Un “cazatraidores” siempre al calor del poder de turno

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Corría el año 2009 cuando se produjo lo que, por entonces, parecía imposible: una derrota electoral del kirchnerismo en la Provincia a manos de Francisco De Narváez. Por aquél entonces, Mario Ishii se mostraba muy cerca de Néstor Kirchner y no tuvo mejor idea que rendirle culto a su “amigo” anunciando que se iba a tomar licencia en el municipio para “salir a cazar traidores”. El intendente de José C. Paz dejó entonces la comuna, convencido de la responsabilidad de varios de sus pares del Conurbano por aquél traspié. Su cacería resultó infructuosa, tanto como la idea de construir su propio espacio dentro del peronismo bonaerense donde varias veces se presentó a internas y siempre resultó derrotado.

“El hombre del poncho”, el “Japonés”, como se lo conoce en el PJ, volvió a probar el sabor amargo de las empresas inconclusas hace algunos meses cuando esperó, diez años después de aquél episodio, encontrar una reivindicación de la mano de Axel Kicillof. Peleó sin éxito quedarse con la presidencia de la Cámara de Diputados bonaerense pero sucumbió ante el acuerdo sellado entre la Cámpora (Máximo Kirchner) y el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Tampoco logró ubicar gente propia en lugares de relevancia en el gobierno provincial, erróneamente convencido de que el cobijo que le otorgó la Universidad de José C. Paz a algunos de los actuales ministros de Kicillof le abriría las puertas a un desembarco en el Ejecutivo.

A la hora de ejercer el oficialismo, Ishii ha mostrado una posición consecuente. Incluso se acercó a Juntos por el Cambio en momentos en que el color amarillo amagaba con pintar casi todo el país.

Típico barón del Conurbano, su larga gestión siempre aportó elementos para la polémica y las denuncias. Un derrotero consecuente desde 1999 cuando tomó el control de la Comuna por primera vez.

En 2014, en Coronel Bogado, un pueblo situado a 50 kilómetros del sur de Rosario, detuvieron un narco que era intensamente buscado. Se trataba de Gustavo Collado Correa, quien al momento de la detención exhibió un carnet en el que indicaba que era asesor ad honoren de Ishii, por entonces senador provincial. De acuerdo con el expediente que instruyó la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, el supuesto asesor era el encargado de negociar con los proveedores bolivianos la compra de los cargamentos de droga que llegaban a la Argentina y que terminaban en campos en Salta. Luego eran transportados hacia un galpón en José C. Paz, justamente, el distrito de Ishii.

 

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