Las cinco claves del caso Messi-Barcelona que tiene al mundo en vilo
Edición Impresa | 31 de Agosto de 2020 | 04:43

La traumática salida de Lionel Messi del Barcelona se encamina hacia una resolución en los estrados, luego de que el astro se ausentara ayer en los exámenes médicos practicados al plantel antes del inicio de una nueva temporada, en un gesto de ratificación a su postura indeclinable de irse del club.
Messi tampoco tiene previsto asistir hoy al primer entrenamiento a la espera de que su representación y su buffet de abogados avancen en los términos de una desvinculación amistosa, algo a lo que no parece estar dispuesta la entidad catalana. A saber:
* LA CLÁUSULA
Se trata del embrión del litigio entre las partes. Messi firmó hace tres años un contrato con Barcelona hasta mediados de 2021, que contempla una cláusula de rescisión unilateral sin costo al final de cada temporada. Las partes pueden ejecutarla hasta el 10 de junio, según figura expresamente en el contrato. Los abogados del argentino argumentan que el espíritu de la enmienda es fijar un plazo de diez días en relación al término de la temporada, lo que habilitaría el pedido del futbolista por la modificación de los calendarios europeos frente a la pandemia. Barcelona se aferra a la literalidad del texto y exige que el pago de los 700 millones de euros fijados como resarcimiento.
* TRANSFER
En ejercicio de su derecho contractual, y con el aval de LaLiga, Barcelona no concederá el pase federativo a Messi si no percibe la cláusula de rescisión. En un comunicado, LaLiga aclaró que “el contrato se encuentra actualmente vigente y cuenta con una cláusula de rescisión aplicable al supuesto de que Lionel Messi decidiera instar la extinción unilateral anticipada del mismo, efectuada conforme al artículo 16 del Real Decreto 1006/1985, por el que se regula la relación laboral especial de los deportistas profesionales”.
“En cumplimiento de la normativa aplicable, LaLiga no efectuará el trámite de visado previo de baja federativa al jugador si no ha abonado previamente el importe de dicha cláusula”, advierte.
Sin embargo, Messi podría conseguir un pase provisional si recurre a la FIFA, que en conflicto de intereses, siempre garantiza de modo cautelar el derecho a la libertad de trabajo. Así, “Lío” podría firmar y jugar en otro club a la espera de la resolución en la justicia.
* CONFLICTO LEGAL
Si Messi decidiera marcharse gratis y firmar con otro club, tal como se desprende de su estrategia, el Barcelona acudirá a la justicia catalana para reclamar el pago de los 700 millones de euros de la cláusula de rescisión por la ruptura unilateral del vínculo laboral. Incluso podría plantear la figura de duplicidad de contrato lo que, de tener sentencia favorable, podría bloquear la carrera del argentino.
* SANCIÓN
En este aspecto se abren dos planos. El primero, la sanción disciplinaria que podría imponerle Barcelona al jugador, algo de poca importancia dado que Messi ya se considera agente libre. En el convenio colectivo suscrito entre LaLiga y la Asociación de Futbolistas se contemplan medidas disciplinarias por faltas injustificadas al trabajo (ayer se produjo la primera. Las multas van de la suspensión de empleo y sueldo de once a treinta días hasta el despido, lo que lógicamente no será aplicado por el club ya que sería contrario a sus intereses. El segundo plano es el económico y en ese sentido Messi tendrá que pagar de su bolsillo el resarcimiento de 700 millones de euros si fuera determinado por un juez de Cataluña, conforme el Real Decreto 1006.
REUNIÓN BARTOMEU-JORGE MESSI
Toda la tensión existente podría relajarse o bien escalarse en una supuesta reunión entre Josep María Bartomeu, y Jorge Messi.
El periódico catalán Mundo Deportivo asegura que ese encuentro se producirá durante los próximos días (tal vez el miércoles) cuando Messi padre arribe a Cataluña.
“Cada parte irá con una hoja de ruta muy clara y definida. Por un lado, de una forma civilizada y amistosa, a pesar de que el primer anuncio formal y legal fuese un burofax, la intención del padre de Messi será hallar un terreno de encuentro con el club para conseguir una salida de su hijo lo más civilizada posible”, plantea el periódico.
“Mientras, enfrente el presidente también lo tiene claro. Por mucho que le digan, no quiere oír hablar de un traspaso ni de una salida de Messi. Acepta su mal momento y su hastío, pero quiere que recapacite y no se plantea venderlo porque es patrimonio del club y no quiere perderlo. Y menos gratis”, concluye sobre la postura de Bartomeu.
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