“El básquet es lo que me da vida”

Hablar de Nicolás Gianella es hablar de básquet. Pero también de talento, vigencia y sobre todo amor por el deporte. Y es que pese a aquel diálogo con su mujer hace casi diez años, cuando volvió al país para jugar Liga Nacional pensando que iban a ser sus últimos meses, el zurdo nacido en la Ciudad continúa con la actividad que lo flechó desde chiquito y defendiendo sus colores favoritos.

Ahora, a horas nada más de comenzar una nueva temporada de Liga Argentina con Gimnasia, el base dialogó con este matutino para repasar sus sensaciones de cara a un nuevo estreno, que no deja de ser especial pese a su experiencia.

- ¿Cómo viene la preparación de cara al debut de mañana?

- Contento con el trabajo que hicimos. Como decía Fabián el otro día, creo que llegamos muy bien preparados. Debemos ser de los equipos que mejor están preparados en toda la competencia. Y eso lo tenemos que aprovechar. Nos tiene que dar un plus. Venimos haciendo un trabajo muy serio. Prácticamente no se paró desde la temporada pasada. Eso hace que se sienta, porque rápidamente nos pusimos en dinámica de básquet. Creo que llegamos a la Liga de la mejor manera. Estoy con muchas ganas. Físicamente también me siento muy bien. Así que ilusionado con la temporada que se viene.

- El estreno va a ser en Olavarría, donde fuiste campeón en Liga Nacional, en un contexto más parecido a la normalidad y con la vuelta del público; ¿cómo lo tomás a nivel personal?

- Esas cosas quedan en segundo plano. Es lindo volver al lugar donde uno se sintió cómodo. Pero la verdad que tengo la cabeza enfocada en el equipo. En arrancar fuerte. No queremos ir metiéndonos de a poquito en la competencia e ir viendo cómo el equipo funciona, sino que queremos arrancar fuerte. Queremos pisar fuerte de entrada porque creo que estamos preparados para eso. No para ir a ver que pasa, sino para ir a buscar de entrada las victorias. Olavarría siempre para mí tiene un condimento especial, pero eso lo voy a disfrutar después del partido. Ahora y hasta que se juegue el partido, tengo la cabeza puesta en eso.

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- Hace varios años pensabas que venías a Argentina a jugar tus últimos meses. Pasó casi una década desde aquel momento y seguís jugando, y encima en Gimnasia, ¿qué te pasa cuando mirás para atrás pensando en ese episodio?

- Una locura. Una locura pensar primero en la edad que tengo y ver que todavía estoy en la cancha y que me siento medianamente bien y lo sigo disfrutando. Es increíble. A los 34 o 35, cuando volví de España, volví precisamente por eso. Dije: “Voy a terminar mis últimos años jugando en Argentina, en un lugar donde esté cómodo”. Por eso justamente se decidió la vuelta. La vuelta era venir a terminar mi carrera en Argentina. Y no pensé que iban a ser más de uno o dos años jugando en el país. Y la verdad que se fue estirando muchísimo más de la cuenta. Pero mientras lo pueda disfrutar, lo voy a tratar de aprovechar al máximo. Quiero terminar de una buena manera en la cancha. No quiero estar sintiéndome en condiciones de inferioridad con mis compañeros. Mientras pueda sentirme que estoy a la altura, voy a estar. El día que sienta que no puedo, ese día no voy a estar más.

- ¿Qué buscás mejorar en tu juego a nivel personal?

- Lo que voy buscando es integrar en el juego a todos los que están al lado mío. Trato de mejorar a mis compañeros y tratar de involucrarlos. Que se sientan partícipes en todo momento. Me preocupa más lo que pasa alrededor que situaciones individuales. En eso fue en lo que más puse el foco en los últimos años.

- En algún momento va a llegar el primer partido con la gente en el Poli tras más de un año, ¿cómo te lo imaginás?

- Va a ser muy lindo. Una de las cosas que más sufrí el año pasado fue jugar sin público. Es muy difícil meterse en ambiente de partido. Y sobre todo en canchas como la de Gimnasia, que la gente te hace sentir bien de local. Hace pesar la localía. Estamos muy ilusionados en volver a jugar con público. Para cualquier jugador es un condimento extra. En mi caso me potencia porque me da más motivación para jugar. Esperemos que el regreso sea con responsabilidad y que nos ayude a nosotros a tener una localía fuerte, que para cualquier equipo con pretensiones es fundamental.

- Tenés 43 años. Jugaste en todos lados y te fue bien en todos lados. Sos ídolo en varios clubes; ¿ por qué seguís jugando al básquet?

- Porque lo disfruto. El básquet es lo que me da vida. Me hace sentir vivo. En un momento en que me faltó un poquito el básquet, que pensé que era el momento de retirarme, sentí un vació grandísimo, baja de autoestima. Me costó mucho pensar la vida sin el básquet. Entonces por eso, a partir de ese día que pensé que ya me retiraba, trato de disfrutarlo al máximo. Si estoy acá es porque me da muchísimo más de lo que uno pensaba. El básquet para mí es una forma de ver la vida.