El 115, un número especial para el Pincha

Por FERNANDO ALEGRE

falegre@eldia.com

Estudiantes festeja un nuevo aniversario de su fundación. Y más allá de los logros deportivos, cada rincón del Club celebra momentos imborrables, que pese al paso del tiempo y las remodelaciones, quedarán en cada uno de los protagonistas que pasaron por allí y en la siguientes generaciones, que han escuchado una y otra vez sobre las primeras grandes gestas.

Sin dudas la calle 115, donde se encontraba la vieja cancha de polvo ladrillo, el “playón de motonetas” y el recordado buffet, representa un punto nostálgico para cualquier Pincha.

Escenario de hechos históricos, como el campeonato en básquet de la mano del estratega Eulogio Fernández en 1939, superando en la final nada menos que al poderoso Boca, o la gestación de lo que luego se lograría con el handball en distintos niveles y en poco tiempo gracias a la llegada del Profesor Juan Carlos Febre, o los primeros pasos del vóley, que tendría su explosión a finales de los ´70, sirven como ejemplos que marcan que 115 es un número más que especial para la historia albirroja.

Así, la idea es repasar, deporte por deporte y con voces de los protagonistas del pasado y del presente, hechos que marcaron y marcan momentos destacables en la historia del Club, arraigado a la calle 115.

Con el Handball, el Vóley y el Básquet, entre otros tantos, el Pincha ha podido escribir varias páginas importantes de su vida, muchas de ellas impulsadas desde una visión personal que luego sumaría adeptos gracias a títulos que sirvieron para darle mayor visibilidad a nivel provincial y nacional a las distintas disciplinas estudiantiles.

Lo cierto es que muchas veces el primer gran impulso del deporte Pincha comenzó gracias a un estratega, a una “mente diferente”, que pudo llevar adelante, con la ayuda de la dirigencia, un proyecto que terminó superando las expectativas iniciales.

Los múltiples campeonatos consecutivos en Vóley en los ´70, los logros en el Básquet a nivel local y el campeonato del ´39 que sorprendió a los poderosos de Buenos Aires, y la irrupción del Handball, que en apenas cuatro años llegó a la Primera, reflejan los ejemplos más claros.