Hay más de 3.000 internos en situación de riesgo

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La superpoblación en las comisarías bonaerenses no es un problema nuevo, sólo que el coronavirus hizo lo mismo que con tantos otros: exponerlo. Actualmente conviven en calabozos de las dependencias unos 4.000 detenidos, en su mayoría hacinados.

En las unidades penitenciarias bonaerenses la situación no es mucho mejor, apenas aliviada ahora por la pandemia.

Según datos oficiales, hay 42.800 presos en cárceles (de hombres y mujeres de todo el territorio); 1.300 más alojados en alcaidías (a la espera de un traslado) y 2.000 que están en sus domicilios, con monitoreo electrónico. Los reclusos considerados población de riesgo frente al coronavirus son poco más de 3.000: hay 644 que tienen más de 65 años y 2.468 que padecen patologías que los vuelven más vulnerables en estas condiciones.

Dentro de este último grupo están los que tienen tuberculosis (233); VIH (476) y diabetes I y II (809). También, los 950 internos que padecen enfermedades respiratorias, cáncer y afecciones que requieren diálisis. Las madres con niños y bebés dentro de las cárceles son 58, y las embarazadas, 20. Hasta el momento, los jueces de distintas instancias otorgaron 815 domiciliarias por la pandemia.

 

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