El empedrado platense con una historia centenaria, más allá de la polémica
| 7 de Noviembre de 2021 | 03:00

Más allá de la polémica por la pavimentación de las calles empedradas de la Ciudad, lo adoquines revelan una historia centenaria que empezó a escribirse en 1883, cuando el único tránsito que soportaban era el de las carretas y los pasos de los primeros vecinos. En la actualidad muchas, a pesar de estar cubiertas por una capa asfáltica, dan testimonio con sus márgenes al desnudo de la existencia de esos bloques de piedra.
Según aseguró el investigador Nicolás Colombo, el empedrado platense comenzó a colocarse a pocos meses de su fundación, con material que era traído como lastre en barcos desde Europa, o desde yacimientos nacionales como los de las sierras de Tandil y Olavarría, o la Isla Martín García.
Sus investigaciones dan cuenta que el 21 de febrero de 1883 se licitó el primer empedrado de granito. El sistema de construcción en las principales avenidas de La Plata incluía carriles centrales para el tránsito de carruajes, y empedrado en la restante superficie. Además, se tenía en cuenta una cierta pendiente para evacuar el agua de lluvia que no era filtrada entre los adoquines.
Para 1885 ya se habían empedrado 156 cuadras de La Plata, mientras se avanzaba con las obras en el “Camino Blanco” a Ensenada, llamado así porque originalmente lo cubría una capa de conchilla.
Con relación a ese mismo camino, Roberto Abrodos, investigador de temas históricos locales, contó que bajo la presidencia del intendente municipal Félix Pachano se reunió a una comisión de vecinos para seguir en la construcción del actual camino Rivadavia.
Pero volviendo a épocas fundacionales, ya en 1886 se habían instalado casi 400 mil metros cuadrados de granito y, a principios del siglo XX, se realizaron obras para rehacer el empedrado de algunas de las principales arterias como avenida 7, avenida 51 o diagonal 80. “Gracias a la Ley de Pavimentación de 1909 se duplicó la superficie empedrada en las calles de la ciudad”, agregó Colombo.
Las investigaciones señalaron que el empedrado empezó a dejar de usarse hacia fines de la década de 1930 y principios de 1940, cuando se fue imponiendo el uso de cemento en el armado de las calles. Por ese motivo primero comenzó a ser retirado para reemplazarlo por nuevos materiales, pese a que en general se conservaba en buen estado.
Colombo destacó que hay diferencias según su origen, forma o composición, suele diferenciarse el “granito” (bloques rectangulares de mayor tamaño) del “granitullo” (más pequeños, y colocados en forma de arco para darles mayor durabilidad y resistencia a la deformación). Los primeros suelen ser más actuales y de producción nacional, mientras que los segundos son más antiguos y traídos desde el “viejo continente”.
Ezequiel Aldazábal, investigador local, desde su página “Al Rescate del Patrimonio”, remarcó que en sus primeros 18 años los empedrados platenses solo fueron transitados por carretas y recién en los últimos años del 1900 aparecieron los primeros automóviles. Afirmó que como mínimo el adoquín soportó grandes tránsitos desde los últimos 70 años en adelante, pero ya tenían otros casi 70 años de uso.
El arquitecto Fernando Prat, integrante de la comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos, sostuvo que hay ordenanzas como la 9008, de 1998 , que protegen determinados empedrados como el de la diagonal 78 por considerarlos históricos y a preservar. “Una de las importancias que tiene el adoquinado es drenar el agua en una ciudad que es inundable, pero también tiene otras características como limitar un poco la velocidad”, dijo el profesional que consideró que las calles empedradas dan un entorno más ameno y cálido que el asfalto.
Con relación a los márgenes de adoquín que se dejan al descubierto cuando se pavimenta, Prat explicó que es una especie de cordón cuneta para que escurra el agua porque si el cemento cubriera toda la calle llegaría casi al nivel de la vereda.
EN EL PAIS Y EL MUNDO
Al igual que en La Plata, en otras ciudades del país y el mundo se ha avanzado sobre el empedrado con asfalto. La técnica, contempla dejar al descubierto una franja de unos 30 a 50 centímetros contra el cordón de granito. Desde la Municipalidad se indicó que aquí se deja un segmento de empedrado a la vista para que circule el agua de lluvia, pero también como testimonio histórico de esa antigua técnica de construcción de calles.
Como se sabe, días atrás el Juzgado en lo Contencioso N° 4 resolvió en favor de la medida cautelar pedida por un grupo de “Vecinos Autoconvocados en defensa de los adoquines patrimoniales de la Ciudad de La Plata” y ordenó detener las obras de asfaltado que la Municipalidad arrancó en varias calles en las que aún sobrevive el adoquinado histórico, protegido como patrimonio arquitectónico por ordenanza.
Según la línea argumental de los vecinos, la obra contradice la Ordenanza Nº 9.008/98 de protección de esos empedrados, por considerar a ese sistema constructivo como parte integrante del patrimonio arquitectónico y cultural.
Desde de la Comuna indicaron que los trabajos son producto de una decisión que si bien genera controversia, tiene beneficios para el tránsito.
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