La policía que estaba prófuga por el caso Lucas, detenida

Luego de permanecer dos días prófuga, la oficial de la Policía de la Ciudad acusada de encubrir el crimen de Lucas González, el joven futbolista de 17 años que fue asesinado de un tiro en la cabeza en Barracas, se entregó ayer y se sumó a otros cinco efectivos que habían sido detenidos por el mismo cargo.

Se trata de Lorena Miño, quien asistió al lugar donde la víctima y sus tres amigos fueron atacados a tiros aparentemente por otros tres integrantes de la fuerza de seguridad porteña que ya fueron indagados por el homicidio y permanecen detenidos. Al igual que sucedió con los uniformados detenidos el pasado sábado, Miño está acusada de haber participado de la presunta contaminación de la escena del crimen con el objetivo de beneficiar a los principales sospechosos.

Puntualmente, se proyecta que el día del asesinato “se plantó” un arma de plástico, réplica de una pistola calibre 32, en el auto en el que se trasladaban los menores, un Volkswagen Suran. Si bien la mujer pidió “que se haga justicia por Lucas” y aseguró “yo no tengo nada que ver con esto”, para la fiscalía, fue parte del grupo de seis policías que asistieron al lugar una vez consumado el ataque y adulteraron la escena para hacer pasar el hecho como un enfrentamiento.