Denuncian otro intento de usurpación en la periferia platense y crece la preocupación

La ola de intentos de usurpaciones no se detiene en la periferia de La Plata y los vecinos continúan denunciando la conformación de estos escenarios en medio de una creciente preocupación.

Esta vez la denuncia la radicaron frentistas de la zona de 526 y 141, en San Carlos, por la ocupación de unos terrenos ubicados en ese sector. Según afirman, se trata de poco más de media manzana y son tierras que tienen propietarios.

"En una oportunidad estas tierras se lotearon y si bien no se construyó, hay unos 20 propietarios que pagan sus impuestos al día. Desde ayer están viniendo desconocidos que plantan palos aparentemente para dividir el terreno en parcelas", describieron los denunciantes.

"No se han metido. Vienen y plantan palos, luego se van", describieron.

En medio de la creciente preocupación, afirmaron que "realizamos la denuncia al destacamento de la zona, pero vinieron, miraron y se fueron".

"Es que los terrenos no están tomados pero todo indica que apuntan a eso. Son unas veinte personas las que vinieron ", consignaron.

El drama de las usurpaciones en esa localidad cobró su mayor intensidad la semana pasada cuando un grupo de personas intentó copar terrenos en las inmediaciones de 36 entre 132 y 133, donde se llevó a cabo un amplio opeativo policial.

Según denunciantes en ese caso también se trató de terrenos privados. Incluso alcanzaron a montar algunos palos y establecer algunas divisiones, lo que fue desmantelado por los efectivos policiales.

Otro antecedente reciente de ocupación ilegal de terrenos fue el que tuvo lugar en la zona de 2 entre 612 y 613, en Barrio Aeropuerto. La situación mantuvo en vilo a los vecinos de la zona, quienes denunciaron lo ocurrido. 

Los capítulos más tensos fueron los que se vivieron el mes pasado en cercanías del barrio El Rincón de City Bell, donde grupos numerosos de personas tomaron tierras y se resistieron a los operativos policiales dando lugar a un escenario de tensión. Durante una seguidilla de varios días los vecinos debieron soportar tiros, gritos y amenazas. Incluso se registraron enfrentamientos entre distintos grupos de usurpadores.