Amor y responsabilidad

Por MATÍAS H. LEGUIZAMÓN (*)

Como promotor de la salud, no creo que este sea el mejor momento para adoptar una mascota. Si bien tener una es lo más lindo que puede pasarle a una persona, lo cierto es que en muchos casos noto en las consultas que se puso de moda tener una mascota y que la gente no está tomando la decisión por amor a los animales sino por querer escaparse de las cuestiones emocionales y psicológicas que genera la cuarentena.

Los perros y los gatos no son objetos, sino sujetos que sienten y a los que hay que dedicarles tiempo y espacio.

Ahora que muchos pasan más horas en sus casas podrán estar atentos a la adaptación de las mascotas y enseñarles a respetar ciertos límites. También es probable que se los consienta más, se les de más afecto y se les preste más atención. Pero el tema es que en unos meses, cuando la mayoría de las personas vuelvan a la vida cotidiana, esas mascotas van a sentir una especie de abandono y puede ser que reaccionen rompiendo cosas de la casa o quedándose llorando y ladrando cuando el sueño se va de casa.

Quizás haya personas que hasta más adelante, cuando retomen su rutina, tengan que buscar a alguien que les cuide la mascota.

Tener un animal implica una responsabilidad que va desde lo afectivo hasta tener tiempo para sacarlo a pasear, llevarlo a la veterinaria para atender su salud y saber que se debe alimentarlo bien. Todo eso, además de dedicación, cuesta dinero.

Jamás dejaría de recomendar tener una mascota, pero hay que hacerlo responsablemente, no sólo porque ahora se sienta soledad o se tenga más tiempo libre. Hay que pensar en cómo se la va a tener y mantener cuando termine la cuarentena.

(*) Veterinario