Cae profesor de básquet acusado de graves abusos

Un conocido entrenador de básquet platense fue detenido ayer en una casa de Tolosa, acusado de abusar en reiteradas ocasiones de dos menores de edad “valiéndose de su rol”, en hechos que habrían ocurrido entre 2005 y 2010, según dio por probado la fiscal que instruyó la causa y pidió la captura del imputado, María Eugenia Di Lorenzo.

Se trata de Gerardo Tomas Ponce, quien fue detenido por la DDI local en 15 entre 527 y 528, donde le secuestraron computadoras, dispositivos de almacenamiento digital y teléfonos celulares, informaron fuentes policiales y judiciales.

Como oportunamente informó EL DIA, la denuncia se radicó en junio de este año. La formularon dos jóvenes que ya son mayores, pero aludieron a lo que, aseguran, pasó cuando eran niños y su entrenador rondaba los 33 años. “Sin poder precisar fecha exacta, pero al menos entre los años 2005 y 2010 aproximadamente, un sujeto de sexo masculino abusó sexualmente del por entonces menor de edad (...) en reiteradas ocasiones y durante un tiempo aproximado de seis años, quien contaba en ese momento con entre 7 y 13 años (...) mediante tocamientos inverecundos en la zona genital, por arriba y por debajo de la ropa”, argumentó la fiscal. A su criterio, esto configuró “un sometimiento sexual gravemente ultrajante para el menor, llegando a acceder carnalmente vía oral al mismo, comportamiento que se repitiera en por lo menos nueve oportunidades, lo que implicó un grave daño en su salud mental y asimismo una injerencia de manera prematura sobre una sexualidad aún no desarrollada”.

En el mismo planteo, al que accedió este diario, sostiene la titular de la UFI 17 que “dichos actos fueron llevados a cabo en el Club Juventud”, en 35 entre 1 y 2; en el club Sudamérica, en 528 entre 3 y 4; y en domicilios de las víctimas, donde el sujeto “aprovechaba su rol de educador como director técnico de básquet en las entidades mencionadas, no solo para acceder al menor bajo su cargo, sino también para generar vínculos afectivos cercanos tanto con éste como con su familia”. Continuando con este razonamiento, sostuvo la fiscal que esto “le permitía colocar bajo su guarda a la víctima en varias oportunidades en los domicilios particulares aludidos en ausencia de sus progenitores o de terceros adultos, facilitando de esta manera la consumación de los hechos en diferente horarios, mayormente durante la noche, cuando la víctima se encontraba durmiendo”.

El otro hecho que le imputan sucedió, al menos, entre los años 2008 y 2009 aproximadamente, cuando el denunciante tenía “en ese momento 12 años de edad, mediante tocamientos inverecundos en la zona genital, por arriba y por debajo de la ropa”, argumentó Di Lorenzo, entre otros detalles que se omiten, “configurando de esta manera un sometimiento sexual gravemente ultrajante para la víctima, llegando en otra ocasión a exhibirle material pornográfico en su computadora”.

En los fundamentos del pedido de detención resalta que las declaraciones de los denunciantes “encuentran verosimilitud en los restantes elementos probatorios, tanto de sus círculos familiares, íntimos y profesionales”, pero también -y sobre todo- en una “denuncia previa existente”, en la que “se determinó que los hechos sufridos por” otro chico “a través de medios tecnológicos, tenían su origen en el domicilio de Ponce”. Aclaró Di Lorenzo que por este caso no puede “formular imputación alguna” por haber ocurrido en 2007, cuando “no se encontraba legislado el delito de ‘grooming’” y “cualquier figura legal aplicable al momento de la comisión de los hechos” ya prescribió.

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Miguel Molina, abogado del particular damnificado en la causa, destacó ayer que “las víctimas han sido contestes en sus relatos, tanto en relación a los abusos padecidos como la modalidad de los mimos”. Es que en la causa se pone el foco en “la similitud en los testimonios de las víctimas” al describir “el modus operandi” de las “técnicas abusivas, donde ambos recalcan que (el acusado) comenzaba sus actos sin referir palabra alguna, y en muchas oportunidades utilizando un entorno lúdico para ello, como el uso de juegos en la computadora o en consolas como Play Station”.

En las próximas horas Ponce será indagado por los delitos de “abuso sexual simple”; “abuso sexual gravemente ultrajante” y “abuso Sexual con acceso carnal” -todos ellos en concurso real-, agravado por haber provocado un grave daño en la salud mental de la víctima y por haber sido cometido por un sujeto encargado de la educación. También por “suministro de material pornográfico a menores de 13 años”, concluyeron fuentes judiciales.

No se descarta que aparezcan otros denunciantes.