"Mi hijo sólo camina un poco más lento", el regreso del éxito teatral del off porteño
| 4 de Noviembre de 2021 | 13:25

En el texto del dramaturgo croata Ivor Martinic, "Mi hijo sólo camina un poco más lento" (que mañana volverá por una única función a La Plata), Branko padece una enfermedad por la que día a día va perdiendo la movilidad. Y será en la celebración de su cumpleaños número 25 en donde su familia, reflejo a menor escala de la gran sociedad, nos deje espiar cómo se establecen sus vínculos a partir de esa enfermedad.
En una entrevista con EL DIA, el actor, director y autor Guillermo Cacace dijo que cuando se topó con este material estaba en la búsqueda de historias que “tuviesen un gesto menos exacerbado a nivel histriónico desde lo actoral y menos intelectuales en el nivel de su escritura”, una marca “tan porteña” que prefería evitar.
Y contó que cuando por fin tuvo el texto en sus manos lo leyó “en un estado de fuerte indefensión” que lo tomó entero. Esa sensación también se repitió en el elenco, en la primera lectura, y esa fue la señal de avance. “Lo primero que pensé no fue ‘ahora cómo monto esta obra’, lo primero que pensé fue ‘cómo hago para no desmontar estas impresiones primeras’”.
Esas impresiones, claro, estaban puestas en el abordaje que plantea la historia, que deja en un segundo plano la inmovilidad que padece Branko para ir un poco más allá.
“Hay discapacidades de diferente índole, hay discapacidades invisibilizadas, hay capacidades distintas y la obra pone todo esto de manifiesto desde cómo se dice. Hay cantidad de obras diciendo estas cosas, enunciando temas. Aquí el rasgo particular es cómo hemos logrado decirlo. La coherencia ética, estética y política”, aseguró el reconocido director.
El también docente del IUNA reconoció que desde que está subido al barco de “Mi hijo sólo camina un poco más lento” realiza un trabajo casi de militancia para que se sepan bien algunas cosas. Explicó que “no es una obra que habla de una familia disfuncional”, que es una historia que “tiene mucho humor” y que, a pesar de que por las fibras íntimas que toca algunos puedan llorar, “nunca fue una meta ni lo sería, no hay problema con que eso pase, pero la obra es mucho más que esa posible reacción”.
Consideró además que la puesta “no es nada complaciente en términos de montaje”, una decisión que no fue tomada para sumarse a una tendencia que describe como “contra/racionalista de apoyo en lo meramente naif”, cuestionando la explosión de propuestas forzadas a vestir “esa calidad ingenua que parece decir ‘qué importa el dolor si te miro con amor y desde mi casita que queda allí lejos’, que arma una nueva pose tan ‘entretenida’ como aquella que se autoexcita al convocar grandes temas o usar la escena como púlpito para ese lucimiento puramente intelectual con estética de sitcom desde hace tiempo gana muchos espacios”.
Concebida desde lo más puro del off, la obra, que desde su estreno en 2014 ha realizado más de 500 funciones siempre agotadas, volverá a La Plata para una única función, mañana a las 21 en el Coliseo Podestá, 10 entre 46 y 47. Entradas por PlateaNet.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE