Justina Morcillo, la platense que es figura en River y sueña con la Selección
Edición Impresa | 10 de Septiembre de 2020 | 04:53

Por FERNANDO ALEGRE
Si bien en el Masculino ya comenzó a rodar la pelota tiempo atrás con los entrenamientos en tandas y respetando los protocolos, el Femenino espera por su momento, el cual será, de no mediar inconvenientes, el próximo 28 de septiembre.
Y junto a Gimnasia, Estudiantes y Villa San Carlos como representantes de la Región, los demás equipos también harán lo propio, con presencia local incluida. Y es que nada menos que en River, uno de los más poderosos de la categoría, está Justina Morcillo.
La platense, que comenzó a los seis años en una escuelita de Gonnet, actualmente se desempeña como enganche y es una de las figuras de Las Millonarias, aunque también tuvo experiencia en Selecciones Juveniles y un debut amistoso en la mayor.
Ahora, a días de retomar las prácticas, repasó un poco de su historia con este matutino.
- ¿ Cómo empezó todo?
- Yo quería jugar al fútbol en cualquier lugar. Les dije a mi papá y a mi mamá que quería empezar en alguna escuelita o en algún lugar que pudiera. Y ahí a ellos les pareció raro porque nadie en mi familia jugaba al fútbol. Es más, hacían otros deportes. Encima yo era bastante chica. Pero obviamente me apoyaron desde un principio y jamás me dijeron que era para hombres ni nada por el estilo. Por suerte, eso no me pasó. Pero bueno, cuando empezaron a buscar realmente no había escuelita de chicas en ese momento. Con mucha suerte encontramos acá, cerca de mi casa, una escuelita de varones que permitía chicas. Había una entrenando en ese momento. Conmigo éramos dos junto con todos los varones. Se llamaba San José. Empecé a entrenar y estuve jugando hasta los 11. Estuve bastante tiempo. Por suerte tuve la posibilidad de que ellos me abrieran las puertas porque en ese momento era muy poco usual que una chica jugara al fútbol. No había escuelitas de mujeres y no había escuelitas que aceptaran mujeres. Simplemente ellos me abrieron las puertas.
“A los 11 fuimos a una prueba con mi hermana. Nunca pensamos que íbamos a quedar”
Justina Morcillo,
En relación a su llegada a River
- ¿Cómo fue tu llegada a River?
- Llegué a los 11. Fui a una prueba con mi hermana. Esa prueba la vimos por Facebook, donde decía que hacían una prueba en Reserva. Fuimos a ver y a probarnos. Pero más que nada porque nos interesó. Nunca pensamos que íbamos a quedar. Y cuando quedamos estuvo re bueno. Pero también la complicación de ser de La Plata y tener que viajar y entrenar era difícil. Por suerte mi papá y mi mamá siempre nos bancaron. Nos llevaron, nos esperaron. Todo eso hasta que crecimos y pudimos empezar a ir solas. Pero el desgaste de ir hasta Capital tres, cuatro y hasta a veces todos los días, era bastante. Desde aquel momento estoy en River.
- ¿Te pusiste a pensar por qué te decidiste por el fútbol?
- Nadie sabe muy bien por qué empecé a jugar y me decidí por el fútbol. Es como algo de nacimiento. Porque en lugar de mirar dibujitos, miraba fútbol desde antes de los 6 años. Y nadie en mi casa miraba fútbol. Fue algo que se dio antes de tener noción o consciencia.
- A la par de jugadora, sos estudiante universitaria...
- Es muy complicado poder dedicarse a esto acá en Argentina. La mayoría de las jugadoras tienen un trabajo o estudian porque sabemos que es complicado. Así que estoy estudiando Periodismo Deportivo en la UNLP.
“Mi sueño es poder vivir del fútbol. Estamos bien, pero hay que seguir apuntando a desarrollar el deporte”
Justina Morcillo,
Su visión de la actividad
- ¿Cómo es River?
- Hoy es mi segunda casa. Obviamente que no es lo mismo el momento en el que yo llegué a lo que es ahora el Club. Sobre todo la importancia que se le da al Femenino. Cuando llegué, realmente eran bastante malas las condiciones. Entrenábamos en una cancha de asfalto, de fútbol 5. Y tampoco había torneo de Reserva. Así que tampoco competíamos. Competí en un torneo en Lincoln. Pero era corto y fue medio año nada más. Pero después no teníamos ni siquiera competencia. Con el paso del tiempo fue mejorando y creciendo. Pasé a la Primera a los 13. A los 14 debuté y a partir de ahí, las cosas fueron mejorando. Sobre todo este último año que se le empezó a dar mucha más importancia. No sólo desde River, sino en el país en general a través de la profesionalización y del Mundial, etc. Pero obviamente que todavía faltan un montón de cosas. Se nota el cambio desde aquel día en el que yo llegué a hoy, que estamos mucho mejor.
- El desarrollo te agarra en un buen momento. Sos joven, vas dando pasos hacia adelante e incluso con convocatoria a la Selección.
- Sí, por suerte se da en este momento. En River estoy en la Primera desde 2014. Y en la Selección tuve la primera convocatoria en 2015, a la Sub 20. Ese año viajé al Sudamericano de Brasil Sub 20. Después se jugó el Sub 17 en Venezuela y también viajé a ese. Después fui a Ecuador 2018 (Sub 20) y después jugué los Odesur. Ahora el Sub 20 que se hizo en San Juan. En la Mayor jugué un par de partidos internacionales, pero todos amistosos.
- ¿Cuál es tu objetivo? ¿Soñás con un paso al exterior?
- El objetivo de chica fue siempre poder dedicarme al fútbol, y poder vivir de esto. También siempre tuve en claro lo difícil que era, sobre todo acá en Argentina y más teniendo en cuenta que hace un par de años era algo impensado que se profesionalice el fútbol femenino. Lo veíamos, pero mucha más lejano. Entonces el sueño siempre fue poder vivir de esto, pero quizás más a largo plazo. Hoy sigue siendo ese el objetivo: poder dedicarme. Hay un sueldo de por medio que ayuda bastante. Pero si tuviera que vivir sola y bancar todos los gastos, sería complicado porque no es un sueldo muy alto. Estamos bien, pero también tenemos que seguir apuntando a desarrollar el deporte. Y con respecto a jugar afuera, obviamente que también es algo que tengo como objetivo: jugar en el exterior, en ligas que estén más desarrolladas. No económicamente, sino futbolísticamente; y que me hagan crecer como jugadora. Espero que eso se pueda dar. Como experiencia y también para poder seguir haciendo mi carrera en otro lugar.
Lo cierto es que dentro de algunas semanas nada más, Justina, como el resto de sus compañeras, se someterá a los testeos PCR para, días después, retomar el encuentro con la pelota, su gran deseo después de casi seis meses.
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