Desde 2018, tenía a madre e hija encerradas en Abasto

Primero, un “Me gusta” en una foto publicada en su perfil de Facebook. Luego un “Hola” por Messenger y así comenzaron a tener lugar interminables conversaciones que terminaron gestando una relación entre un hombre domiciliado en Abasto y una mujer que vivía en Mar del Plata.

Este fue el inicio de un vínculo que comenzó como una película romántica y que el pasado sábado terminó con el guión de un film de terror y suspenso: ella y su hija rescatadas por la policía de una precaria vivienda ubicada en Ruta 2, a la altura del kilómetro 43.8, en la que se encontraban enclaustradas bajo llave y él detenido por “privación ilegítima de la libertad”.

La situación se remonta a 2018, cuando la pareja, que venía teniendo un contacto muy fluido a través de la pantalla, decidió traspasar el umbral de la virtualidad.

DEL AMOR AL ENCIERRO

Movida presuntamente por las promesas de un pasar más seguro en lo económico para su familia, y por el amor, ella aceptó abandonar la ciudad balnearia junto a su hija -que posee un retraso madurativo- para trasladarse a La Plata. Lo que no sabía era que comenzaría a compartir su vida con quien meses más tarde se terminaría convirtiendo en su captor.

Es que, según indicaron fuentes policiales, apenas pisó Ciudad, la mujer y su hija fueron sometidas al encierro por parte de quien tan sólo unos días atrás le había prometido “una vida juntos”. Y no sólo eso: el lugar escogido por el ahora detenido es una pequeña y precaria casilla de madera con techo de chapa, ubicada al fondo de un terreno.

Como se dijo, el fin de semana el calvario que vivían esta mujer y su nena, llegó a su fin. Tras una serie de denuncias al 911 que daban cuenta de una situación de cautiverio, efectivos de la comisaría Séptima montaron un operativo en la zona con el objetivo de poner a resguardo a las víctimas y capturar al sospechoso.

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Al arribar al lugar, los uniformados se encontraron con una mujer de 32 años, y a la adolescente de 14, quienes estaban confinadas en una vivienda detrás de una gomería. “Cuando llegaron se encontraron con una situación dramática. Gritos y pedidos de auxilio provenían de la finca”, señaló una fuente que participó del procedimiento.

Se pudo establecer, en base al testimonio de la víctima, que había permanecido cautiva por más de dos años y que sólo salía del predio una vez por mes para ir a cobrar al banco un beneficio social, siempre en compañía del imputado, de 47 años.

“La mujer había comenzado una relación sentimental con un hombre a quien conoció por la red social Facebook; sin embargo hacía tiempo que quería terminar la relación, pero el acusado se negaba y no la dejaba ir, por lo que las mantenía encerradas”, indicó una fuente policial.

“No la dejaba salir a la vía pública jamás y solo lo hacía una vez al mes para ir a cobrar, lo cual realizaba con compañía del acusado”, agregó el vocero.

Con respecto al aprehendido, revelaron que cuando los policías ingresaron a la finca éste no se encontraba y que fue sorprendido por los agentes cuando regresaba a su casa después de realizar unas compras.

Tras recibir la orden de la fiscal Virginia Bravo, efectivos del Gabinete Técnico de la Comisaría detuvieron al sospechoso, acusado de “privación ilegal de la libertad”. El hombre quedó a disposición de la UFI Nº 7 y las damnificadas fueron asistidas por personal especializado.