La peor visita: ladrones irrumpieron en la cena

Como todas las noches, una familia que vive en una zona de Los Hornos en la que predominan las quintas hortícolas se reunió el lunes para compartir la cena, sin imaginar que una banda de desconocidos irrumpiría de repente para romper esa rutina a fuerza de amenazas y miedo. Pero eso fue justo lo que pasó.

El atraco se desarrolló en una vivienda situada en 173 y 62, cuando tres maleantes, con un arma de fuego cada uno, sorprendió a un matrimonio y a sus hijos, para controlarlos en cuestión de segundos.

A los gritos y bajo reiteradas amenazas de muerte, la banda no paró de exigirles a las víctimas que revelaran el sitio donde guardaban el dinero.

Este diario concurrió ayer al lugar para conocer los detalles de primera mano. Los damnificados no estaban, pero los vecinos y fuentes oficiales aportaron algunos datos sobre este nuevo caso de inseguridad.

Lo que se sabe es que los intrusos abandonaron la escena después de permanecer un buen rato dentro de la propiedad de la familia, llevándose una suma de dinero que no trascendió, dos televisores, dos celulares y el auto de las víctimas, un Volkswagen Up.

Más allá del terror y los inquietantes momentos que tuvieron que vivir entre las paredes de su casa, los damnificados resultaron ilesos, confirmaron las fuentes consultadas.

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Al cierre de esta edición, los autores del asalto continuaban prófugos. Personal de Científica trabajó en el levantamiento de muestras, mientras los investigadores procuran obtener pistas de cámaras de seguridad y testigos.

“NO LES DIERON TIEMPO A NADA”

Víctor Haulicz (73) y su esposa viven en un amplio lote situado frente al de la vivienda de las víctimas del asalto del lunes, donde se ganan la vida criando y comercializando corderos.

Aunque, hace muchos ya, también se dedicaban al sembrado y venta de hortalizas.

“A esta familia le entraron a robar un rato antes de las 9 de la noche (del lunes), justo cuando estaban cenando”, dijo saber Haulicz.

El hombre explicó que “estos tipos (por los delincuentes) eran tres y tenían un arma de fuego cada uno”.

“Se les aparecieron de golpe, no les dieron tiempo a nada. Cuando se quisieron acordar, los asaltantes ya les estaban apuntando”, acotó.

Haulicz informó que los intrusos permanecieron “entre 30 y 40 minutos” en la vivienda de material pintada en el frente de azul, que sobresale nítidamente entre algunas otras casas dispersas y explotaciones hortícolas.

“Para colmo, esta familia hace apenas entre 15 y 20 días que se instalaron en su vivienda”, apuntó el hombre, lamentando que ya hayan tenido “que pasar por un momento muy feo como es un asalto en tu propia casa”.

Enseguida mencionó que “por acá hay quienes pagamos para tener el sistema de alarma vecinal”, aludiendo a la inseguridad que castiga a esa zona desde hace tiempo.

“NOS TOCÓ HACE 2 MESES”

En otro pasaje del mano a mano que este productor rural mantuvo con este diario, reconoció haber padecido un calvario similar en carne propia. Según dijo, él y su mujer fueron blanco de ladrones recientemente.

“Fue hace dos meses, -recordó- cuando con mi señora nos habíamos ido a dormir”.

Tiempo antes, preocupado por una ola de delitos, además de costearse la Alarma Vecinal el matrimonio instaló en su campo un amplio sistema lumínico.

“Pero los delincuentes se las saben todas -admitió- porque vinieron a robar una noche de muchísima neblina, a la una menos veinte de la mañana”.

El único dato a favor es que los asaltantes no llegaron a ingresar en la vivienda, lo que les evitó a Haulicz y su esposa estar cara a cara con ellos. “Se ocuparon solamente de abrir un galpón y robarnos muchísimas herramientas y algunas maquinarias”.

Precisó que “nos llevaron una moto guadaña grande, herramientas de todo tipo, un GPS, prismáticos y cuchillos”, entre otras pertenencias. “Recién nos dimos cuenta de lo que había pasado a la mañana siguiente”, contó el hombre, rescatando que, por lo menos, “no nos robaron la camioneta”.