Inhibidores de alarmas cerca de una escuela

Ladrones que podrían estar usando inhibidores de alarmas tienen a mal traer a miembros de la comunidad educativa de un colegio de City Bell, cuyos automóviles estacionados en inmediaciones del establecimiento vienen siendo objeto de robos de pertenencias, denunciaron varios damnificados a este diario.

Todo esto ocurre en la zona aledaña al colegio Esquiú, en 14B y 474, perjudicando, sobre todo, a los padres de alumnos que llegan al lugar y un rato después de dejar sus autos comprueban que los ladrones “hicieron de las suyas”. Carolina, una de las damnificadas, contó que el jueves pasado estacionó su vehículo por unos cuantos minutos para dejar a sus hijos en el colegio y al regresar notó que le faltaban la cartera y el teléfono celular. En un primer momento la mujer supuso que le había fallado el mecanismo de cierre centralizado del auto y que lo había dejado abierto, pero luego comprobó que no había falla alguna por lo que se supone que el ladrón usó un inhibidor, que bloquea la señal del cierre automático para que la víctima lo deje abierto sin notarlo.

Otros robos de igual naturaleza se han sucedido en la zona de 14 C y 474.

Por esto reclaman que haya más presencia policial en la zona, patrullajes y medidas para evitar otros asaltos, como el de motochorros que atacan, sobre todo, a los alumnos del colegio.

“Les han llevado las mochilas y a los más grandes teléfonos celulares o las billeteras”, aseguraron.

cómo funciona

Lo que hacen estos pequeños aparatos es interferir la señal de la alarma y el cierre centralizado que el dueño activa desde el control remoto, de modo que el vehículo queda abierto.

El propietario del coche o la camioneta se va, creyendo que lo cerró. Pero apenas se aleja el ladrón ingresa al coche, roba todo lo que puede, cierra la puerta y se va.

Cuando el propietario vuelve, encontrará las puertas tal como las dejó -los delincuentes no necesitan violentar nada- pero con el interior revuelto y ya sin sus pertenencias.