maderera vio que en la calle había dos muchachos en una actitud extraña. Y por las dudas, cerraron el portón de entrada, por si eran ladrones, y llamaron a la Policía”.

Unos 15 minutos después los sospechosos se acercaron al portón de la maderera y le preguntaron a uno de los empleados a qué hora abrían. Éste les respondió que el horario de apertura era a las 14. Y “los pibes se fueron, pero volvieron al rato”, contó el vecino.

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Tres de ellos abrieron violentamente el portón de ingreso, ya con las caras tapadas, para luego encarar hasta el fondo, donde un empleado de 24 años se había metido dentro de un depósito.

Acotó el testigo que “a este mismo empleado le apuntaron con un arma de fuego y le gatillaron, sin que la bala saliera. Luego lo llevaron por la fuerza hasta la oficina de la maderera, donde se habían encerrado el hijo del dueño (de 25 años) y otro empleado (de 42)”.

En ese sector, según lo afirmado por este vecino, los asaltantes dejaron en claro a sus víctimas que estaban dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias en su propósito.

“Al empleado de 24 años volvieron a gatillarle delante de su compañero y de su jefe, aunque sin que saliera el tiro. No sé si fue un simulacro, si el arma se trabó o si en realidad no tenía balas”, reflexionó el hombre.

UN MACHETAZO Y UN PALAZO

La tensión por el violento comportamiento de los delincuentes se mantuvo alta, ya que, según el hombre, “al hijo del dueño le provocaron un corte en un dedo que le hicieron con un machete”, mientras que “al otro empleado le pegaron un palazo en el cuerpo”.

Con sus rehenes paralizados por el miedo que les infundieron los asaltantes, éstos aprovecharon para robar la caja registradora. El vecino aseguró desconocer el monto sustraído.

En cambio, mencionó que “también robaron el celular de uno de los empleados y el auto del dueño de la maderera”.

“Me contaron que como no podían irse por la suspensión neumática que tiene el coche, tuvieron que pedirle al hijo del dueño que les solucione el inconveniente. Recién ahí escaparon”, indicó el vecino.

Sin embargo, el Peugeot 207 de color amarillo posteriormente apareció abandonado en 142 y 521. “Los ladrones lo dejaron cerrado y se fueron con la llave”, comentó el vecino.

Cuando llegaron los efectivos policiales que habían sido alertados sobre el atraco vieron escapar a un joven que procuró evadir el cerco de los oficiales refugiándose en una vivienda de 526 entre 142 y 143.

Pero estos advirtieron la maniobra y lo atraparon en el lugar, mientras que a los pocos metros encontraron la caja registradora que habían robado en la maderera. Todavía se ignora el paradero de los otros tres maleantes, que continúan siendo intensamente buscados. En el barrio dijeron que “hace dos meses”, ladrones robaron otra caja allí “en un descuido”.