Por la crisis y el miedo que persiste, a peluquerías y salones les cuesta repuntar
Edición Impresa | 11 de Febrero de 2021 | 04:25

En la mayoría de peluquerías y centros de estética se dan turnos de atención espaciados y se respetan los protocolos, pero aun así se percibe que el temor de los clientes al COVID-19, sumado a la pérdida del poder adquisitivo, hace que la actividad no se recupere como se esperaba. “Estamos trabajando un 40 por ciento menos que el año pasado a esta altura”, reconoció Juan Pablo Flores, al frente de una peluquería de 43, entre 7 y 8. Su apreciación se repitió entre otros comerciantes locales del rubro.
Marta, dueña de una peluquería de calle 59 casi 10, reconoció que si se lo compara con el invierno último, la actividad repuntó bastante, pero así y todo ella observa que mucha gente tiene miedo a salir, a raíz de que no todos se cuidan como debieran.
“En mi peluquería se aplican todos los protocolos habidos y por haber, me autorizaron a tener hasta a dos personas en el local, pero yo prefiero atender de a una y cuando estoy terminando con esa, recién le aviso por teléfono a la siguiente para que venga”, sostuvo Marta.
Tampoco descartó que la menor afluencia de clientes se deba a la crisis económica que afecta a los presupuestos domésticos sacudidos por los precios de alquileres, alimentos y seguros que se dispararon mucho más que los sueldos.
“Yo cuido mucho a mis clientas, a las de todas las edades, y también me cuido yo que ya no soy una nena; ahora creo que hay que esperar a ver qué es lo que pasa con las vacunas, esa va a ser la forma de recuperar un poco la vida que teníamos”, concluyó.
Los peluqueros consultados por EL DIA coincidieron en que nadie trabaja lo que tendría que trabajar y eso también impacta en otros rubros afines como los proveedores de perfumería.
El peluquero y estilista Juan Pablo Flores aseguró que la gente sigue con miedo y eso se nota en la menor actividad que hay en los salones.
“La recaída obedece a varios factores, algunos están de vacaciones, además hay menor circulación de gente en la calle, no están los empleados públicos y muchos trabajan desde sus casas”, dijo Flores quien reconoció que la actividad levantó un poco con relación al invierno pasado, pero aun así se trabaja un 40 por ciento de lo que se trabajaba a esta altura del año pasado.
Alejandro, responsable de una peluquería de 44 entre 17 y 18, enumeró todos los protocolos que aplican en ese local, pero así y todo no se logra que la cantidad de clientes atendidos sea similar a la que había antes de la pandemia. “Cumplo con todos los protocolos, usamos materiales descartables, tenemos las piletas con biombos y en dónde antes esperaban 10 personas, ahora esperan 5”, sostuvo el comerciante.
En ese local se pone especial énfasis en la higiene y en la ventilación. A cada clienta que ingresa se le provee un barbijo nuevo, alcohol y, ya en el sillón donde se la atiende, se le coloca una capa descartable. Además hay toallas descartables. Se estima que la inversión en esos elementos ronda los 30 mil pesos al mes. “La clienta no toca nada de nada”, se aseguró.
En relación a la caída de la actividad se indicó que no obedece a un solo factor y que también incide en que no hay eventos, ni tantas salidas como había antes de que se registrara el COVID-19.
El panorama de las peluquerías se replica en los salones dedicados a los tratamientos de belleza, en los que también se habla de que la actividad cayó a la mitad, si se lo compara con febrero de 2020.
“A cada clienta se le toma la fiebre y se le pide que se lave las manos, después si lo desea puede colocarse alcohol en gel; todas las camillas cuentan con sábanas descartables y, cuando se completa la atención, se higieniza todo con productos sanitizantes”, contó la empleada de un centro que se dedica a tratamientos de depilación definitiva.
En otro salón cercano a la plaza Italia, se reconoció que este verano es tan flojo que las clientas nunca tuvieron problemas para conseguir turnos de atención inmediatos.
“Es un hecho que la gente que no se va de vacaciones, ni tiene tantos eventos sociales, prescinde más de este tipo de servicios, por eso este rubro es uno de los que más se afectó con la cuarentena”, señaló Romina, empleada de ese centro.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE