Tras la convocatoria a gremios estatales, la Provincia también llamó a paritarias a los docentes

La Provincia formalizó ayer el llamado a paritarias a los gremios que integran el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB).

La reunión, que era reclamada por los sindicatos que integran el Frente -Suteba, Feb, Sadop, Udocba y AMET-, será el próximo jueves, a las 14.

Ya el miércoles, el gobierno bonaerense había convocado a los sindicatos estatales enrolados en la ley 10.430. Pero faltaban los maestros, que insisten en la necesidad de reabrir las negociaciones salariales, al considerar que la inflación ha hecho mella en su poder adquisitivo: el último incremento data del 27 de febrero pasado, cuando la administración de Axel Kicillof otorgó una suba del 16,6 por ciento en dos cuotas, sujeto a revisión en caso de que los precios escalaran por encima del aumento pactado.

Ahora, además, los docentes sumarán a la mesa de discusión el pedido por recursos tecnológicos y de conectividad -clave para garantizar la continuidad pedagógica durante la cuarentena- que, según sostienen los docentes, tienen un impacto directo en sus salarios.

En rigor, la reapertura de la paritaria bonaerense se precipitó luego de que la semana pasada el gobierno de Kicillof anunciara mejoras para la Policía Bonaerense, apagando así la rebelión que durante más de tres días mantuvo en vilo a la Provincia.

Hasta hace poco más de una semana, en la Provincia afirmaban no estar en condiciones de reabrir la negociación salarial. Pero el ajuste en los sueldos otorgado tras la protesta de los policías, abrió casi en forma automática las paritarias del resto de los sectores de la administración pública.

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“El aumento a la Policía marcó el camino”, reconocían ayer desde uno de los sindicatos convocados, en referencia a la mejora que llevó el salario mínimo de los efectivos de los 34.700 a los 49.000 pesos.

Pese al hermetismo oficial, fuentes sindicales calculaban que la oferta a los estatales podría consistir en una suma fija cercana a los 7 mil pesos. Los gremios pretenden que cualquier mejora impacte en los sueldos básicos, porque de esa forma tendrá incidencia sobre la antigüedad de cada agente.

En el primer trimestre del año los gremios estatales recibieron un aumento de 4 mil pesos en dos cuotas (una de 3 mil y otra de mil pesos), no bonificable pero con aportes previsionales, de manera que también pudo ser percibida por los jubilados.

Junto con el reclamo por la recomposición del poder de compra, los estatales piden, entre otras cuestiones, la aplicación de una cláusula de revisión pactada en 2019 y atender la erosión sobre los ingresos de los trabajadores del sector que al cabo de ese año estiman en un 35 por ciento.

En medio de esos reclamos, redoblados tras la concesión salarial a la Policía, el Gobierno finalmente convocó a paritarias: el miércoles con estatales, el jueves con docentes y el viernes con los trabajadores judiciales.