Probióticos, las bacterias “buenas” que siempre ayudan

Están presentes en quesos y yogures o en productos menos conocidos como el kefir. Especialistas aseguran que previenen problemas intestinales y mejoran la digestión

Edición Impresa

Hay alimentos que le hacen bien al organismo y que, sin embargo, no están presentes en la dieta de la mayoría. Muchos de ellos, inclusive, son conocidos por muy pocos, pese a que son recomendados por la mayoría de los médicos, y muy especialmente a aquellos pacientes que tienen problemas intestinales.

Son aquellos que contienen probióticos, que están presentes en productos populares como algunos quesos y yogures, y en otros no tan conocidos como el Kefir o la Kombucha, que los especialistas en nutrición recomiendan para incorporar en una dieta saludable.

“Los probióticos -explica la licenciada en Nutrición especializada en obesidad Daniela Natale - son organismos vivos o bacterias ‘buenas’, que están presentes en aquellos alimentos o suplementos que ayudan a mantener el buen estado de la flora intestinal.

Todos los alimentos y bebidas probióticas tienen algo en común, y es que todos han pasado por un proceso de fermentación. Los alimentos más conocidos y que estamos más acostumbrados a consumir son los yogures y los quesos, pero hay otros como el kefir de agua o leche, miso, chucrut o kombucha, que tienen las mismas propiedades y beneficios, como obstaculizar el crecimiento de bacterias potencialmente patológicas, y favorecer a las bacterias beneficiosas de la microbiota intestinal, previniendo problemas gastrointestinales, pero que al mismo tiempo también mejoran la digestión, evitando irritabilidad, gases e inflamación”.

De los alimentos no tan conocidos que contienen probióticos, como el Kefir o la Kombucha, se pueden encontrar en cualquier dietética.

En el primer caso se trata de granos que descomponen los azúcares en el proceso de fermentación para crear los probióticos, que se pueden utilizar en bebidas con agua o leche.

En el caso de la Kombucha, tiene origen chino, y se la conoce también como “el elixir de la eterna juventud”.

Es una gelatina que se hace a partir de un hongo madre, un tipo de hongo plano y gelatinoso que metaboliza en la fermentación con el té negro y el azúcar empleados en su preparación, que a su vez implica un proceso previo para obtener la bacteria madre, conocida como “Scoby”, también de textura gelatinosa. Y como todos los productos derivados de probióticos, siempre son reutilizables para otra preparación a futuro.

LOS BENEFICIOS

“La flora intestinal – explica la nutricionista Natale - es como un órgano más de nuestro cuerpo, y regula nuestro sistema inmunitario. Los desequilibrios de la microbiota aumentan el riesgo de enfermedades inmunitarias como alergias y enfermedades intestinales inflamatorias, y los beneficios que tiene consumir este tipo de alimentos son varios, entre los cuales se destacan el fortalecimiento del sistema inmune, el equilibrio de la flora intestinal, el estímulo a la producción de vitaminas y el apoyo a la digestión, así como su aporte en cuadros diarreicos, de intolerancia a la lactosa y alergias, entre otros, además de favorecer la absorción del calcio, hierro y magnesio”.

Desde la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE), en tanto, se destaca que “es fundamental no sólo el consumo de probióticos, sino el concepto de microbiota en la salud digestiva y en la salud en general, ya que modular correctamente la flora bacteriana es muy bueno”.

El doctor Luis Bustos Fernández, integrante de la SAGE, señala a su vez que “los probióticos son microorganismos vivos que se introducen en el organismo y, en cantidades adecuadas, tienen un efecto beneficioso mejorando la microbiota en general, pero también producen un efecto sistémico, mejorando las defensas y la nutrición”.

PREVENCIÓN EN CHICOS

El especialista detalló que se pueden utilizar preventivamente, sobre todo en pediatría para las diarreas infecciosas, o en los adultos para los distintos tipos de diarreas”.

“La microbiota – explica por su parte el gastroenterólogo Juan Andrés De Paula - está compuesta por más de 400 especies diferentes de gérmenes, y constituye una parte sustancial del contenido intestinal. Convive con el huésped en un cuidado equilibrio, y ejerce funciones vitales en la recuperación de nutrientes, agua y sales, y se constituye en una muy eficiente barrera para gérmenes causantes de enfermedades, inhibiendo su colonización y desarrollo, y los probióticos son muy eficaces para protegerla”.

 

Los prebióticos también son favorables

Además de los alimentos que contienen probióticos, hay otros que contienen prebióticos, que también son favorables para el organismo pero que no son iguales, y que están presentes, por ejemplo, en el ajo, los espárragos, la cebolla, las alcachofas, los cereales o las legumbres.

Se trata de alimentos funcionales que estimulan el crecimiento de las bacterias sanas del intestino, y que asimismo modifican su composición y actividad, repercutiendo positivamente en la salud, ya que los alimentos ricos en prebióticos suelen incorporar carbohidratos complejos, como la fibra o el almidón resistente.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE