El líder opositor a Putin, en coma tras ser envenenado

El abogado Alexei Navalny viajaba en un vuelo desde Siberia a Moscú cuando se descompensó. Su equipo denunció que alguien le puso una sustancia tóxica en el té

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OMSK, RUSIA

El líder opositor Alexéi Navalny, internado en terapia intensiva en un hospital de Siberia en estado de coma, se debate por estas horas entre la vida y la muerte, víctima de un envenenamiento, según su entorno.

Alemania y Francia ofrecieron “toda la ayuda médica” necesaria. La canciller alemana, Angela Merkel, se declaró “conmocionada” y el presidente francés, Emmanuel Macron, por su parte, dijo sentirse “sumamente preocupado”. Ambos pidieron “claridad” y transparencia”, respectivamente, sobre su estado.

Navalny, uno de los críticos más duros con el Kremlin, viajaba de Tomsk, en Siberia, a Moscú en un avión que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia cuando el líder opositor empezó a sentirse mal.

“Los médicos están haciendo todo lo posible, realmente luchan para salvarle la vida”, dijo Anatoli Kalinitshenko, subdirector del hospital de Omsk, donde el opositor fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos, con un respirador artificial.

La portavoz del activista, Kira Yarmysh, que viajaba con él, aseguró en la radio Eco de Moscú que había sido víctima de un “envenenamiento intencionado”.

“Creemos que Alexéi fue envenenado con algo mezclado en su té. Eso fue lo único que bebió en la mañana”, precisó en Twitter. Según ella, Navalny (que dirige el Fondo de Lucha contra la Corrupción, FBK) parecía estar “totalmente bien” por la mañana en Tomsk pero “justo después del despegue, perdió la consciencia”.

ATAQUES ANTERIORES

Navalny, un abogado de 44 años, cuyas publicaciones sobre la corrupción de las élites rusas son muy seguidas en las redes sociales, ya ha sido víctima de varios ataques físicos.

En 2017 sufrió quemaduras en un ojo cuando unos individuos le arrojaron en la cara un líquido desinfectante. En julio de 2019, cuando purgaba una breve pena de cárcel, también afirmó haber sido “envenenado” con un “material químico desconocido” y fue trasladado a un centro hospitalario.

Las autoridades dijeron que se trataba de una “reacción alérgica” y aseguraron que no habían encontrado “ninguna substancia tóxica”.

“PRONTA RECUPERACIÓN”

El doctor Anatoli Kalinitshenko precisó que el estado del opositor era “estable” y señaló que era demasiado pronto para confirmar si se trataba de un envenenamiento.

A través de su portavoz, Dmitri Peskov, el Kremlin deseó a Navalny, “como a cualquier otro ciudadano ruso”, “una pronta recuperación” y señaló que el envenenamiento por ahora solo era una “mera suposición”.

Dijo que estaba dispuesto a ofrecer su ayuda para que el opositor sea transferido al extranjero, lo que desean igualmente sus allegados. Está planeado que en las próximas horas un avión ambulancia fletado por la organización humanitaria Cinema for Peace llegue desde Alemania para llevarse a Navalny.

Vyasheslav Gimadi, director jurídico de la fundación anticorrupción que dirige el activista, afirmó en Twitter que “no hay dudas de que Navalny fue envenenado por su posición y sus actividades políticas”.

Gimadi ha reclamado la apertura de una investigación por intento de asesinato a una persona pública. Navalny se encontraba en Tomsk por cuestiones de trabajo.

Un testigo envió una foto en las redes sociales de Navalny bebiendo en un vaso de plástico en un café del aeropuerto y la cadena Ren TV difundió un video donde se ve cómo trasladan al abogado en una camilla hacia una ambulancia.

Navalny estaba viajando actualmente por toda Rusia para promover su estrategia electoral en los comicios regionales que se celebrarán en unas 30 regiones en septiembre. Ha viajado a varias ciudades para apoyar a los candidatos de la oposición.

OTROS ENVENENAMIENTOS

En estos últimos años, numerosos adversarios del Kremlin han sido víctimas de envenenamientos, en Rusia o en el extranjero.

En marzo de 2018, un ex agente doble y su hija, Serguéi y Yulia Skripal, fueron encontrados inconscientes en un banco de una pequeña ciudad del sur de Inglaterra.

Londres acusó a Moscú de estar detrás de un envenenamiento utilizando Novichok, un poderoso gas agente nervioso fabricado en la era soviética, acusaciones que el Kremlin negó. Este asunto provocó una crisis diplomática.

En 2006, un ex agente secreto ruso en exilio, Alexander Livinienko, falleció envenenado con polonio-210, una sustancia radiactiva extremadamente tóxica. Londres también señaló a Moscú. (AFP)

 

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