Muerte en 37 entre 15 y 16: sospechan de un suicidio

Las causas y parte de la mecánica de la violenta muerte de Rafael Ezequiel Maidana (34), ocurrida el sábado por la mañana en un inmueble de 37 entre 15 y 16, siguen siendo inciertas. La únicas dos certidumbres son que, como informó este diario en su edición anterior, el joven falleció a causa de un disparo en el rostro que recibió de una vieja escopeta de doble caño. Y que al momento de su muerte estaba presente su pareja, identificada como Cecilia Raileff (26).

Hasta las últimas horas del sábado, la mujer apareció como la sospechosa principal del hecho. Es más: la causa fue caratulada por la fiscal Cecilia Corfield (provisoriamente a cargo de la UFI 1) como “homicidio calificado”.

Por eso fue detenida, aunque quedó alojada en el área psiquiátrica del Policlínico debido al estado de alteración en el que se encontraba. Voceros consultados remarcaron que “no presentaba heridas” y, al parecer, no tiene antecedentes psiquiátricos.

No obstante, nada estaba dicho, puesto que restaban la indagatoria a Raileff y las pericias al cuerpo de la víctima. Ambas cosas tuvieron lugar ayer por la tarde y ahora el caso dio un giro importante.

Fuentes judiciales refirieron que, luego de tomarle declaración a la joven y de peritar el cadáver, ahora todo parecería indicar que se trató de un suicidio. Conforme reveló el estudio forense, “el disparo se efectuó con el cañón del arma dentro de la boca” y “de abajo hacia arriba”. Por ese motivo “no se pudo reconstruir un homicidio”.

Con estas nuevas evidencias, Raileff fue puesta en libertad y la carátula se modificó a “suicidio”.

“SE MATÓ”

El barrio de La Loma se convulsionó esa mañana cuando la chica salió a la calle semidesnuda, en shock y a los gritos. Testigos aseguran que vociferaba “¡se mató!” y que repetía “ahora no tengo a mi amor”.

“Golpeaba los portones de algunas casas, se tiraba arriba de los autos que pasaban y daba unos gritos terribles”, le contó a EL DIA Silvia Di Clemente (69), una de las frentistas que observó la escena. Y añadió que “mi nuera intentó calmarla, pero la chica le pegó. No la podían contener ni entre tres y cuatro policías, hasta que lograron esposarla y se la llevó una ambulancia”.

Otros testimonios recogidos en la vecindad señalaron que la pareja vivía en ese domicilio desde hace algo más de un mes y que mantenían “fuertes discusiones”. Por esas peleas, Rafael “solía irse unos días a la casa de su madre, que vive por esta zona”, indicaron.

Con todo, lo recordaron como “un muchacho amable y muy simpático”.

En las redes sociales sus allegados y amigos dejaron sentidos mensajes de despedida.

Maidana trabajaba en Astillero Río Santiago y desde un perfil no oficial (creado por trabajadores del lugar), escribieron: “Recibimos la muy triste noticia del fallecimiento del Compañero Rafael Maidana y la familia del #ARS está consternada. Queremos mandar nuestras condolencias a sus familiares, amigos y compañeros. Hasta siempre Compa”.

Sus amigos también lo saludaron de forma emotiva: “El universo se encaprichó con nuestra ciudad y se está llevando a los más queridos. Hasta siempre Rafiita Maidana, ya debés estar organizando una fiesta gigante allá arriba”, y “noticia tristísima, se nos fue de nuestra familia astillera!!! Compañero solidario, compinche y buena gente!!!! El alma alegre de todas las fiestas!! Aún cuesta tan solo pensarlo” (sic).