Canosa y Berni: ¿Amorío oculto o pantalla con intereses políticos?

En su último encuentro televisivo -el pasado 2 de septiembre- se vivió un momento de tensión al aire cuando abordaban el caso de Facundo Astudillo Castro. “Claramente lo mataron, queremos saber qué pasó. Hay un chico muerto y queremos saber quién lo mató”, le exigía Viviana Canosa a Sergio Berni, en su ciclo “Nada personal”, a donde lo invitó muchas veces y en donde, al margen de alguna cuestión puntual, como lo del caso Astudillo, siempre reinó un clima cordial e incluso de coqueteo o “beboteo”, como le dicen los detractores de la periodista. Por eso, la versión de ayer, no sorprendió.

“En medio de los quilombos políticos, igual hay tiempo para que florezca el amor entre la periodista y el ministro”, tiró Rial, ayer, estallando las redes. Su enigmático fue rápidamente captado y en Twitter Canosa y de Berni comenzaron a ser tendencia. El conductor se encargó más tarde, durante su programa, de sentenciar: “Qué clara que la tiene la comunidad tuitera”.

Envalentonado, el chimentero dio algunas pistas más: “Se encuentran en el departamento de ella o en un campo. Él no vive en su casa, vive en la calle. Es raro, pero no es raro”. Cuando el nombre de Viviana Canosa se convirtió en tendencia, Rial tuvo que confirmar que la periodista de la que hablaba su mensaje era ella, pero siguió guardándose la identidad del político.

Desde el entorno de Berni se encargaron de remarcar que el ministro está “felizmente casado” con Agustina Propato, senadora provincial. Y Canosa lo negó y lo atribuyó a una “nueva campaña de desprestigio, donde se me atribuye un romance que no es cierto, por lo tanto es falso y vulnera mi intimidad”. Dijo que irá a la Justicia a denunciar “esta acción de #violenciaMachista”.

Aunque algunos piensan que cuando el río suena es porque piedras trae, otros ven el bosque más allá del árbol: las teorías sobre una pantalla, para tapar el escándalo de la PBA, que casi le costó la cabeza a Berni y, por ende, sus supuestas intenciones políticas, pulularon por la red. Todo muy raro.