Violó a dos chicas, se fugó de la cárcel y cayó en un patio de Barrio Norte

La mujer de 54 años miró por la ventana y vio algo extraño en su patio. No sabía que se trataba de Jorge Carneiro, el hombre sobre el que pesa una condena a 15 años por una aberración, como fue la violación de dos chicas de 14 y 15 años en el “Hogar Pantalón Cortito”. Y no estaba dispuesto a cumplir esa pena: el sábado pasado se fugó de la cárcel, en Florencio Varela.

De todo eso nadie se enteró hasta que empezaron a revolver papeles en la comisaría segunda y en la fiscalía penal en turno, a cargo de la fiscal María Eugenia Di Lorenzo (UFI Nº 2). Los policías pusieron en conocimiento a la Fiscalía de que a eso de las 7.45 de la mañana se había recibido un pedido de auxilio a través del 911 y querían saber qué hacer con el hombre que tenían reducido tras interceptarlo en 35 entre 4 y 5 por la descripción que dio la vecina. La mujer había visto al sospechoso dentro de su propiedad, en 33 entre 2 y 3.

La intrusión no es un delito grave pero abre preguntas entre los policías y funcionarios judiciales con respecto a las intenciones de quien se mete en una casa sin permiso.

Por eso, se inició el chequeo de antecedentes que dio lugar a dos momentos de tensión.

Según pudo saber este diario de una fuente de Tribunales, el primero dio cuenta de la noticia sobre la peligrosidad que se le endilga por la violencia que desplegó contra las menores alojadas en la institución, en un ataque perpetrado aún cuando se sabía portador de una enfermedad de transmisión sexual grave.

El segundo, al advertirse que en julio de este año obtuvo un beneficio de salidas transitorias por disposición del Juzgado de Ejecución Penal Nº 2 de La Plata José Villafañe.

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La medida, según apuntó la fuente judicial, tuvo una oposición en la fiscalía de transición que estudio ese capítulo en la trayectoria de Carneiro: se rechazó la posibilidad del permiso a dos años y medio de cumplir la condena y se aconsejó dar ese beneficio a seis meses de que expiren los 15 años.

Se desconocían hasta ahí los pasos siguientes de la intervención de la Justicia con relación a la situación del preso.

Según información policial a la que accedió este diario anoche, el propio Carneiro había resuelto su situación.

El sábado, a instancias de un alerta emitido por la fiscalía Nº 9 de Florencio Varela, la Superintendencia de Investigaciones puso en alerta a sus numerarios con respecto a la evasión del preso desde la Unidad Penitenciaria Nº 24 de Varela.

Según confirmó anoche el Servicio Penitenciario Bonaerense, lo habían alojado el 8 de este mes, en el marco de un régimen abierto, bajo la supervisión del Juzgado de Ejecución Penal Nº 2.

Ese sistema contempla un paso previo al recupero de la libertad.

Los detenidos que acceden al programa de morigeración son mudados a unidades más cercanas a la calles exteriores y en lugar de los muros de varios metros tienen un alambrado perimetral.

Las fuentes consultadas ayer en la Justicia y la Policía contaron que Carneiro decidió abandonar “la casita”, como le llaman en la jerga a los centros de alojamiento donde residen entre ocho a diez internos.

En un escenario de sorpresa en Tribunales, la fuente que habló con este diario se preguntaba “cómo llegó a un régimen de salidas un tipo con los antecedentes de Carneiro”.

La posición policial alimentaba ayer ese interrogante. Por caso, el mensaje que circuló entre los jefes de la Bonaerense era contundente, con respecto a la necesidad de re capturar a un preso que se considera de “alta peligrosidad”. El dato que circulaba con la foto es que tiene como último domicilio declarado una vivienda en 152 entre 45 y 46, Melchor Romero.

De todo eso, poco se sabía ayer en la calle. La vecina de Barrio Norte solo vio a un intruso en el patio. También, dijo que había cruzado por el techo. Ese detalle fue determinante para el resto de la saga: “si la mujer no mencionaba el patio quizás había que dejarlo en libertad sin preguntar mucho porque andar sobre un techo no habilita al uso de la figura de intrusión”, se apuntó desde Tribunales.

Se inició entonces, la actuación por “violación de domicilio” y el sospechoso quedó arrestado en la comisaría segunda. Hasta ahí, era solo eso.