Muscari: el gran ilusionista erótico

La semana pasada se filtró un video en el que Diego Ramos, semidesnudo y en una habitación, contaba con mucho desparpajo una anécdota íntima que había tenido con un masajista. Y aunque en un principio se pensó que ese material, que causó furor en las redes sociales por mostrar el costado erótico de un intérprete para muchos todavía asociado con “Patito Feo”, pertenecía a la vida privada del actor, pronto se supo que, en realidad, era uno de los contenidos con los que interactuaba con el público de “Sex”, el exitoso espectáculo performático creado y dirigido por José María Muscari que, a causa de la cuarentena por el COVID-19, se reinventó en una aventura virtual que iniciará mañana su segunda entrega.

A través de WhatsApp, Instagram, Twitter y Telegram, el espectador es invitado a participar de una experiencia que dura cinco días y en la que es estimulado eróticamente con diferentes contenidos producidos especialmente para él, a cargo de una compañía que, en su mayoría, está integrada por famosos -además de Ramos, son parte de esta troupe hot Gloria Carrá, Noelia Marzol, Adabel Guerrero, Felipe Colombo, Agustín Sierra, Militta Bora, Tucu López, Srta. Bimbo y, entre otros, el sexólogo Patricio Gómez Di Leva- con los que genera un vínculo hot.

“A partir de eso, es como que te compraste tu pase al planeta de las fantasías y a lo largo de la experiencia se genera una especie de objeto artístico por sedimentación, por acumulación, por vínculos, por eroticidad, por sensualidad y sexualidad, y se empieza a armar una especie de gran happening virtual en relación al sexo, al deseo, al morbo y la fantasía”, aseguró Muscari en diálogo con EL DIA.

Hasta que empezó la cuarentena, “Sex, viví tu experiencia” era una de las obras más convocantes de la cartelera porteña, en donde debutó el año pasado y donde se mantuvo siempre con entradas agotadas. Por eso, el traslado de lo físico a lo virtual no fue una tarea sencilla de lograr.

“Me parecía que subir el espectáculo que teníamos grabado al streaming y que el público pagara por ver eso era reduccionista en relación a la idea tan vanguardista que era el espectáculo en sí. Así que me tomó mi tiempo poder traducir de alguna manera esta sensación a una idea que verdaderamente me encienda”, admitió el siempre polémico y provocador hombre de teatro.

Las características propias de este espectáculo, una propuesta vivencial, que generaba en el público una sensación de intimidad difícil de encontrar en otras performances, ayudaron a que la reinvención virtual siga por el mismo camino del éxito.

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“Básicamente, porque no tiene antecedentes y porque es muy atípico encontrarse con una compañía de 25 artistas de los cuales muchos son famosos, reconocidos, y que la experiencia te permita un halo de intimidad, de interacción, de especificidad con ellos: me parece que eso fue lo que generó tanto éxito en su primera entrega y que vayamos tan bien con la preventa para esta segunda”.

De la primera experiencia, lanzada el mes pasado, participaron 1600 espectadores, 600 más de los previstos originalmente y muchos más de los que, honestamente, Muscari y compañía pensaban convocar. “Dos días antes de comenzar la primera entrega dejamos de vender por un tema de operatividad: imaginate que para que todo el público tenga de parte del elenco una especie de interacción, y que le lleguen cosas a su WhatsApp, lleva todo un trabajo de producción y no tenemos tantas líneas, así que eso de alguna manera nos acotó y volvió la experiencia con cupos limitados”, contó el realizador.

La segunda entrega comienza mañana y ofrece dos ingresos que se pueden comprar a través de Alternativa Teatral: un pase general, de $500, que incluye interacción por Instagram, Twitter, Zoom, Telegram y uno VIP, de $1000, que suma además una interacción más exclusiva a través de WhatsApp.

El espectáculo creado por Muscari, y que incluye coreografías de Mati Napp, ofrece contenidos preproducidos y filmados por cada miembro del elenco bajo supervisión virtual -por ejemplo, el video que circuló de Diego Ramos fue grabado por él, en la intimidad de su casa y enviado a alguno de los espectadores que lo filtró- y otras intervenciones en vivo y en directo, “a veces en dúos, a veces en tríos, a veces solos”, que también son “materiales que se ensayan y luego acontecen en la experiencia”.

Según anticipó Muscari, esta nueva experiencia “es absolutamente diferente a la primera, son otros los tópicos, otros materiales, son otras las conjugaciones de actores, es otra la intervención”. Entre las novedades, se destaca además la incorporación del actor Esteban Prol, a quien muchos conocimos en “Montaña Rusa” (1994), y de Cristian Sam, un ex actor porno a quién se convocó por sus dotes como desnudista.

Para Muscari, “quien no es feliz en la cama no es feliz en la vida” y en la cama no sólo refiere al sexo sino a “conocer la propia satisfacción”, algo para lo que su propuesta, dijo, puede ser muy útil, en tanto se puede convertir en “una especie de aliado virtual que te acompaña y te ayuda a ir despertando tu propia eroticidad”.

Aclarando que “Sex” no tiene “nada que ver con algo pornográfico” sino con un tipo de arte que se vuelca al erotismo para generar estímulos, Muscari reconoció que “para las parejas que atraviesan una cuarentena juntos, con la libido muy baja en algunos casos, es un gran divertimento y algo muy sugerente que les va a hacer un montón de preguntas sobre su propio deseo, y que les permitirá vivirlo como algo librador”.

“Sex”, en este sentido, se ofrece como una vía de escape a un mundo paralelo en donde el virus se mata con ratones. Una alternativa de liberación frente al encierro porque, para Muscari, el sexo es sinónimo de libertad, una libertad que “tiene que llevarnos al goce y , por sobre todo, a consolidarnos como mejores seres humanos”.