Emma Shapplin: “Si se nos pudiera ocurrir algo bueno tras esta pandemia, el mundo sería mejor”

La soprano francesa desafía la pandemia con un megashow realizado con su habitual puesta en escena en un teatro parisino, vía streaming para todo el mundo

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Por PEDRO GARAY

pgaray@eldia.com

La pandemia paralizó todo, pero la soprano francesa Emma Shapplin no se da por vencida: en su agenda figuraba que presentaría “Venere”, sexto trabajo discográfico donde la artista vuelve a romper las fronteras del clásico para hibridarlas con la música pop y la electrónica, a esta altura del año, y eso hará diga lo que diga el coronavirus el 27 de junio, donando parte de lo recaudado para luchar contra la enfermedad.

“El arte en todas sus formas debe reinventarse para evitar la parálisis a la que parece estar obligado”, explica la decisión Shapplin, nacida con el nombre de Crystêle Madeline Jolito, quien fiel a su estilo no propondrá dentro de 20 días un show desde el living: la soprano que en consecuencia con su estilo particular, magnético y expansivo, se ha presentado en los lugares más increíbles del planeta (cantó en la Acrópolis de Atenas, en un mausoleo romano cerca de Belgrado para 10

000 personas, y justo encima del circuito de carreras, para abrir la Fórmula 1 en Singapur, entre otras presentaciones destacadas), cantará desde el Teatro Elíseo-Montmartre, en París, en vivo vía streaming para todo el mundo (desde nuestras 16 horas), presentando un show completo con luces, técnicos, pantallas (donde aparecerán los comentarios del público) y doce cámaras para registrar la puesta más ambiciosa de estos tiempos de cuarentena desde todos los ángulos. Además, durante todo el día, el público virtual podrá seguir los preparativos, espiar el camarín de Emma, recorrer el backstage, hasta llegar al momento cúlmine de la noche.

“Espero, deseo que la música pueda levantar los espíritus de la gente” en esta pandemia, dice Shapplin, en diálogo con EL DIA, y cuenta que la idea de presentar un gran show virtual ya existía antes de la pandemia.

“La primera idea era brindar una ‘experiencia Emma Shapplin’ completa presentando las composiciones de mi nuevo trabajo, ‘Venere’, para los fans que no pudieran ver mis shows por cuestiones económicas o técnicas. Pero entonces ocurrió la pandemia, y me tuve que mantener activa y creativa”, revela Shapplin, y explica que ahora “la idea es dar un concierto para el que quiera verlo a causa del confinamiento y la imposibilidad de ir a recitales ‘físicos ‘, y de paso dar trabajo a mi equipo y a los trabajadores de las áreas artísticas: es muy importante mantenernos activos en nuestros campos, o me temo que la mayoría de nuestra diversidad artística simplemente desaparecerá”.

Shapplin cuenta que “estaba a punto de comenzar la gira de ‘Venere’ cuando comenzó la pandemia y tuve que cancelar numerosos eventos”, algo que fue “bastante dañino”, sobre todo “para mis músicos y mi equipo”.

“Si se nos pudiera ocurrir algo bueno tras esta pandemia, si pudiéramos volvernos aunque sea un poquito más respetuosos, racionales, responsables, el mundo seria mucho mejor para todos”, pide Shapplin, que se preocupa por las artes, pero no por ella, que se considera “una persona solitaria. El encierro no fue difícil para mi y por suerte mis personas más cercanas están bien. He tenido tiempo para pintar y leer, generalmente tengo tanto, demasiado para hacer…”

Es que la artista es líder de un equipo de trabajo reducido, por lo que “soy parte de cada paso de la creación. No solo escribo, compongo, produzco, sino que hasta que me tomo mis propias fotos, creo mis shows y algunos de los vestuarios y, claro, administro todo. Por supuesto, ahora extraño nadar, mi espalda me duele un poco, y no puedo practicar cantar tanto como debería, pero está bien”.

La soprano revela que decidió no solo montar un gran espectáculo sino también mostrar el detrás de escena “para socializar”, y adelanta que la audiencia podrá reaccionar en vivo, “una experiencia realmente nueva”. Y, cuenta, habrá invitados, entre los que estará León Gieco (también están confirmados el tenor Alessandro Safina y el cantante Florent Pagny). “Hace años, de gira por Argentina”, cuenta Shapplin, que se presentó en aquella ocasión en el teatro Coliseo porteño, con localidades agotadas, “quería cantar una canción local y alguien me sugirió ‘Solo le pido a Dios’. La canción me impacto2, y pensé: ‘Tengo que cantar con el creador de este himno’”: así es que conoció a Gieco, que será entonces parte de la presentación global de “Venere”, disco que define como “un viaje neoclásico a través de los laberintos del amor” y donde vuelve a mixturar rock, pop, trance, electrónica y más, todo desde su potente y expresiva voz e histrionismo escénico. Un estilo único, desarrollado “por el amor a la experimentación y a la sensación de libertad”.

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