En casa o en el súper, de noche o de día: peligro en la Ciudad

En una casa de 68 entre 4 y 5 les robaron a los padres del ex arquero de Gimnasia, Gastón Sessa, mientras dormían. También de madrugada atacaron en 59 entre 29 y 30

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Cuidado al acostarse, cuidado al comprar. El cuadro quedó planteado en las últimas horas con la sucesión de al menos tres asaltos registrados en la zona de Parque San Martín y las inmediaciones de Plaza España.

La saga de episodios violentos en la Ciudad sumó dos robos cometidos en viviendas, mientras que la decidida intervención del dueño de un supermercado frustró que se concrete el restante.

Aunque, en represalia, antes de huir dos motochorros balearon el frente de ese negocio.

De la vivienda de los Sessa se llevaron plata, celulares y otros objetos de valor, no precisados

 

En los tres casos, los maleantes lograron escapar antes de que llegara la Policía, por lo que siguen siendo intensamente buscados.

“VI EL DESORDEN Y PENSÉ LO PEOR”

Uno de estos hechos de inseguridad se desarrolló durante la madrugada de ayer en 68 entre 4 y 5. En la casa de dos plantas viven los padres del ex arquero de Gimnasia y Esgrima La Plata, Gastón Sessa.

Marcos, hermano de quien fuera también guardavallas de Estudiantes, le contó horas después a este diario que “por suerte, mis padres no se despertaron ni lo hicieron los delincuentes, sino quién sabe qué hubiese pasado”, reflexionó.

Luego, explicó cómo supo del episodio: “alrededor de las 7 y media de la mañana fui a la casa de mis padres -donde tengo una oficina- y me sorprendí al ver que una de las puertas de acceso estaba abierta”.

Enseguida, quedó perplejo al notar que “había mucho revoltijo de cosas y de papeles”, lo cual le dio un muy mal presentimiento.

Al respecto, admitió que “vi ese desorden y pensé lo peor sobre lo que le habría pasado a mis padres”.

Marcos se dedica a la actividad comercial y también actúa en política dentro del oficialismo platense, en el sector que comanda la presidenta del Concejo Deliberante, Ileana Cid. Según contó, los ladrones “revisaron bastante por diversos sectores de la casa. Había cosas tiradas por todos lados”.

En cuanto a los sustraído por los delincuentes, indicó que “se llevaron dinero (no precisó el monto), celulares y otros elementos”.

“Fundamentalmente, buscaban dinero y encontraron una suma que no era gran cosa, pero que los conformó y por eso se fueron sin siquiera despertar a mis padres”, reflejó.

Según apuntó, había televisores y otros objetos que podrían haberse llevado. “Parece que sólo les importaba el dinero y robar cosas chicas”, calculó el familiar de las víctimas.

LA DESPERTARON Y ASALTARON

También en horas de la madrugada de ayer, una mujer de 44 años, familiar del secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de La Plata, Rubén Darío Alfano, según informó la Policía, vivió una verdadera pesadilla al despertarse con la presencia de un grupo de cinco ladrones en su domicilio de 59 entre 29 y 30.

Cuando en la tarde de ayer este diario fue a su casa para recabar su testimonio en relación a este caso de inseguridad, la víctima prefirió no hablar de lo que sucedió.

De todas maneras, una fuente de la Policía vinculada con el caso consignó que los intrusos se colaron en la vivienda tras violentar una puerta y el ventanal trasero de la propiedad.

Instantes después, lograron reducir a la damnificada, bajo amenazas de muerte, obligándola a que les indicara dónde guardaba dinero y otros efectos de valor.

Fue así que se alzaron con 1.300 dólares, alhajas y un celular, para posteriormente escapar de la zona a bordo de un Ford Focus de color rojo, se indicó.

Los mismos voceros indicaron que al momento del asalto, quien fue identificada por la Policía como María Fernanda Alfano, se encontraba junto a sus dos hijos menores de edad, situación que la angustió todavía más.

El propietario del supermercado chino estaba parado en la puerta y le cerró el paso al delincuente

 

Pese a que al llegar al lugar personal de la comisaría quinta la banda ya se había dado a la fuga, los investigadores analizan videos de cámaras de seguridad y los domos de la zona de 29 y 59, con el propósito de tratar de identificar a esos asaltantes.

En el hecho tomó intervención la UFI N° 9, de Autores Ignorados.

AL FILO DE UNA TRAGEDIA

Por otra parte, dos delincuentes que se movilizaban en moto dispararon contra el portón de ingreso a un supermercado chino de 54 entre 21 y 22. Calculan en el súper que fue en represalia, al no poder entrar a robar por una rápida maniobra del propietario.

La esposa del comerciante, que sólo se identificó por su apellido Lin, le contó en la tarde de ayer a este diario, que todo ocurrió a las 7 y media de la tarde del domingo.

La mujer detalló sobre el violento incidente, que “llegaron dos hombres con sus barbijos, uno como de 40 años y el otro bastante más joven, en una moto que subieron a la vereda y con la que recorrieron algunos metros hasta llegar a la puerta de nuestro supermercado”, recordó.

Su marido, que estaba en el sector de ingreso al local como viene ocurriendo desde que comenzó la pandemia por el coronavirus (para ordenar la entrada de clientes al comercio), rápidamente se percató de cuáles eran las intenciones de esos motociclistas.

Lin resaltó que “vio que uno sacó un arma de fuego y mi esposo se apuró y consiguió cerrar el portón del frente. Igual estos delincuentes intentaron abrirlo, pero no pudieron. De bronca, entonces realizaron dos tiros contra el portón y luego se fueron”, contó la comerciantes.

“Por suerte las balas no traspasaron al portón. Si lo atravesaban , podían matar a alguien. Incluso, había un cliente en el local”, mencionó.

Lin calculó que fueron víctimas de un robo ocasional que pudo terminar en una tragedia.

 

Sin despertarlos
Marcos Sessa, hermano del “Gato”, indicó que los ladrones que robaron en la casa de sus padres, en la calle 68 entre 4 y 5, “por suerte no los despertaron, porque si eso ocurría quién sabe cómo hubiese terminado”
Con sus dos hijos
Fuentes oficiales informaron que al momento del asalto en su vivienda de 59 entre 29 y 30, su propietaria, de 44 años, estaba durmiendo con sus dos hijos menores de edad. Los delincuentes eran cinco y tenían puestos los barbijos

 

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